La aplicación móvil ya fue implementada en El Alto
Tarija: Buscan apoyar a víctimas de violencia a través de una app móvil
La aplicación Felisa Yanapiri brinda consejos de seguridad, lugares georreferenciados para la atención del SLIM, FELCV y asesoría legal.



La aplicación móvil denominada Felisa Yanapiri es el resultado de meses de trabajo de las mujeres promotoras de la Organización de Mujeres Aymaras del Kollasuyo (OMAK) que buscaban una herramienta para orientar a las víctimas de violencia sobre los mecanismos de denuncia e información sobre seguridad. Desde El Alto ahora se proyectan al resto del país para compartir su experiencia.
La coordinadora de este proyecto, Bernarda Ferreira, explicó que se trata de 25 mujeres promotoras comunitarias de los municipios de El Alto, Viacha y Tiahuanacu, quienes antes de la pandemia identificaban casos de violencia y asistían a las víctimas. Con la llegada de la pandemia su trabajo enfrentó muchos obstáculos.
“Las promotoras durante la pandemia no podían hacer su rol. Empezamos a hacer capacitaciones por Zoom para que puedan crear grupos de Whatsapp y otras herramientas digitales para la prevención”, afirmó.
Con el inicio de la pandemia se incrementó el riesgo para las mujeres sufrir un hecho de violencia, debido a que muchas de las víctimas tuvieron que permanecer encerradas en su domicilio y junto a sus agresores. Esto en un contexto en el que existieron conflictos por la crisis sanitaria y la económica.
Un grupo focal trabajó identificando la necesidad de crear nuevos proyectos, así surgió la idea de una aplicación móvil. Ellas ya daban uso a otras aplicaciones que descargaban y se dieron cuenta que también podían lanzar una que esté diseñada para la prevención y atención de casos.
Con el objetivo planteado, se presentó el proyecto y se obtuvo tres financiamientos para contratar a la empresa a cargo del diseño de la app y la página web. En ambas existe un personaje, una mujer de pollera de nombre Felisa Yanapiri, que acompaña a la usuaria en su recorrido por la plataforma.
“Se brinda consejos de seguridad, lugares georreferenciados para la atención, como el SLIM y la FELCV, también información de la Ley 348. Lo más importante es que tiene dos botones, uno de ellos sirve para registrar tres números de personas de confianza y si hubiera una situación de vulnerabilidad se lo marca y llega una notificación a los contactos como SMS, para evitar problemas como mala conexión. El otro sirve para contactar a una promotora de OMAK o el sistema de atención integral”, detalló.
Ferreira señaló que el servicio de atención de OMAK cuenta con patrocinio legal y asesoría psicosocial. Las mujeres que lo requieran, pueden acceder al servicio de una abogada que realice seguimiento a su causa de forma gratuita, solo deberá pagar el costo de los trámites. Una psicóloga y una trabajadora social también pueden realizar la contención o guía a las mujeres.
La aplicación que ya fue lanzada en noviembre de 2021 ya atendió casos registrados en el municipio de El Alto y se trabaja al momento en la solución de algunos problemas técnicos. Las mujeres del resto del país también pueden descargarla y acceder a una orientación, aunque no se le podrá dar asistencia legal debido a que esos procesos son presenciales.
Bernarda Ferreira señaló que esta experiencia puede ser replicada en otros departamentos, en abril se hizo una sistematización y se tomó contacto con organizaciones del resto del país para recibir una retroalimentación. Ya se logró una alianza con la FELCV y esta unidad policial, que carece de personal, les deriva algunos casos para un acompañamiento psicosocial a la víctima.
Botón de pánico, la aplicación móvil que no funcionó
En el departamento se lanzó hace dos años una aplicación denominada “Botón de Pánico”, que dependía de la Dirección de Género de la Gobernación en coordinación con la Policía Departamental para que los efectivos atiendan los pedidos de ayuda de las víctimas que se sentían en una situación de vulnerabilidad.
Meses después el proyecto fue descartado por diferentes falencias, no había suficiente personal ni se asignó a la institución policial los equipos y motorizados que se requería para asistir oportunamente.