En Tarija caen prófugos por el asesinato de Fidel Yupanqui

Tras cuatro meses de búsqueda, este jueves los investigadores a cargo del caso capturaron en Tarija a dos prófugos implicados en el asesinato de Fidel Yupanqui Vilca, cuyo cadáver fue enterrado bajo las escaleras de su casa en El Alto a fines del 2023. Los autores del crimen fingieron que la víctima había vendido el inmueble y luego se había ido de viaje.

El cuerpo de la víctima fue encontrado durante un allanamiento el 16 de febrero. Edgar Saico Tintaya, quien decía ser uno de los nuevos dueños ya fue sentenciado, pero continuaba la búsqueda de Ramiro Rolando Sarzuri Mamani y María Cecilia Gonzáles Flores.

Operativo

El comandante departamental de la Policía, coronel Gregorio Illanes, informó que el operativo se ejecutó en coordinación con uniformados y fiscales de El Alto.

El Centro Especial de Investigación Policial (CEIP) determinó que inicialmente Sarzuri y Gonzáles huyeron a Santa Cruz, pero luego vinieron a Tarija.

A las 13.00 horas allanaron un domicilio en el barrio Jesús María. La mujer estaba al interior de un vehículo estacionado afuera, se encontraba junto a su hijo menor de edad. Rolando Sarzuri fue capturado a las 13.55 a la altura de la calle Domingo Paz y Colón.

Illanes señaló que ambos fueron conducidos a dependencias de Bomberos a la espera de los trámites para su traslado a La Paz, donde serán procesados. Se coordinó el viaje vía aérea con tres escoltas.

“Este señor es abogado, tenía su bufet en El Alto cerca del cruce Viacha, asimismo era notario y oficial de registro civil. Es una organización criminal, el abogado buscaba personas solas y propietarias de inmuebles para hacer amistad. Posteriormente se presentaban como personas con intención de cooperar (en la venta de viviendas). Así presentó a Efraín Calle y Edgar Saico con el fallecido, como si fueran mineros interesados en comprar la casa”, afirmó.

Asesinato

Esteban Yupanqui vivía en la zona 16 de Julio y tenía intención de vender su domicilio desde octubre.

La hipótesis indica que en diciembre fueron los supuestos interesados a conocer el inmueble. Durante la visita, al subir a la terraza en el tercer piso lo habrían ahorcado y enterraron el cuerpo debajo de las gradas.

El 2 de enero María Yupanqui, hija del fallecido, recibió la llamada de una tía que le dijo no poder ubicar a Fidel desde el 30 de diciembre. En la casa encontraron a Efraín Saico que dijo haber comprado el domicilio, que había pagado 200 mil dólares y debía un saldo igual.

A los días el supuesto abogado llamó a la familia para decir que el hombre se había ido de viaje y pedir que “no molesten” al nuevo dueño. La hija no le creyó y denunció el caso. Inicialmente se tipificó como trata y tráfico, pero luego se cambió a asesinato cuando allanaron la casa con canes especiales y encontraron el cuerpo enterrado bajo una capa de cemento y azulejo.