Envían otra vez a la cárcel a ex policía por abuso sexual
Un ex funcionario de la Policía que había sido encerrado por una denuncia de violación salió liberado en marzo de este año, pero no pasaron ni dos meses de aquella ocasión y el sujeto nuevamente fue encarcelado, esta vez por un caso de abuso sexual a la mujer de un efectivo verde...



Un ex funcionario de la Policía que había sido encerrado por una denuncia de violación salió liberado en marzo de este año, pero no pasaron ni dos meses de aquella ocasión y el sujeto nuevamente fue encarcelado, esta vez por un caso de abuso sexual a la mujer de un efectivo verde olivo.
El ex policía I.A.M. (según sus iniciales) fue aprehendido por una denuncia de tentativa de violación que se registró el viernes 4 de mayo, y el sábado 5 del mismo mes, en su audiencia de medidas cautelares, se determinó enviarlo preventivamente a la cárcel de Morros Blancos, por el delito de abuso sexual.
De acuerdo a la denuncia, la víctima T.M.M. (según sus iniciales) relató que el viernes pasado, al promediar las 6.30, cuando ella se encontraba en su domicilio preparando sus cosas para salir a vender, salió un rato al baño y cuando retornó, observó que las ventanas y puerta de su cuarto estaban cerrados, por lo que pensó que su esposo, un policía, había ingresado.
Pero cuando entró a la habitación se sorprendió al ver adentro al sindicado detrás de la puerta, quien al tenerla cerca comenzó a manosearla, tocarle sus pechos y bajarle su ropa interior, rompiendo incluso su pollera, por el forcejeo que se registró ante la resistencia de la víctima.
Relata que ella le pedía que la soltara, pero él le insinuaba “déjate, por favor déjate”, con serias intenciones de tener relaciones con la víctima, por lo que ante tal situación sacó fuerzas y pudo sacar del cuarto al agresor, mientras gritaba ¡auxilio, auxilio! a los inquilinos del domicilio, quienes nunca escucharon ni salieron a la ayuda.
Antes de irse, el agresor amenazó a la mujer indicándole que volvería, por lo que la víctima consternada llamó a su esposo, sargento del verde olivo, quien al llegar y escuchar lo sucedido salió en búsqueda de su ex camarada, pero al no tener resultados, fueron a sentar la denuncia a la Estación Policial Integral (EPI) de Senac, para pedir colaboración.
Cuando ya estaban retornando de la tarea, el esposo de la víctima interceptó al denunciado y procedió a la aprehensión, dado que la mujer lo reconoció.
Su primera aprehensión
En octubre del pasado año, el ahora sindicado (ex cabo) se encontraba en compañía de un menor de edad y una mujer compartiendo bebidas alcohólicas. Pero la mujer quedó inconsciente y cuando despertó, culpó al ex policía de haberla violado.
Debido a esta denuncia el sindicado fue aprehendido y posteriormente el Ministerio Público emitió la imputación por el delito de violación. En la audiencia de medidas cautelares, tras realizar la valoración del caso, el juez determinó su detención preventiva en el penal de Morros Blancos.
Así, durante la etapa de investigación, el Ministerio Público realizó diferentes pericias para demostrar la autoría del imputado, entre ellas la declaración de la víctima, así como también la pericia genética, cuyos resultados se conocieron cinco meses después.
Con todo esto, en la audiencia de cesación a la detención preventiva para el imputado, el juez realizó la valoración a la prueba genética, la cual confirmó que el ADN encontrado en la víctima no correspondía al del imputado, por lo que ante tal situación se determinó darle al imputado la libertad.
El ex policía I.A.M. (según sus iniciales) fue aprehendido por una denuncia de tentativa de violación que se registró el viernes 4 de mayo, y el sábado 5 del mismo mes, en su audiencia de medidas cautelares, se determinó enviarlo preventivamente a la cárcel de Morros Blancos, por el delito de abuso sexual.
De acuerdo a la denuncia, la víctima T.M.M. (según sus iniciales) relató que el viernes pasado, al promediar las 6.30, cuando ella se encontraba en su domicilio preparando sus cosas para salir a vender, salió un rato al baño y cuando retornó, observó que las ventanas y puerta de su cuarto estaban cerrados, por lo que pensó que su esposo, un policía, había ingresado.
Pero cuando entró a la habitación se sorprendió al ver adentro al sindicado detrás de la puerta, quien al tenerla cerca comenzó a manosearla, tocarle sus pechos y bajarle su ropa interior, rompiendo incluso su pollera, por el forcejeo que se registró ante la resistencia de la víctima.
Relata que ella le pedía que la soltara, pero él le insinuaba “déjate, por favor déjate”, con serias intenciones de tener relaciones con la víctima, por lo que ante tal situación sacó fuerzas y pudo sacar del cuarto al agresor, mientras gritaba ¡auxilio, auxilio! a los inquilinos del domicilio, quienes nunca escucharon ni salieron a la ayuda.
Antes de irse, el agresor amenazó a la mujer indicándole que volvería, por lo que la víctima consternada llamó a su esposo, sargento del verde olivo, quien al llegar y escuchar lo sucedido salió en búsqueda de su ex camarada, pero al no tener resultados, fueron a sentar la denuncia a la Estación Policial Integral (EPI) de Senac, para pedir colaboración.
Cuando ya estaban retornando de la tarea, el esposo de la víctima interceptó al denunciado y procedió a la aprehensión, dado que la mujer lo reconoció.
Su primera aprehensión
En octubre del pasado año, el ahora sindicado (ex cabo) se encontraba en compañía de un menor de edad y una mujer compartiendo bebidas alcohólicas. Pero la mujer quedó inconsciente y cuando despertó, culpó al ex policía de haberla violado.
Debido a esta denuncia el sindicado fue aprehendido y posteriormente el Ministerio Público emitió la imputación por el delito de violación. En la audiencia de medidas cautelares, tras realizar la valoración del caso, el juez determinó su detención preventiva en el penal de Morros Blancos.
Así, durante la etapa de investigación, el Ministerio Público realizó diferentes pericias para demostrar la autoría del imputado, entre ellas la declaración de la víctima, así como también la pericia genética, cuyos resultados se conocieron cinco meses después.
Con todo esto, en la audiencia de cesación a la detención preventiva para el imputado, el juez realizó la valoración a la prueba genética, la cual confirmó que el ADN encontrado en la víctima no correspondía al del imputado, por lo que ante tal situación se determinó darle al imputado la libertad.