Demasiada hidratación hace mal
José Arciénaga Preparador físico Hace poco vimos los efectos que puede tener sobre un deportista una falta de hidratación durante la práctica de ejercicio físico. Sin embargo, lo más peligroso para cualquier deportista y que puede causar incluso la muerte es el exceso de hidratación...



José Arciénaga Preparador físico
Hace poco vimos los efectos que puede tener sobre un deportista una falta de hidratación durante la práctica de ejercicio físico. Sin embargo, lo más peligroso para cualquier deportista y que puede causar incluso la muerte es el exceso de hidratación o intoxicación por agua, con graves consecuencias para cualquiera de nosotros. El peso de nuestro cuerpo está compuesto principalmente por entre un 60% y 70% de agua. Esto no quiere decir que debamos beber agua a todas horas como impone últimamente la moda entre deportistas de hidratarse continuamente, sino que debemos mantener una hidratación correcta durante el ejercicio físico, sin excesos ni carencias.
Aunque puede resultar complicado encontrar el punto óptimo de hidratación, conocer los efectos de una sobrehidratación en nuestro cuerpo puede ayudarnos a entender mejor los efectos de la hidratación en nuestros entrenamientos en bicicleta. El peligro más importante de una sobrehidratación viene dado por la intoxicación por agua en nuestro cuerpo. Uno de los problemas de la sobrehidratación es, principalmente, una disminución del nivel de sodio en sangre debido a la ingesta excesiva de agua. A partir de un nivel de sodio bajo, de menos de 125 partes por 1000, los deportistas empiezan a tener temblores, confusión, pérdida de memoria y al final, incluso un colapso nervioso y la muerte.
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Por ello, en los entrenamientos físicos intensos y de alta duración, siempre debemos hacer uso de bebidas isotónicas que repongan los niveles de vitaminas y minerales perdidos mediante la sudoración, además del agua. El otro problema de la sobrehidratación es el exceso de agua ingerida en muy poco tiempo. Es muy común encontrar a alguien que por el motivo que sea se bebe de golpe una cantidad muy respetable de agua (de más de un litro), y esto tiene efectos devastadores sobre nuestro organismo. Hasta que nuestros riñones empiezan a filtrar toda esa agua recién ingerida, nuestras células se hinchan de forma transitoria, incluidas las del cerebro.
Hace poco vimos los efectos que puede tener sobre un deportista una falta de hidratación durante la práctica de ejercicio físico. Sin embargo, lo más peligroso para cualquier deportista y que puede causar incluso la muerte es el exceso de hidratación o intoxicación por agua, con graves consecuencias para cualquiera de nosotros. El peso de nuestro cuerpo está compuesto principalmente por entre un 60% y 70% de agua. Esto no quiere decir que debamos beber agua a todas horas como impone últimamente la moda entre deportistas de hidratarse continuamente, sino que debemos mantener una hidratación correcta durante el ejercicio físico, sin excesos ni carencias.
Aunque puede resultar complicado encontrar el punto óptimo de hidratación, conocer los efectos de una sobrehidratación en nuestro cuerpo puede ayudarnos a entender mejor los efectos de la hidratación en nuestros entrenamientos en bicicleta. El peligro más importante de una sobrehidratación viene dado por la intoxicación por agua en nuestro cuerpo. Uno de los problemas de la sobrehidratación es, principalmente, una disminución del nivel de sodio en sangre debido a la ingesta excesiva de agua. A partir de un nivel de sodio bajo, de menos de 125 partes por 1000, los deportistas empiezan a tener temblores, confusión, pérdida de memoria y al final, incluso un colapso nervioso y la muerte.
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Por ello, en los entrenamientos físicos intensos y de alta duración, siempre debemos hacer uso de bebidas isotónicas que repongan los niveles de vitaminas y minerales perdidos mediante la sudoración, además del agua. El otro problema de la sobrehidratación es el exceso de agua ingerida en muy poco tiempo. Es muy común encontrar a alguien que por el motivo que sea se bebe de golpe una cantidad muy respetable de agua (de más de un litro), y esto tiene efectos devastadores sobre nuestro organismo. Hasta que nuestros riñones empiezan a filtrar toda esa agua recién ingerida, nuestras células se hinchan de forma transitoria, incluidas las del cerebro.