16 de agosto de 2022
Este año, el Día de San Roque fue un martes. Los chunchos se ataviaron con sus galas, sonaron flechas y petardos, y la banda marcó el paso a la bajada del santo hasta la plaza.



Un año más, los chunchos salieron a pasear con su Santo en la fiesta que une familias y generaciones en festejo y devoción. San Roque se rodeó de promesantes y espectadores que, año tras año, se suman a la procesión que lo lleva a dar la vuelta por la Plaza Luis de Fuentes, dejando en los rostros miradas de fe y esperanza, y algunas flores bendecidas en las manos de quienes se acercan a saludar.
Una vez más, madres y padres transfirieron la costumbre a sus hijos, alimentándola con empanadas blanqueadas y aloja para refrescar el sol de mediodía bajo el que sacaron al santo de su casa. Ahora que la fiesta es Patrimonio de la Humanidad, ya no hay alarma de enfermedades que pueda evitar el despliegue de la tradición en tiempo y forma.