Morros Blancos
¿Mujeres de noche en penal? se filtran denuncias y videos
La ex directora de Régimen Penitenciario en Tarija dijo que tuvo conocimiento de esta situación desde el inicio de la cuarentena e incluso puso a conocimiento de sus superiores, pero no le hicieron caso



Era jueves 27 de agosto después de las 22.00 y en las afueras de la cárcel de Morros Blancos se registraba un inusitado movimiento de vehículos y de algunas mujeres. Se había pasado el dato de que por las noches, el personal policial permitía ingreso de mujeres a la cárcel previa cancelación de diferentes montos de dinero. Y las sacaban en horas de la madrugada, antes de que el movimiento interno en el recinto sea normal.
El País fue a corroborar aquel dato y todo parecía cierto. Un vehículo de color blanco con los vidrios raibanizados daba vueltas y vueltas por la avenida sobre la que está la cárcel, y mientras se hacía la guardia, otro vehículo con letrero de taxi de color oscuro llegaba también hasta el penal, con una mujer en el asiento de atrás. Al llegar frente a la puerta de acceso al penal, el auto estacionó afuera.
La vagoneta blanca volvió a dar vuelta la avenida y volvió a estacionarse. Esta vez salió del vehículo una persona, ingresó al penal, minutos después salió y se abrió el portón por donde entró el vehículo oscuro. Tras eso, salió la misma persona, se subió a la vagoneta y arrancó la movilidad.
Antes de todo esto, otra mujer bajó de una vagoneta, estaba cubierta con una capucha y poco antes de llegar a la puerta de la cárcel, se quitó la cubierta de la cabeza, se soltó el cabello, tocó la puerta y minutos después ingresó al recinto penitenciario.
Al día siguiente, viernes, más mujeres fueron hasta la cárcel y hacían fila afuera del penal para poder entrar.
Ángela (nombre ficticio), cuenta que es una de las mujeres que ingresó a la cárcel y dice que cada una de las que entró aquella noche, pagaron 150 bolivianos para poder pasar la noche con sus parejas. Ingresaron a las 22.30 y las sacaron a eso de las 4 de la madrugada.
Relata que en otros turnos (otros días), cobran entre 200 y 300 bolivianos; eso depende de qué oficial esté de turno. Aunque dice que también las tarifas varían dependiendo del interno al cual se visita, pues si éste tiene dinero, el costo de ingreso de la mujer es mayor.
“Yo me fui a quedar al penal de Morros Blancos y el policía me ha cobrado caro, yo tengo mis hijos, mi marido me llamó y me dijo que el policía quería Bs 300, pero no puedo decir nombres. Me fui a quedar el viernes y a las 3 de la mañana me sacaron”, dice otra de ellas.
Para entrar a la celda, dice que antes las revisan y en algunas ocasiones la hicieron subir al micro que transporta internos, donde ven si lleva celulares o bebidas alcohólicas u otras cosas. Para salir de la celda, le tocan la puerta antes de las 4 de la mañana y la acompañan al portón, antes de que los demás internos comiencen a salir al patio.
Ex autoridad habla del tema
Toda esta situación al parecer no es tan secreta, pues El País habló con la exdirectora del Régimen Penitenciario en Tarija, Mariela Figueroa, quien dijo que dentro del penal pasan muchas otras cosas más que seguro se sabrán en el transcurso de los siguientes días. Pero respecto a lo de las mujeres de noche en la cárcel, lo admitió.
“Lo que puedo decirle es que desde que inició la cuarentena y nosotros socializamos el tema de la restricción de visitas a mediados de marzo, es que ya había esta clase de problemas. Había mucha molestia de los privados de libertad que decían que la directora restringe mucho las visitas, pero siguen metiendo mujeres todas las noches. Yo no soy seguridad, yo no abro ni cierro las puertas en el penal. Esto es netamente responsabilidad de la parte policial”, refirió.
Figueroa dijo que a ella le pusieron en conocimiento sobre el tema, pero ella no tenía cómo denunciarlo. Dijo que cuando puso este hecho a conocimiento de sus superiores a nivel nacional, de forma verbal, ellos le dijeron que dicho informe debía ser por escrito y con pruebas.
“Seamos realistas, puesto que entre policías todos se tapan. No olvidemos que el Director General es un policía, ese es el error de la administración. Por eso es que pasa toda la corrupción”, añadió.
Dijo que incluso ella solicitó en varias ocasiones al director nacional de Régimen, el cambio de Gobernador del penal, pero nunca tuvo respuesta alguna. “Por ahí, también por eso es mi cambio, porque he sido una persona que ha molestado mucho”, dijo.
La parte policial
En el afán de conseguir la versión de los denunciados, El País contactó al actual director de seguridad del penal, el capitán Sánchez, quien negó rotundamente tales situaciones que se denuncian.
“Está prohibido, en ningún momento recibimos alguna denuncia ni nada de eso. No tengo conocimiento de tal asunto y no podría informar de algo que no sé. No hay denuncias y no hay algo para responder”, dijo.
Consultado sobre si las visitas, más aún a esas horas están prohibidas, enfatizó que no hay visitas por el tema de la pandemia, eso está prohibido y es de conocimiento público.