La importancia del reposo
José Arciénaga Preparador físico ¿Acabas de terminar un entrenamiento muy duro y ya te apetece empezar con el siguiente? Puede ser tentador, pero no le harás ningún favor ni al cuerpo, ni a tu progreso. Lo que necesitas es descansar y recuperarte. Para eso están los días de reposo....



José Arciénaga Preparador físico
¿Acabas de terminar un entrenamiento muy duro y ya te apetece empezar con el siguiente? Puede ser tentador, pero no le harás ningún favor ni al cuerpo, ni a tu progreso. Lo que necesitas es descansar y recuperarte. Para eso están los días de reposo. Los días de recuperación deportiva deberían formar parte de tu plan de entrenamiento. Es cuando el cuerpo tiene la oportunidad de recuperarse y procesar el progreso que has hecho. Cuando entrenas, llevas los músculos al límite, lo que estimula su crecimiento. Los músculos tienen que adaptarse al incremento de esfuerzo y así mejora tu rendimiento.
La hipertrofia (el crecimiento de las células musculares debido al estímulo) solo sucede en los días de reposo. Por eso es tan importante planear días de recuperación entre tus entrenamientos. Cuanta más experiencia tienes con el deporte, más consciente eres de las necesidades de tu cuerpo. La fatiga, el letargo y la debilidad muscular son algunos signos del sobre entrenamiento. Esto se debe a entrenar en exceso sin darle tiempo al cuerpo para la recuperación de los músculos fatigados.
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Llegados a este punto, el cuerpo ya no puede procesar la estimulación muscular y tu rendimiento se desploma, igual que la motivación para seguir entrenando. El cuerpo se merece un descanso. Y si quieres seguir progresando, tienes que respetar el tiempo de recuperación. Esto se aplica tanto en entrenamientos con el propio peso como en actividades de resistencia. A veces, es difícil resistir la tentación de hacer un pequeño entrenamiento en un día de reposo. Pero recuerda, así solo conseguirás frenar tu progreso.
¿Acabas de terminar un entrenamiento muy duro y ya te apetece empezar con el siguiente? Puede ser tentador, pero no le harás ningún favor ni al cuerpo, ni a tu progreso. Lo que necesitas es descansar y recuperarte. Para eso están los días de reposo. Los días de recuperación deportiva deberían formar parte de tu plan de entrenamiento. Es cuando el cuerpo tiene la oportunidad de recuperarse y procesar el progreso que has hecho. Cuando entrenas, llevas los músculos al límite, lo que estimula su crecimiento. Los músculos tienen que adaptarse al incremento de esfuerzo y así mejora tu rendimiento.
La hipertrofia (el crecimiento de las células musculares debido al estímulo) solo sucede en los días de reposo. Por eso es tan importante planear días de recuperación entre tus entrenamientos. Cuanta más experiencia tienes con el deporte, más consciente eres de las necesidades de tu cuerpo. La fatiga, el letargo y la debilidad muscular son algunos signos del sobre entrenamiento. Esto se debe a entrenar en exceso sin darle tiempo al cuerpo para la recuperación de los músculos fatigados.
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Llegados a este punto, el cuerpo ya no puede procesar la estimulación muscular y tu rendimiento se desploma, igual que la motivación para seguir entrenando. El cuerpo se merece un descanso. Y si quieres seguir progresando, tienes que respetar el tiempo de recuperación. Esto se aplica tanto en entrenamientos con el propio peso como en actividades de resistencia. A veces, es difícil resistir la tentación de hacer un pequeño entrenamiento en un día de reposo. Pero recuerda, así solo conseguirás frenar tu progreso.