La intensidad del ejercicio
Medir la intensidad del ejercicio es bueno porque te permite saber si estás esforzándote lo suficiente o demasiado, y así saber si se está manteniendo el ejercicio a un nivel seguro y eficaz. Es una manera de evaluar su progreso y hay varias maneras eficaces y fáciles de medir la intensidad...



Medir la intensidad del ejercicio es bueno porque te permite saber si estás esforzándote lo suficiente o demasiado, y así saber si se está manteniendo el ejercicio a un nivel seguro y eficaz. Es una manera de evaluar su progreso y hay varias maneras eficaces y fáciles de medir la intensidad del ejercicio. A continuación ofrecemos tres técnicas y una explicación de cómo usar cada una de ellas. En caso necesario, también mencionamos circunstancias especiales que pueden hacer que cierta técnica sea menos eficaz para usted.
Primera técnica: prueba de la conversación. Esta esta es una manera rápida e informal de asegurarse de que no esté esforzándose demasiado. Simplemente hable en voz alta con alguien o solo, cante o recite los versos de un poema o canción cuando camine. El esfuerzo de intensidad baja o moderada le permite hablar cómodamente sin jadear ni perder el aliento. Si no puede conversar ni cantar porque se queda sin aliento o jadea mucho, está esforzándose demasiado. ¡Reduzca la intensidad!
Tercera técnica: escala de frecuencia cardiaca. Para la mayoría, resulta más preciso medir la intensidad cardiaca con el pulso o la escala de frecuencia cardiaca. Si sabe cuál es su meta de frecuencia cardiaca, podrá garantizar que al hacer ejercicio no sobrepase el nivel seguro y eficaz para usted. El nivel de intensidad de caminata que se recomienda para mejorar la salud y la condición física es la intensidad cardiaca moderada, que eleva su frecuencia cardiaca a un nivel de 60 a 75 por ciento de su frecuencia cardiaca máxima. A este nivel se le llama meta de frecuencia cardiaca y es el recomendado para las caminatas de las personas con artritis.
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Primera técnica: prueba de la conversación. Esta esta es una manera rápida e informal de asegurarse de que no esté esforzándose demasiado. Simplemente hable en voz alta con alguien o solo, cante o recite los versos de un poema o canción cuando camine. El esfuerzo de intensidad baja o moderada le permite hablar cómodamente sin jadear ni perder el aliento. Si no puede conversar ni cantar porque se queda sin aliento o jadea mucho, está esforzándose demasiado. ¡Reduzca la intensidad!
Tercera técnica: escala de frecuencia cardiaca. Para la mayoría, resulta más preciso medir la intensidad cardiaca con el pulso o la escala de frecuencia cardiaca. Si sabe cuál es su meta de frecuencia cardiaca, podrá garantizar que al hacer ejercicio no sobrepase el nivel seguro y eficaz para usted. El nivel de intensidad de caminata que se recomienda para mejorar la salud y la condición física es la intensidad cardiaca moderada, que eleva su frecuencia cardiaca a un nivel de 60 a 75 por ciento de su frecuencia cardiaca máxima. A este nivel se le llama meta de frecuencia cardiaca y es el recomendado para las caminatas de las personas con artritis.
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