“El jardín del horror”: inicia juicio contra cinco maestras
Ayer martes comenzó el juicio oral a cinco mujeres que trabajaban en el jardín de infantes Tribilín, quienes enfrentan condenas de hasta 10 años de prisión por abandono de persona, amenazas y lesiones. Tras más de dos años de retraso, se buscará comprobar la culpabilidad de las maestras...
Ayer martes comenzó el juicio oral a cinco mujeres que trabajaban en el jardín de infantes Tribilín, quienes enfrentan condenas de hasta 10 años de prisión por abandono de persona, amenazas y lesiones.
Tras más de dos años de retraso, se buscará comprobar la culpabilidad de las maestras Noelia Gallardo y Yanina Gogonza; la directora Noemí Nuñez y las empleadas Mariana Bichniv y Gisela Diap.
En 2013, los audios de una mujer gritando y amenazando a una nena estremecieron a la localidad de San Isidro. Las mismas fueron grabadas de incógnito por el padre de una de las alumnas que asistían al establecimiento educativo. Pero ella no fue la única que padeció los maltratos que, en algunos casos, dejaron secuelas permanentes en los menores.
“Son 40 chicos los que eran sometidos a diferentes torturas como por ejemplo, sumergirles la cabeza en la pileta. Les pegaban, maltrataban, entregaban a los padres en pésimas condiciones. Los encerraban en una habitación con aire acondicionado y muchos sufrieron problemas respiratorios. Además los obligaban a comer mediante cachetazos”, contó el abogado de las familias denunciantes, Sergio Arenas.
“¿Podés sacar el cuaderno en vez de ponerte a boludear? Dejá de gritar, callate. . ¿Querés ir a la pileta? Bueno, callate. ¡Callate!”, le dice en el audio Yanina a uno de los menores. “Harta me tienen con los escándalos. ¿Por qué te los desatás? ¿Querés ir al baño? ¡Bueno cerrá la boca!”, se escucha en uno de los terribles audios.
“Mi hija se autoagredía y llenaba su boca con comida”
Corría el año 2013 y Nicolás se preparaba para mandar a su hija al jardín de infantes Tribilín, en San Isidro, al cual asistía desde chiquita. Pero en enero se destapó la olla y se conoció el horror al que eran sometidos los chiquitos que allí cursaban.
Hoy, casi seis años después de ese hecho, en las puertas de los tribunales de esa localidad en el norte del conurbano, donde se enjuicia a las maltratadoras, el hombre recuerda aquellos días.
“Mi hija tenía un año y cuatro meses no hablaba, ni nada. Hoy en día está bastante bien, pero durante dos años se autoagredía, se llenaba la boca de comida”, contó el hombre sin poder esconder el dolor que aún lleva consigo por lo ocurrido.
Llenarse la boca con comida era una de las atrocidades a las que era sometida la nena por las dos maestras que serán enjuiciadas junto con otras tres trabajadoras de la institución.
Su hija, contó, también fue maltratada a golpes: “Recibió cachetazos, insultos, todo tipo de agresiones. Hasta los 3, 4 años se pegaba chirlos en la cola y cachetazos y le tenía terror al agua. Recién hace dos años se pudo meter abajo del agua”.
En uno de los audios la acusada amenaza con llevar a la pileta a un nenes que se porta mal y llora desconsoladamente. Según evidencias, les metían la cabeza abajo del agua como castigo. “Hay chicos que tienen secuelas. Espero que haya justicia una vez por todas y vayan presas” cerró Nicolás.
Tras más de dos años de retraso, se buscará comprobar la culpabilidad de las maestras Noelia Gallardo y Yanina Gogonza; la directora Noemí Nuñez y las empleadas Mariana Bichniv y Gisela Diap.
En 2013, los audios de una mujer gritando y amenazando a una nena estremecieron a la localidad de San Isidro. Las mismas fueron grabadas de incógnito por el padre de una de las alumnas que asistían al establecimiento educativo. Pero ella no fue la única que padeció los maltratos que, en algunos casos, dejaron secuelas permanentes en los menores.
“Son 40 chicos los que eran sometidos a diferentes torturas como por ejemplo, sumergirles la cabeza en la pileta. Les pegaban, maltrataban, entregaban a los padres en pésimas condiciones. Los encerraban en una habitación con aire acondicionado y muchos sufrieron problemas respiratorios. Además los obligaban a comer mediante cachetazos”, contó el abogado de las familias denunciantes, Sergio Arenas.
“¿Podés sacar el cuaderno en vez de ponerte a boludear? Dejá de gritar, callate. . ¿Querés ir a la pileta? Bueno, callate. ¡Callate!”, le dice en el audio Yanina a uno de los menores. “Harta me tienen con los escándalos. ¿Por qué te los desatás? ¿Querés ir al baño? ¡Bueno cerrá la boca!”, se escucha en uno de los terribles audios.
“Mi hija se autoagredía y llenaba su boca con comida”
Corría el año 2013 y Nicolás se preparaba para mandar a su hija al jardín de infantes Tribilín, en San Isidro, al cual asistía desde chiquita. Pero en enero se destapó la olla y se conoció el horror al que eran sometidos los chiquitos que allí cursaban.
Hoy, casi seis años después de ese hecho, en las puertas de los tribunales de esa localidad en el norte del conurbano, donde se enjuicia a las maltratadoras, el hombre recuerda aquellos días.
“Mi hija tenía un año y cuatro meses no hablaba, ni nada. Hoy en día está bastante bien, pero durante dos años se autoagredía, se llenaba la boca de comida”, contó el hombre sin poder esconder el dolor que aún lleva consigo por lo ocurrido.
Llenarse la boca con comida era una de las atrocidades a las que era sometida la nena por las dos maestras que serán enjuiciadas junto con otras tres trabajadoras de la institución.
Su hija, contó, también fue maltratada a golpes: “Recibió cachetazos, insultos, todo tipo de agresiones. Hasta los 3, 4 años se pegaba chirlos en la cola y cachetazos y le tenía terror al agua. Recién hace dos años se pudo meter abajo del agua”.
En uno de los audios la acusada amenaza con llevar a la pileta a un nenes que se porta mal y llora desconsoladamente. Según evidencias, les metían la cabeza abajo del agua como castigo. “Hay chicos que tienen secuelas. Espero que haya justicia una vez por todas y vayan presas” cerró Nicolás.