Todo sobre antebrazos
José Arciénaga Preparador físico Los antebrazos son un grupo muscular al que no se le suele dar mucha importancia, probablemente debido a su tamaño. Esto lleva a que muchas personas no los entrenen de manera específica, y por este motivo están renunciando a trabajar un grupo muscular...



José Arciénaga Preparador físico
Los antebrazos son un grupo muscular al que no se le suele dar mucha importancia, probablemente debido a su tamaño. Esto lleva a que muchas personas no los entrenen de manera específica, y por este motivo están renunciando a trabajar un grupo muscular clave sobre todo en los ejercicios de tracción. El entrenamiento de los antebrazos dependerá principalmente de si lo que tenemos es un objetivo puramente estético o si lo que pretendemos es mejorar en otro deporte concreto.
En caso de que nuestro objetivo sea el segundo, tendremos que valorar cómo se comporta el antebrazo en dicho deporte. Si nos dedicamos al powerlifting, por ejemplo, nos interesará que el trabajo del antebrazo sea isométrico, ya que en este deporte la contracción del antebrazo ocurre de esta forma. En un peso muerto, por ejemplo, la fuerza de prensión isométrica es la que nos proporciona la capacidad de aferrarnos a la barra, cosa que evidentemente nos interesa.
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Para ello, conviene que trabajemos el antebrazo desde varios ángulos (supinación, pronación, agarre neutro). Pero sobre todo es interesante que le demos la máxima prioridad al ángulo en el que se produce la prensión de nuestro deporte. Por otra parte, si el objetivo es aumentar el tamaño de los antebrazos, de la misma manera que ocurre con los gemelos, la hipertrofia de los antebrazos es muy dependiente del potencial genético, de manera que aunque es muy factible mejorar la fuerza de los antebrazos, aumentar su tamaño es una tarea bastante más compleja.
Los antebrazos son un grupo muscular al que no se le suele dar mucha importancia, probablemente debido a su tamaño. Esto lleva a que muchas personas no los entrenen de manera específica, y por este motivo están renunciando a trabajar un grupo muscular clave sobre todo en los ejercicios de tracción. El entrenamiento de los antebrazos dependerá principalmente de si lo que tenemos es un objetivo puramente estético o si lo que pretendemos es mejorar en otro deporte concreto.
En caso de que nuestro objetivo sea el segundo, tendremos que valorar cómo se comporta el antebrazo en dicho deporte. Si nos dedicamos al powerlifting, por ejemplo, nos interesará que el trabajo del antebrazo sea isométrico, ya que en este deporte la contracción del antebrazo ocurre de esta forma. En un peso muerto, por ejemplo, la fuerza de prensión isométrica es la que nos proporciona la capacidad de aferrarnos a la barra, cosa que evidentemente nos interesa.
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Para ello, conviene que trabajemos el antebrazo desde varios ángulos (supinación, pronación, agarre neutro). Pero sobre todo es interesante que le demos la máxima prioridad al ángulo en el que se produce la prensión de nuestro deporte. Por otra parte, si el objetivo es aumentar el tamaño de los antebrazos, de la misma manera que ocurre con los gemelos, la hipertrofia de los antebrazos es muy dependiente del potencial genético, de manera que aunque es muy factible mejorar la fuerza de los antebrazos, aumentar su tamaño es una tarea bastante más compleja.