Rumbo al 3M: Ortiz, Camacho y las cuentas de Ciesmori
Nadie puede creer que la Presidenta Jeanine Áñez estuviera contraprogramando el domingo en la noche la publicación de la encuesta de Ciesmori para Bolivisión, Unitel y Red Uno con un tema tan sensible como el del coronavirus en Bolivia, pero visto el resultado, tampoco hay que...



Nadie puede creer que la Presidenta Jeanine Áñez estuviera contraprogramando el domingo en la noche la publicación de la encuesta de Ciesmori para Bolivisión, Unitel y Red Uno con un tema tan sensible como el del coronavirus en Bolivia, pero visto el resultado, tampoco hay que descartarlo.
La Presidenta tuvo la mala suerte de que se filtrara un decreto que acabó siendo falso, pero que generó numerosas dudas sobre el “toque de queda” a las 15.00, que de momento, el lunes hasta el cierre de esta edición, no era oficial. Áñez solo recomendó quedarse en casa, además de prohibir eventos masivos y recortar las reuniones a 100 personas. Con todo, el desconcierto sirvió para que la encuesta quedara en segundo plano. Como la propia campaña en sí.
El domingo, algunos se fueron demasiado felices a dormir. Otros hicieron que no lo vieron. Lo cierto es que el lunes era día de resaca para unos y para otros.
A Ciesmori le dicen casi de todo, pero no es la encuestadora que más ha errado en el país y tiene cierta experiencia acumulada. La cuestión es que este año el Tribunal Supremo Electoral obliga a las encuestas a dar sus resultados sobre voto válido, lo que las expone más, pues antes se publicaban números muy generosos con un 15 por ciento de indecisos y un margen de error de +/-3, que es un mundo.
La del domingo, sobre voto válido, deja a Luis Arce Catacora en 38,4 por ciento y a solo 1,6 por ciento de un triunfo en primera vuelta que hace posible la dispersión del voto anti MAS: Carlos Mesa es segundo con 23,3 por ciento; Jeanine Áñez, que no despega, se queda en 19,9 por ciento y Luis Fernando Camacho suma 8,1%. Chi Hyun Chung, medida conservadora, suma 5,8% sobre voto válido.
Distancia
El candidato del MAS se acerca al 40 por ciento de la votación en primera vuelta
Los partidos han hecho lecturas divergentes, porque evidentemente, de lo que se trata ahora es de desacreditar las encuestas y exhibir fortalezas. De eso van las campañas. Aunque por línea baja, los operadores reconozcan un pánico total, y cada vez más abiertamente la posibilidad de que la elección, finalmente, no vaya.
La encuesta de Ciesmori y es “Urbana – rural”, pero nunca es lo suficientemente rural como para considerarla bien ponderada. En el MAS hay una sensación de exitismo que le ha llevado a concentrarse más en el control de voto y en mantener vivos tanto a Mesa como a Áñez, sin elegir adversario exclusivo, para que la división siga dando frutos. Luis Arce Catacora no hizo ni una tímida referencia al resultado.
Tampoco habló Carlos Mesa, aunque en su entorno ven muy sólidos los avances, pues ha abierto hueco respecto a Áñez con lo que le dio la primera encuesta de febrero, que además era la que contemplaba el impacto de la recientemente confirmada candidatura de la Presidenta. Mesa va a seguir apelando al voto útil y al cambio moderado, que en una situación de crisis como la actual tendrá sus compradores. Aún así, en esta ocasión ha incrementado la agresividad respecto a sus competidores, y algo parece estarle saliendo bien. En 2019, por ciento, Mesa apenas superó en las encuestas ese 23 por ciento, aunque en octubre sumó 37%.
En las filas de la Presidenta, la encuesta cayó mucho peor. Ni siquiera Óscar Ortiz, jefe de campaña y especializado en leer encuestas negativas como si fueran positivas tuvo una valoración en redes. Sí que algunos de sus operadores mediáticos compartieron los cuadros residuales en los que se mide quién le ganaría a Arce Catacora, en que aparece como la de mayor porcentaje… lo cual no es un gran logro tomando en cuenta que un 60% dice que no votará por el MAS.
Además, suman el argumento de que es la candidatura “que más sube”, idéntico al que utilizó Ortiz durante toda su campaña frente a la candidatura de Carlos Mesa y que se quedó en apenas un 5 por ciento a la hora de la verdad y “gracias”, pues una votación mayor hubiera hecho innecesario cualquier “fraude” en las elecciones del 20 de octubre.
Entre los tocados está también Luis Fernando Camacho, de Creemos, que con un 8,1% sobre voto válido baja dos puntos respecto a la encuesta de febrero, pero además pierde Santa Cruz, donde había ganado, y no siente ningún impacto con la irrupción de Marco Pumari, quieto hasta después de Carnaval, y que se suponía iba a lograr mejores porcentajes en el occidente del país para una candidatura “demasiado camba”.
Por su parte, Chi Hyun Chung, minimizado por todos, mantiene un 5,8% en las encuestas y aspira al menos a repetir el 8 por ciento que ya logró en 2019, cuando fue la alternativa a un sistema en destrucción.
La sigla del MNR, de nuevo en riesgo
Tres partidos de los que concurren a las elecciones tienen riesgo de perder la sigla. El primero es ADN, que ni siquiera tiene candidato, y que no registra ninguna simpatía. Sería un final extraño para una sigla que ya muchos creían muerta.
El siguiente es Tuto Quiroga, con apenas un 2,2 y muy cerca de Ildefonso Mamani de Pan Bol. Tuto concurre en esta ocasión con las siglas del octogenario MNR, que ya estuvo en riesgo de desaparecer en 2019 con Virginio Lema de candidato, que sumó un 0,69%.
En esta ocasión, incluso partes del MNR, como el de Johnny Torres en Tarija, le han negado el respaldo. Tuto Quiroga, en la elección de 2014, sumó un 9 por ciento de voto.
La Presidenta tuvo la mala suerte de que se filtrara un decreto que acabó siendo falso, pero que generó numerosas dudas sobre el “toque de queda” a las 15.00, que de momento, el lunes hasta el cierre de esta edición, no era oficial. Áñez solo recomendó quedarse en casa, además de prohibir eventos masivos y recortar las reuniones a 100 personas. Con todo, el desconcierto sirvió para que la encuesta quedara en segundo plano. Como la propia campaña en sí.
El domingo, algunos se fueron demasiado felices a dormir. Otros hicieron que no lo vieron. Lo cierto es que el lunes era día de resaca para unos y para otros.
A Ciesmori le dicen casi de todo, pero no es la encuestadora que más ha errado en el país y tiene cierta experiencia acumulada. La cuestión es que este año el Tribunal Supremo Electoral obliga a las encuestas a dar sus resultados sobre voto válido, lo que las expone más, pues antes se publicaban números muy generosos con un 15 por ciento de indecisos y un margen de error de +/-3, que es un mundo.
La del domingo, sobre voto válido, deja a Luis Arce Catacora en 38,4 por ciento y a solo 1,6 por ciento de un triunfo en primera vuelta que hace posible la dispersión del voto anti MAS: Carlos Mesa es segundo con 23,3 por ciento; Jeanine Áñez, que no despega, se queda en 19,9 por ciento y Luis Fernando Camacho suma 8,1%. Chi Hyun Chung, medida conservadora, suma 5,8% sobre voto válido.
Distancia
El candidato del MAS se acerca al 40 por ciento de la votación en primera vuelta
Los partidos han hecho lecturas divergentes, porque evidentemente, de lo que se trata ahora es de desacreditar las encuestas y exhibir fortalezas. De eso van las campañas. Aunque por línea baja, los operadores reconozcan un pánico total, y cada vez más abiertamente la posibilidad de que la elección, finalmente, no vaya.
La encuesta de Ciesmori y es “Urbana – rural”, pero nunca es lo suficientemente rural como para considerarla bien ponderada. En el MAS hay una sensación de exitismo que le ha llevado a concentrarse más en el control de voto y en mantener vivos tanto a Mesa como a Áñez, sin elegir adversario exclusivo, para que la división siga dando frutos. Luis Arce Catacora no hizo ni una tímida referencia al resultado.
Tampoco habló Carlos Mesa, aunque en su entorno ven muy sólidos los avances, pues ha abierto hueco respecto a Áñez con lo que le dio la primera encuesta de febrero, que además era la que contemplaba el impacto de la recientemente confirmada candidatura de la Presidenta. Mesa va a seguir apelando al voto útil y al cambio moderado, que en una situación de crisis como la actual tendrá sus compradores. Aún así, en esta ocasión ha incrementado la agresividad respecto a sus competidores, y algo parece estarle saliendo bien. En 2019, por ciento, Mesa apenas superó en las encuestas ese 23 por ciento, aunque en octubre sumó 37%.
En las filas de la Presidenta, la encuesta cayó mucho peor. Ni siquiera Óscar Ortiz, jefe de campaña y especializado en leer encuestas negativas como si fueran positivas tuvo una valoración en redes. Sí que algunos de sus operadores mediáticos compartieron los cuadros residuales en los que se mide quién le ganaría a Arce Catacora, en que aparece como la de mayor porcentaje… lo cual no es un gran logro tomando en cuenta que un 60% dice que no votará por el MAS.
Además, suman el argumento de que es la candidatura “que más sube”, idéntico al que utilizó Ortiz durante toda su campaña frente a la candidatura de Carlos Mesa y que se quedó en apenas un 5 por ciento a la hora de la verdad y “gracias”, pues una votación mayor hubiera hecho innecesario cualquier “fraude” en las elecciones del 20 de octubre.
Entre los tocados está también Luis Fernando Camacho, de Creemos, que con un 8,1% sobre voto válido baja dos puntos respecto a la encuesta de febrero, pero además pierde Santa Cruz, donde había ganado, y no siente ningún impacto con la irrupción de Marco Pumari, quieto hasta después de Carnaval, y que se suponía iba a lograr mejores porcentajes en el occidente del país para una candidatura “demasiado camba”.
Por su parte, Chi Hyun Chung, minimizado por todos, mantiene un 5,8% en las encuestas y aspira al menos a repetir el 8 por ciento que ya logró en 2019, cuando fue la alternativa a un sistema en destrucción.
La sigla del MNR, de nuevo en riesgo
Tres partidos de los que concurren a las elecciones tienen riesgo de perder la sigla. El primero es ADN, que ni siquiera tiene candidato, y que no registra ninguna simpatía. Sería un final extraño para una sigla que ya muchos creían muerta.
El siguiente es Tuto Quiroga, con apenas un 2,2 y muy cerca de Ildefonso Mamani de Pan Bol. Tuto concurre en esta ocasión con las siglas del octogenario MNR, que ya estuvo en riesgo de desaparecer en 2019 con Virginio Lema de candidato, que sumó un 0,69%.
En esta ocasión, incluso partes del MNR, como el de Johnny Torres en Tarija, le han negado el respaldo. Tuto Quiroga, en la elección de 2014, sumó un 9 por ciento de voto.