Mujeres en acción de reciclaje por el medio ambiente de Tarija (MARMAT)
El título de esta nota es el nombre de uno de los emprendimientos clave para el futuro de la vida en esta ciudad.
MARMAT es una organización tarijeña con 10 años de vida, dedicada al reciclaje de una gran diversidad de residuos. De acuerdo a la actual presidenta de MARMAT, Gualberta Girón, la organización está conformada por 55 personas, 10 menos de lo que hace un par de años se contaba. Sin embargo, lo que no ha cambiado es que en su gran mayoría está conformada por mujeres.
Antes de MARMAT, hay una historia de lucha para constituir el reciclaje como un trabajo digno y como parte importante de la gestión integral del territorio. La lucha de estas mujeres ha dado frutos y se ha reforzado con la Ley 755 de Gestión Integral de Residuos Sólidos que reconoce la figura del trabajador recolector y reciclador.
Para muchas personas, el reciclaje es una fuente de trabajo antes que una misión por cuidar el medio ambiente. “Con esto hacemos estudiar a nuestros hijos, pagamos la luz, es nuestro trabajo. Para algunas, es un trabajo de tiempo completo, o medio tiempo con trabajos aparte. Es cansador, pero de eso vivimos”.
Su principal escenario de acción es el relleno sanitario de Pampa Galana, de donde han llegado a extraer 30 toneladas de residuos reciclables al día. Reciclan todo: hueso, aluminio, botellas descartables, chatarra, fierro. “Igual, sirve para venderlos. Cuando se junta buena cantidad, vienen compradores de Santa Cruz que exportan la chatarra a otros países”, explica la actual presidenta.
“Con esto hacemos estudiar a nuestros hijos, pagamos la luz, es nuestro trabajo”
Gracias al apoyo de organizaciones y cooperaciones internacionales, el emprendimiento ha crecido y se ha equipado con bicicletas de recolección, motocarros eléctricos recolectores y hasta un centro de trabajo. “Gracias Diosito, que ayude a esa gente que nos ha ayudado. Podemos pensar en ser una empresa más grande, no tener intermediarios sino entregar directamente a las empresas que pagan”, expresa Gualberta.
Así, MARMAT amplió su radio de acción con actividades como la recolección de residuos puerta a puerta, los circuitos de recojo y la separación de residuos en banda seleccionadora. Su acción permite que el botadero no colapse. Una botella de plástico tarda 500 años en degradarse, por eso Gualberta hace un llamado a la población para que ayuden en la separación de residuos: “Son reutilizables, solamente tienen que juntar y no botar a la basura. Nosotras vamos a recoger”.
El otro llamado es a las autoridades, pues su centro de trabajo todavía no es completamente funcional. “Todavía no tenemos servicios básicos, por eso no estamos trabajando ahí. Hay luz, pero solo monofásica. Y falta el alcantarillado. Estamos presentando cartitas, ya está, ya está. En eso estamos. Solo eso faltaría”.