Polémica: reo pasó el doble de tiempo preso en Palmasola
La liberación ayer de un preso que pasó más de siete años en prisión cuando solo estaba condenado a tres puso de manifiesto la problemática de los retrasos en el sistema judicial y penitenciario de Bolivia, informaron medios locales. José Alonso S. salió del penal de Palmasola, el más...



La liberación ayer de un preso que pasó más de siete años en prisión cuando solo estaba condenado a tres puso de manifiesto la problemática de los retrasos en el sistema judicial y penitenciario de Bolivia, informaron medios locales.
José Alonso S. salió del penal de Palmasola, el más conflictivo del país, tras pasar siete años, cinco meses y quince días preso cuando solamente estaba condenado a tres años por un robo, según reportan medios bolivianos como el diario El Deber.
Este hombre ingresó en prisión en 2010 acusado de tentativa de homicidio, pero en 2013 fue sentenciado a tres años de reclusión por robo, aunque la sentencia no llegó hasta 2015, cuando ya había superado ese tiempo de condena.
El diario recoge testimonios de otros reclusos que relatan que José Alonso solo esperaba estar tres meses entre rejas e incluso un día recogió sus pertenencias y se plantó ante la puerta de la cárcel confiado en salir, pero pasó allí horas de espera sin éxito.
Más de siete años después, el hombre relataba a los medios ya al otro lado del muro del penal de la ciudad oriental de Santa Cruz que solo piensa en trabajar, que volvería adentro para visitar a otros reos y que un policía le dio veinte bolivianos, casi tres dólares, para sus primeros gastos tras cruzar la puerta de Palmasola.
Los responsables de la penitenciaría detectaron al menos 140 casos como este, según confesó a los medios el gobernador de Palmasola, Javier Lora.
El gobernador aseguró que por iniciativa propia revisaron expedientes de reclusos para descubrir casos de condena cumplida, lo que permitió la liberación de alrededor de unos cuarenta internos, y enviaron a los juzgados la información para liberar a los otros cien.
Lora atribuyó esta situación a un sistema que desconoce en muchos casos quién debe salir de prisión, con unos juzgados sobrecargados de trabajo.
Las cárceles de Bolivia presentan problemas de conflictividad y hacinamiento, debido entre otros factores a que la mayoría de los reos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren un retraso crónico.
Unas 18.000 personas están encarceladas en el país, de ellas cerca de 5.400 con condena y más de 12.500 preventivamente, según datos oficiales a noviembre de 2017.
El pasado abril el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció un indulto y amnistía para algo más de 2.700 reos procesados o condenados por delitos menores, aunque su salida de prisión requiere un proceso que puede durar varios meses.
José Alonso S. salió del penal de Palmasola, el más conflictivo del país, tras pasar siete años, cinco meses y quince días preso cuando solamente estaba condenado a tres años por un robo, según reportan medios bolivianos como el diario El Deber.
Este hombre ingresó en prisión en 2010 acusado de tentativa de homicidio, pero en 2013 fue sentenciado a tres años de reclusión por robo, aunque la sentencia no llegó hasta 2015, cuando ya había superado ese tiempo de condena.
El diario recoge testimonios de otros reclusos que relatan que José Alonso solo esperaba estar tres meses entre rejas e incluso un día recogió sus pertenencias y se plantó ante la puerta de la cárcel confiado en salir, pero pasó allí horas de espera sin éxito.
Más de siete años después, el hombre relataba a los medios ya al otro lado del muro del penal de la ciudad oriental de Santa Cruz que solo piensa en trabajar, que volvería adentro para visitar a otros reos y que un policía le dio veinte bolivianos, casi tres dólares, para sus primeros gastos tras cruzar la puerta de Palmasola.
Los responsables de la penitenciaría detectaron al menos 140 casos como este, según confesó a los medios el gobernador de Palmasola, Javier Lora.
El gobernador aseguró que por iniciativa propia revisaron expedientes de reclusos para descubrir casos de condena cumplida, lo que permitió la liberación de alrededor de unos cuarenta internos, y enviaron a los juzgados la información para liberar a los otros cien.
Lora atribuyó esta situación a un sistema que desconoce en muchos casos quién debe salir de prisión, con unos juzgados sobrecargados de trabajo.
Las cárceles de Bolivia presentan problemas de conflictividad y hacinamiento, debido entre otros factores a que la mayoría de los reos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren un retraso crónico.
Unas 18.000 personas están encarceladas en el país, de ellas cerca de 5.400 con condena y más de 12.500 preventivamente, según datos oficiales a noviembre de 2017.
El pasado abril el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció un indulto y amnistía para algo más de 2.700 reos procesados o condenados por delitos menores, aunque su salida de prisión requiere un proceso que puede durar varios meses.