En Chonchocoro al menos 22 reos fueron asesinados
Desde la inauguración en 1990 del penal de Chonchocoro, considerado de máxima seguridad, al menos 22 internos fueron asesinados en riñas por el descontrol de los efectivos de policía, sostuvo el exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos. “Parecería que hay pena de muerte en...



Desde la inauguración en 1990 del penal de Chonchocoro, considerado de máxima seguridad, al menos 22 internos fueron asesinados en riñas por el descontrol de los efectivos de policía, sostuvo el exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos.
“Parecería que hay pena de muerte en Bolivia, y esto está demostrando, en el caso de Chonchocoro, que son 22 muertes violentas, que la Policía no tiene control”, apuntó.
En ese sentido Llanos indicó que no se debe mirar a los internos por estos hechos, sino a las autoridades encargadas del control de las cárceles porque “cualquiera puede entrar a la cárcel y no puede salir muerto”.
El martes, Víctor Hugo Escobar alias “Oti”, considerado como reo de alta peligrosidad, fue asesinado con 20 puñaladas. Aún se desconocen los motivos, pero se sospecha que fue por un caso de tráfico de armas. Antes de ser trasladado a Chonchocoro, Escobar era delgado en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz. Según la Ley de Ejecución de Penas y Supervisión, cada año los internos eligen a sus delegados mediante voto universal bajo la supervisión del Servicio de Asistencia Social dependiente de Régimen Penitenciario.
De acuerdo a datos oficiales, en 2016 en Chonchocoro murieron dos reos: uno por agresión violenta y otro caso que está en investigación. En 2017 las autoridades registraron otro interno muerto por agresión violenta.
Los reportes sobre patologías atendidas en el penal muestran el grado de violencia que se registra en el recinto: 29 casos de contusiones y 35 casos de heridas atendidas por el personal médico.
El riesgo de que un interno pueda perder la vida está en todos los penales y no solo en Chonchocoro. En diciembre de 2016, José Luis Choque murió luego de ser víctima de una fuerte agresión por los internos en la cárcel de San Pedro. Choque era investigado por la muerte de su hija de siete años. El ministro de Gobierno Carlos Romero al conocer la noticia de la agresión dijo que fue expresión de la “furia popular”. Pese a haber recibido amenazas de muerte, el Estado no garantizó la vida de Choque.
En 2016 Régimen Penitenciario registró un muerto por agresión violenta en San Pedro, cuatro por suicidio y uno más que está en investigación. En 2017 dos fueron los muertos por suicidio. Las muertes por enfermedad son un caso aparte. Sin embargo no se conocen los resultados de las investigaciones.
Según el informe de patologías más frecuentes, en 2017 en San Pedro se registraron 802 casos de contusiones y 107 casos de heridas atendidas por el personal médico.
“Parecería que hay pena de muerte en Bolivia, y esto está demostrando, en el caso de Chonchocoro, que son 22 muertes violentas, que la Policía no tiene control”, apuntó.
En ese sentido Llanos indicó que no se debe mirar a los internos por estos hechos, sino a las autoridades encargadas del control de las cárceles porque “cualquiera puede entrar a la cárcel y no puede salir muerto”.
El martes, Víctor Hugo Escobar alias “Oti”, considerado como reo de alta peligrosidad, fue asesinado con 20 puñaladas. Aún se desconocen los motivos, pero se sospecha que fue por un caso de tráfico de armas. Antes de ser trasladado a Chonchocoro, Escobar era delgado en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz. Según la Ley de Ejecución de Penas y Supervisión, cada año los internos eligen a sus delegados mediante voto universal bajo la supervisión del Servicio de Asistencia Social dependiente de Régimen Penitenciario.
De acuerdo a datos oficiales, en 2016 en Chonchocoro murieron dos reos: uno por agresión violenta y otro caso que está en investigación. En 2017 las autoridades registraron otro interno muerto por agresión violenta.
Los reportes sobre patologías atendidas en el penal muestran el grado de violencia que se registra en el recinto: 29 casos de contusiones y 35 casos de heridas atendidas por el personal médico.
El riesgo de que un interno pueda perder la vida está en todos los penales y no solo en Chonchocoro. En diciembre de 2016, José Luis Choque murió luego de ser víctima de una fuerte agresión por los internos en la cárcel de San Pedro. Choque era investigado por la muerte de su hija de siete años. El ministro de Gobierno Carlos Romero al conocer la noticia de la agresión dijo que fue expresión de la “furia popular”. Pese a haber recibido amenazas de muerte, el Estado no garantizó la vida de Choque.
En 2016 Régimen Penitenciario registró un muerto por agresión violenta en San Pedro, cuatro por suicidio y uno más que está en investigación. En 2017 dos fueron los muertos por suicidio. Las muertes por enfermedad son un caso aparte. Sin embargo no se conocen los resultados de las investigaciones.
Según el informe de patologías más frecuentes, en 2017 en San Pedro se registraron 802 casos de contusiones y 107 casos de heridas atendidas por el personal médico.