Mayra Mercado: “La joyería artística se trata de piezas únicas”
Tricelle es la marca de joyas de Mayra.



Mayra Mercado Ramón nació en la ciudad de La Paz hace 31 años. Ella se dedica al diseño y venta de joyería artística con su marca Tricelle, esta fue creada en el 2014.
Mayra cuenta que el inicio de todo fue durante su último año de universidad, cuando descubrió que estaba esperando a su primer hijo. En una decisión junto con su esposo, acordaron que ella se encargaría completamente de la crianza del hijo. Así lo hizo, empezó a desempeñarse como madre a tiempo completo. Hasta que el bebé cumplió el primer año.
Entonces ya tenía más tiempo para dedicarse a algunas cosas extras. De esa manera, se inscribió a un curso de joyería por buscar un pasatiempo, pero terminó descubriendo algo que le encanta y que no ha dejado de hacer hasta hoy: la joyería artística.
Concretamente, encontró en esta actividad “una manera de plasmar emociones en una pieza única”, según cuenta. La joyería artística no consiste en la producción en masa de un producto, sino en trabajar para crear piezas irrepetibles que nacen a partir de las emociones e inspiración de cada día. Mayra afirma: “Hay un pedacito de mi alma en cada una”.
“Hay que valorar las manos de los artesanos bolivianos y dejar de regatear el valor de su trabajo”.
Al inicio realizaba la joyería solo para su entorno cercano. Pero poco a poco fue ganando clientes, hasta que pensó que podría dedicarse a ello a la par de ser mamá. Creó su marca Triscelle.
Aunque hoy sea común no tener una tienda física para un negocio, en 2014 no lo era tanto. Mayra asegura que esa fue la razón por la cual más le costó consolidarse, pues sus clientes llegaban por el “boca a boca” de comentarios sobre su trabajo o por ella yendo a determinado lugares a ofrecer sus joyas.
Sin embargo, ofrecer sus joyas en ferias es algo que la ha ayudado a crecer mucho, así como la oferta por redes sociales, sin las cuales no hubiese conseguido vender nada durante la cuarentena rígida por la pandemia de covid-19.
Hoy Mayra tiene más que consolidada su marca Triscelle, dice que es el trabajo ideal para ella, pues le encanta, no tiene horarios fijos y puede equilibrarlo con la vida de madre. No dice que sea algo sencillo, sus hijos hoy tienen 8 y 5 años y todavía requieren de su presencia, pero puede hacerlo distribuyendo bien los horarios y con el apoyo de su familia. Por último, hace énfasis en la importancia de valorar el trabajo a mano y de producción nacional.