Lulú Andonie y la vibra del amor en la vida y la cocina
De padre palestino y madre de ascendencia española, Lulú nació en Harlingen, Texas, pero ha vivido en Monterrey, México casi toda su vida.
Lourdes Andonie aprendió a cocinar a los 6 años con ayuda de su mamá, y recuerda que su abuela paterna cocinaba delicioso todos los días. Estudió Mercadotecnia en el Tecnológico de Monterrey, pero siempre estuvo perfeccionando con diplomados lo que en algún momento pensó era solo un hobby, hasta convertirse en lo que quiere hacer todos los días.
“Cuando cocino, le pongo pasión y sazón. Mis ganas de darle gusto a la gente con la comida se notan porque les encanta probar lo que hago. Disfruto hacer pasta de cero, pero me encantaría tomar un curso en Italia para hacerlo como los italianos”, dice la influencer culinaria que ha estudiado con Melissa Coppel y Antonio Bachour en Las Vegas, Nevada.
Amante del chocolate, Lulú estudió también en la Chicago Chocolate Academy y la Dubai Chocolate Academy. “Amo el chocolate, pero también hago mucho ejercicio porque si no estaría llenita”. Lulú cocina kibbeh árabe a la perfección, “porque es mi ascendencia” y, aunque confiesa que no es experta repostera, hizo un pastelito con miel de maple, tocino y betún de crema “que queda espectacular porque mezcla lo dulce y lo salado”.
“Cada quien debe ser cuidadoso con lo que consume día a día, comiendo lo que más te nutre y le hace bien a tu cuerpo, ya que cada uno es diferente”
Su talento en la cocina y su personalidad dinámica le granjearon un puesto en el programa de televisión “Master Chef Latinos”, donde cocina bajo presión e improvisa sin tenerle miedo al éxito. “Aprendí también a manejar mis emociones, a veces va bien con los jueces, pero es importante que no se te suba a la cabeza, y no tomarlo personal cuando te va mal. Y siempre dar todo de ti, no importa donde estés”.
Para la chef Andonie, los mejores alimentos son cosas naturales y no procesadas, frutas, verduras, legumbres, proteínas y algún carbohidrato, sin restringirse de los nutrientes que el cuerpo necesita. Es pescetariana, solo consume carne de pescado, lo que le ha funcionado muy bien para tener una vida física, psíquica y emocional satisfactoria. “Cada quien debe ser cuidadoso con lo que consume día a día, comiendo lo que más te nutre y le hace bien a tu cuerpo, ya que cada uno es diferente”.
No obstante, Lulú ha probado platos bolivianos como el sándwich de chola y el plato Condori, que llevan carnes de chancho y de llama, respectivamente. “Amo la comida latinoamericana porque todas sus cocinas tienen ingredientes en común, pero sazones muy diferentes. Incluso en cada ciudad dentro de un mismo país la misma receta no sale igual”.
Para Lulú, el ingrediente esencial es la espiritualidad, “por eso medito, prendo palo santo, y no doy espacio a pensamientos negativos para poder compartir esa energía con el mundo, ya que carecemos mucho de amor”.