Fabiana, más de 20 años con el sabor de las humintas
Ella es una de las vendedoras más antiguas de humintas en Tomatitas



Ella es una de las vendedoras más antiguas de humintas en Tomatitas, las vende hace 20 años y participa en la feria de la Huminta desde su primera versión hace 16 años.
Su nombre es Fabiana Zenteno y nació en Tomatitas, tiene tres hijas de 18, 14 y 7 años, es casada. Cuando se le pregunta por su familia, agradece a Dios que están bien de salud y saliendo adelante en medio de la pandemia de Covid-19.
Ella tiene 38 años, veinte de ellos los dedicó a vender humintas en la puerta de su casa, ubicada sobre la avenida principal del puente número uno hacia Tomatitas “A cuadra y media, en una casa amarilla con tinglado”, puntualiza orgullosa.
Dice que la receta la heredó de su madre y su madre de su abuela, quienes eran antiguas vendedoras de esta delicia y muy conocidas. “Ellas hacían antes humintas y yo he seguido con la tradición”, cuenta.
Las humintas las hace al horno, hervidas y también asadas, además de ello hace chirriadas de choclo. Muy feliz revela que antes de la pandemia sus clientes le compraban humintas para llevar al interior del país como Cochabamba y Santa Cruz, pero también al exterior.
Fabiana reconoce afligida que la pandemia les ha golpeado económicamente, pero luego de seis meses de tener cerrado su negocio, ha decidido volver a madrugar para hacer las humintas que tanta fama le han dado.
Cuenta que antes de la pandemia los clientes iban a recoger sus humintas personalmente en sus vehículos, pero hoy hacen sus pedidos por celular y Doña Fabiana envía las humintas por delivery.
“Así nos animamos a vender por Facebook, lo vimos necesario”, reconoce y de inmediato aclara un tema que según dice siempre se lo han preguntado los clientes ¿De dónde sacan choclo para hacer las humintas durante todo el año?
“Todos nos preguntan de dónde sacamos choclo y la respuesta es que lo hacemos traer desde Cochabamba durante todo el tiempo que no hay aquí, hasta que sale el choclo en Tarija”, revela.
Cuando se le consulta sobre su rutina cuenta que a diario madruga para iniciar su labor, misma que comienza a las cinco de la mañana. “Desde muy temprano comenzamos a pelar el choclo cortar, moler y preparar la masa. De tal manera que a las nueve las comenzamos a cocer. Es un trabajo de todo el día, pues las vamos haciendo cocer y vendiendo hasta que se terminan”, explica sonriente.
Y sin ningún recelo se dispone a contarnos los pasos para preparar una rica huminta, así detalla que primero se pela el choclo, se saca las chalas, después se corta el choclo y se lo muele. Tras ello se prepara la masa con canela, azúcar, sal a gusto, manteca criolla, la infaltable albahaca y el queso que no debe faltar en la huminta.
La pandemia obligó a muchas vendedoras tradicionales a dar el salto a la tecnología, empleando Facebook para comercializar sus productos y el servicio de delivery para enviarlos.