Misterio por la muerte de pareja molida a golpes
Un matrimonio fue hallado sin vida y con signos de violencia el miércoles en su casa de la zona sur de la ciudad de Santa Fe. Si bien las pesquisas no encontraron el auto de la pareja, no se detectó ningún otro signo de robo, por lo que aún se trata de determinar qué pasó realmente. La...



Un matrimonio fue hallado sin vida y con signos de violencia el miércoles en su casa de la zona sur de la ciudad de Santa Fe. Si bien las pesquisas no encontraron el auto de la pareja, no se detectó ningún otro signo de robo, por lo que aún se trata de determinar qué pasó realmente.
La imposibilidad de comunicarse con los dueños de casa con el correr de los días y el fuerte olor que salía del domicilio, fueron los datos que llamaron la atención de la empleada doméstica de la familia que vivía en Francia al 1.100.
Ante este panorama, la mujer decidió llamar a la Central de Emergencias 911, quienes acudieron en pocos minutos, quienes desde el techo de la casa pudieron observar los dos cadáveres tirados en la puerta de la cocina, con la reja de entrada abierta.
La fiscal Gioria dio autorización a la policía para entrar a la vivienda, y junto con los efectivos ingresó Amalia, la vecina de la casa lindera.
La mayor preocupación en ese momento era saber en qué estado se encontraba Rodrigo, el hijo del matrimonio que padece cuadriplejia y parálisis cerebral, y dependía completamente de sus padres.
La mujer dio detalles de la macabra escena. Sin dudarlo, y con la desesperación de socorrer al chico, Amelia entró a la casa y se encontró con la escena de mucha sangre y sobre esta, los cuerpos de Rafael Espino y Mónica Rampazzo: ella se encontraba a un costado del cuerpo de él, que estaba ubicado boca abajo. En la casa no había signos de desorden ni puertas violentadas.
Sobre el cuerpo de la mujer había una piedra, y sobre su mano, un cuchillo de cocina. Ambos elementos fueron secuestrados por los peritos de la Policía de Investigaciones.
La imposibilidad de comunicarse con los dueños de casa con el correr de los días y el fuerte olor que salía del domicilio, fueron los datos que llamaron la atención de la empleada doméstica de la familia que vivía en Francia al 1.100.
Ante este panorama, la mujer decidió llamar a la Central de Emergencias 911, quienes acudieron en pocos minutos, quienes desde el techo de la casa pudieron observar los dos cadáveres tirados en la puerta de la cocina, con la reja de entrada abierta.
La fiscal Gioria dio autorización a la policía para entrar a la vivienda, y junto con los efectivos ingresó Amalia, la vecina de la casa lindera.
La mayor preocupación en ese momento era saber en qué estado se encontraba Rodrigo, el hijo del matrimonio que padece cuadriplejia y parálisis cerebral, y dependía completamente de sus padres.
La mujer dio detalles de la macabra escena. Sin dudarlo, y con la desesperación de socorrer al chico, Amelia entró a la casa y se encontró con la escena de mucha sangre y sobre esta, los cuerpos de Rafael Espino y Mónica Rampazzo: ella se encontraba a un costado del cuerpo de él, que estaba ubicado boca abajo. En la casa no había signos de desorden ni puertas violentadas.
Sobre el cuerpo de la mujer había una piedra, y sobre su mano, un cuchillo de cocina. Ambos elementos fueron secuestrados por los peritos de la Policía de Investigaciones.