Patricia Pozo, el color y vida de Blood Cherry



La vida de Laura Patricia Pozo Casazola transcurre entre dos áreas muy diferentes una de la otra. Por un lado, dedica su tiempo a la Ingeniería Civil, carrera que eligió por su afición a los números y los cálculos; por el otro trabaja en su emprendimiento Blood Cherry, con el que crea y comercializa distintos tipos de accesorios para jóvenes.
Las artesanías pequeñas y usar accesorios siempre fueron de sus aficiones, en los últimos tiempos destacaron unas joyas de bisutería que estaban a la moda. Estas le gustan a Patricia por los colores y vida que llevan. Por ello empezó a fabricarlas ella misma con mostacillas, vidrio y joyas de fantasía. Sin tutoriales ni cursos y con pura prueba y error, tardó un mes en dominar la técnica base.
En un principio los accesorios eran solo para su uso personal y de su hermana, pero poco tardó en animarse a emprender. Dado que los negocios pequeños abundaban, se sintió motivada a sumarse al movimiento. El hecho de que no había emprendimientos con los mismos productos terminó de convencerla. Lo hizo más por la experiencia que por las ganancias económicas.
“Empecé sin mucha ambición, pero ahora me siento lista para trabajar más”.
Era septiembre de 2021 y bautizó su marca como Blood Cherry, nombre que equivale en español al contraste entre “sangre” y “cereza”. Patricia explica que la forma de la cereza siempre le gustó y que junto al color rojo simboliza el amor.
Optó por empezar con calma y no lanzarse a lo grande dado que su presupuesto era pequeño. Tras participar en algunas ferias, sumó sus productos a las vitrinas del Mercadito Creativo, donde mantiene sus accesorios hasta hoy. Sin embargo, con la llegada del 2021 inició también la labor en redes sociales, pues siente que ya aumentó su capacidad productiva lo suficiente para cubrir más pedidos.
Sus principales productos son los chokers, llaveros, colgantes para el celular y anillos. Según la complejidad del trabajo y los materiales empleados, los accesorios pueden tener precios desde los 10 hasta los 30 bolivianos. Patricia destaca que busca crear productos accesibles para todas las personas.
Por ahora trabaja en terminar de consolidar las redes sociales de Blood Cherry, para lo cual une fuerzas con su hermana Carolina, quien la ayuda con las fotos. Además, organiza su tiempo entre el emprendimiento y su carrera, de la cual cursa el cuarto año.