En los primeros días de la gestión 2023 se registraron cuatro feminicidios en Bolivia
Estigmatización, una secuela en los hijos de las víctimas de feminicidio
Muy pocos colegios y docentes brindan una atención especial a las niñas, niños y adolescentes que son huérfanos de feminicidio. En la mayoría de los casos estos menores tienen problemas de aprendizaje



“Tu papá es un asesino”, “no tienes mamá”, “tu papá está en la cárcel”, “el hijo de la asesinada” esas son algunos de los ataques con las que tienen que lidiar a diario los hijos de las víctimas de feminicidio en territorio nacional. No solo cargan con la pérdida violenta de su madre, sino también con el estigma social que soportan dentro de las unidades educativas y el mismo entorno familiar, lo que los pone en una situación de vulnerabilidad total.
¿Dónde está mi mamá, cuándo va a bajar del cielo? Le pregunta Ana (nombre referencial) casi todas las noches a su abuelita María de 60 años. La pequeña cumplió cinco años el 2022 y un año antes su mamá, Viviana falleció de una golpiza brutal propinada por su esposo Rubén Callata, que la mantuvo siete meses en estado vegetativo.
La víctima dejó dos niños en la orfandad de ocho y cinco años. Ambos enfrentan una serie de problemáticas para su reincorporación a la sociedad después de haber vivido episodios de violencia en su hogar y la muerte repentina de su progenitora, uno de los mayores obstáculos es, sin lugar a dudas, el de la discriminación que sufren en sus aulas y el lugar donde habitan.
La abuela relata a la Agencia de Noticias Fides (ANF) que desde la muerte de su hija Viviana, la vida de sus nietos cambió por completo y pese a la ayuda de sus familiares y algunas sesiones de terapia, los pequeños enfrentan una serie de obstáculos para tener una “vida normal”. Debido a que en la zona donde viven, en El Alto, son constantemente señalados e incluso, dice que hay personas que se alejan y evitan socializar con las víctimas.
“Los niños huérfanos, todas las tardes y noches me preguntan por su mamá, lloran porque a veces les molestan en el colegio por lo que ha pasado con su mamá o en la misma zona donde vivimos, queremos irnos de ahí a otro lugar, pero no sabemos a dónde. Hay días en que no pueden dormir, no sé qué hacer y a veces solo lloran y se pregunta ‘¿no parece mi mamá? ¿Cuándo va llegar del cielo? Ella me quería’”, afirma con lágrimas.
María cuenta que sus nietos se sienten solos y que hay días en los que están decaídos y se aíslan. En algunas oportunidades, el hijo mayor tuvo un comportamiento agresivo.
Desprotegidos
Bolivia, uno de los países con la tasa de violencia más alta de la región, tiene además de una deuda en cuanto a la persecución y prevención de estos delitos, otra con las víctimas colaterales de las muertes de estas mujeres, que son los hijos que quedan en la orfandad y se convierten en una responsabilidad para las familias que reciben poco o nada de apoyo estatal.
A nivel nacional y desde hace varios años, los parientes que asumen la custodia de niños y niñas cuyas madres fueron asesinadas demandan una normativa nacional que permita asistir a estas víctimas en específico. Aunque la Ley 348 establece la responsabilidad del Estado en cuanto a la protección de esta población, no hay normativa nacional vigente como reglamento de esta obligación. El 2019 la Defensoría del Pueblo presentó un proyecto que hasta ahora no fue aprobado, dando prioridad a otros temas en agenda.
Mediante activismos se obtuvo algunas normas municipales. El país está compuesto por un total de 342 municipios, hasta la fecha solamente 21 de ellos cuenta con normativas ediles en favor de este grupo vulnerable, aunque aún sin reglamento. En Tarija los que tienen leyes de este tipo son Uriondo, el primero a nivel nacional en 2020, y Entre Ríos.
El proyecto de ley de “Medidas de Asistencia Estatal Integral a Hijas e Hijos Huérfanos de Feminicidio" fue presentado en julio de 2019. La propuesta incluía el pago de un bono equivalente al 20 por ciento de un salario básico, descuento en las tarifas de servicios básicos y transporte, becas que garanticen su derecho a la educación, además de la inamovilidad laboral para quienes estén a su cargo.
Aunque nada revierte las muertes, esta normativa significaba aminorar los costos y las dificultades por las que atraviesan los nuevos responsables de estos menores, además de la peregrinación por justicia que puede ser de años y cuantiosos gastos legales.
“Puras promesas, hablar con comisiones, convocatorias para hablar con la prensa, pero nada. Las promesas vinieron de diputados del MAS y de la oposición, una vergüenza. Es una pena, tantos niños desprotegidos”, aseveró Daiana Tapia, que pertenece a la Asociación de Familiares de Víctimas de Feminicidio y que es quien asumió como suyo el cuidado del hijo de su hermana Daniela, cuya muerte suscitada en 2017 en La Paz se encuentra aún impune.
Cuatro feminicidios en lo que va del 2023
En lo que va de este 2023 ya se han perpetrado cuatro feminicidios: uno en Tarija, dos en Santa Cruz y uno en Potosí. La información fue ratificada por Sergio Fajardo, director de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida y la Integridad Personal.
Fajardo sostuvo que, de los cuatro feminicidios, tres autores de crímenes de odio contra mujeres bolivianas ya están detenidos por la rápida acción de los efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y los fiscales asignados a ese tipo de casos.
Recordó que 2022 se cerró con 94 casos de feminicidio a nivel nacional, de los cuales 24 casos concluyeron con la condena de 30 años de cárcel.