El barrio organiza iniciativas propias
Los vecinos de Juan XXIII luchan contra el Covid y la delincuencia
Durante los últimos meses lograron brindar asistencia a los más necesitados, pero aún se sienten inseguros por la presencia constante de antisociales en algunos de los lugares emblemáticos del barrio



Más allá de esperar las acciones y políticas de los diferentes niveles de gobierno, que suelen ser tardías o ineficientes, en el barrio Juan XXIII son los vecinos los que llevan adelante iniciativas propias para la atención de diferentes temas como la seguridad ciudadana o la asistencia médica y social para personas con Covid-19.
El presidente del barrio, Erick Barreto, explicó orgulloso sobre la elaboración de un plan que denominaron “Equipo Covid” que consistió en conformar un grupo de profesionales en medicina y psicología para brindar asistencia en el tema físico, pero también contención emocional para quienes lo requieran.
“Creo que somos el único o uno de los pocos barrios que cuentan con algo así. El equipo lo conformamos con dos médicos, dos psicólogos y otras personas que son de la zona y que identificamos a quienes se contagiaron para que tengan un apoyo, una contención psicológica y también asistencia social”, indicó.
Este apoyo consiste en videollamadas para el monitoreo permanente de los pacientes, por una parte. Por la otra, en campañas solidarias para la compra de medicamentos y víveres para los vecinos de escasos recursos económicos.
Una de estas colectas llegó a recaudar más de 15.000 bolivianos para un vecino que estuvo en estado crítico y posteriormente perdió la vida. “Era un señor que estaba muy delicado. Nos hemos organizado con unos amigos al principio y hemos logrado juntar unos Bs 5000, luego con una kermesse se ha juntado como B. 7000 más y con otras actividades también se ha podido sumar. Lamentablemente el señor ha fallecido, pero ha sido una ayuda para su esposa y sus cuatro hijos”.
Para cumplir con este cometido se designó por cada cuadra a una persona que esté en contacto con el resto y así identificar a quienes puedan requerir este tipo de asistencia. Por este tipo de actividades, Barreto declaró que en el barrio Juan XXIII se logró consolidar una buena convivencia entre vecinos.“Somos una vecindad, todos nos conocemos y son todos muy solidarios. Cuando alguien necesita algo todos aportan para ayudar”.
Seguridad, el punto débil
Si bien hay muchos aspectos que los vecinos destacan sobre la convivencia, el reclamo general tiene que ver con denuncias constantes de hechos delictivos, que se redujeron durante los meses que la cuarentena fue más estricta, pero que nuevamente se estarían incrementando.
Entre los hechos más recientes, está el ocurrido el 8 de septiembre cuando fueron los mismos vecinos quienes lograron capturar a un antisocial que momentos antes había intentado robar en la zona. Posteriormente lo inmovilizaron y le sacaron fotografías para publicarlas y que pudieran reconocerlo todos quienes hayan sido sus víctimas.
Por el cansancio, es que desde antes de la cuarentena fue la gente que propuso diferentes iniciativas como la conformación de brigadas ciudadanas para hacer un rol de turnos para recorrer las calles por la noche.
También plantearon recolectar dinero con rifas y otras actividades para poder refaccionar un ambiente dentro de un lote propio para que se pueda convertir en un módulo policial. Anteriormente hicieron la solicitud al Comando Departamental y las autoridades les dijeron que si hay un ambiente que conste al menos de un cuarto y un baño se puede destinar mínimamente a un oficial.
Todas estas iniciativas quedaron paralizadas por la cuarentena, pero esperan retomarlas en octubre cuando las actividades sean aún más regulares.
Actividades comerciales atraen a los delincuentes
En el barrio Juan XXIII son dos las zonas que los vecinos identificaron como las más conflictivas por la presencia de antisociales. Una de ellas es la avenida Font que se ha convertido en una zona comercial con negocios que están abiertos todo el día, incluso en la noche con la venta de comida y delivery.Otro es el bosquecillo que es utilizado por malvivientes para esconderse o para juntarse a consumir bebidas alcohólicas.