La Patria Grande avanza
Lo que se sabe (y lo que no) sobre la moneda común del sur
Los líderes regionales coinciden en que la dependencia de divisas extranjeras en la región es especialmente nociva por lo que se comparte la intención de avanzar en la convergencia monetaria, aunque entre muchas dudas
La idea de crear una moneda común para Latinoamérica y el Caribe vuelve a posicionarse como uno de los asuntos más relevantes en la agenda económica regional, sobre todo desde que el presidente del país más grande del bloque, Brasil, expresara que este proyecto es necesario para cortar con la dependencia del dólar.
Aunque se trata de una propuesta a largo plazo, que tiene más de una década resonando en el continente desde distintas visiones, en esta oportunidad el proyecto parece cobrar más fuerza tras la decisión de Argentina y Brasil de comenzar a trabajar en una divisa unitaria que les permita facilitar el comercio bilateral.
La cuestión ha cobrado más importancia, porque el anuncio de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Alberto Fernández, de Argentina, se hizo previo a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), efectuada en Buenos Aires, y la noticia ha generado reacciones a favor y en contra, incluyendo al propietario de Twitter, Elon Musk, quien dijo que la iniciativa "probablemente sea una buena idea".
Lula comentó el lunes que, si la decisión fuera suya, preferiría privilegiar el comercio exterior "siempre con la moneda de los otros países" para no depender del dólar. "¿Por qué no intentar crear una moneda común en los países del Mercosur como se intentó hacer en los países del BRICS [Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica]?", cuestionó.
Para el líder brasileño, la propuesta de la divisa única es un tema transversal que se debe construir a través de un amplio debate. Además, cree el proyecto también podría impactar al resto de la región, sobre todo porque hay países con dificultades para mantener un "equilibrio con el dólar".
Sobre esto, el presidente Fernández dijo que, aunque todavía no saben cómo podría funcionar la iniciativa entre Argentina y Brasil, ni mucho menos como sería para el resto de la región, sí hay certezas: la dependencia que tiene Latinoamérica y el Caribe en el uso de monedas foráneas para el comercio y "lo nocivo" que eso resulta.
"Si no nos animamos a cambiar, seguiremos padeciendo los mismos males", agregó Fernández, quien observa como un asunto vital profundizar los nexos económicos regionales, porque así se podría "motorizar a toda la América del Sur".
Venezuela está preparada
Tras conocerse el proyecto entre Brasil y Argentina, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, adelantó que su país está presto para trabajar en esa idea. "Venezuela está preparada y apoyamos la iniciativa de crear una moneda latinoamericana y caribeña", dijo.
Además, en su intervención vía teleconferencia en la VII Cumbre de la Celac, Maduro reiteró que comparte la propuesta de Lula para iniciar la construcción de una plataforma latinoamericana y caribeña, que se concrete en una moneda común y que habilite a los países a compartir sistemas financieros y monetarios.
Para lograrlo, el mandatario instó a la Celac a dar "el primer paso" para andar hacia ese camino, que le permita a la región ser "un territorio independiente y soberano, donde prevalezca la autodeterminación de los pueblos".
"Debemos asumir la política desde la gran política (...) respetando las políticas específicas, los modelos políticos, económicos y sociales de cada país, el programa político de cada liderazgo, de cada Gobierno, haciendo un gran ejercicio de tolerancia, de inclusión, que nos lleve a una unión verdadera", indicó.
Maduro detalló que el bloque tiene que lograr la "integración completa, económica, comercial, financiera y monetaria", de manera "irreversible para la región", para así frenar el impacto negativo del dólar.
México dice que no
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también opinó el martes sobre la propuesta y adelantó que su país –la segunda economía más grande de Latinoamérica después de Brasil– no se sumaría a la iniciativa, porque tienen "muchas razones" para "seguir manteniendo como referencia al dólar".
Sin embargo, el mandatario mexicano admitió que desconoce, de momento, los detalles de la propuesta y se mostró preocupado de que haya sido tergiversada para alentar tensiones con EE.UU.
La postura de López Obrador no es nueva. En enero pasado también mostró sus dudas, aunque comentó que "habría que ver" el detalle de lo que planteó Lula sobre la divisa regional.
"Nosotros no estamos planteando el que se sustituya al dólar", dijo López Obrador en esa ocasión, y aclaró que lo que propone México "es la unión de todos los países de América; el sueño de Bolívar, pero considerando a EE.UU. y a Canadá", que, a su parecer, haría que el continente fuese más fuerte y le permitiría a la región ser la "más importante del mundo".
Para el mandatario mexicano la integración económica debería tomar en cuenta la experiencia del Tratado entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC). Sin embargo, advirtió que para lograrla debería disminuir la desigualdad en el continente y "cambiar la política intervencionista" de Washington hacia el resto de los países.
De momento: Argentina y Brasil
El primer paso para la moneda común ya lo han dado formalmente Argentina y Brasil, las dos economías más grandes de Sudamérica, al poner en manos de sus ministros de Economía la planificación del proyecto.
Al respecto, Lula detalló que espera que los titulares de las carteras del área económica y los presidentes de los bancos centrales, puedan tener "la inteligencia, la competencia y la sensatez necesaria" para dar el salto hacia esa apuesta que busca mejorar las relaciones comerciales y financieras.
Previo a las declaraciones de Lula y Fernández, el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, confirmó a Financial Times que el proyecto de moneda común se ejecutaría acompañado por el real brasileño y el peso argentino, para que luego evaluarse y ofrecerse al resto de la región.
"Es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer", comentó Massa sobre el proyecto, que incluye estudiar "desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales".
Massa agregó que por ahora no hay que "crear falsas expectativas" y que lo más probable es que el tema requiera de un estudio profundo de muchos años para materializarse, como sucedió con la Unión Europea, que esperó 35 años para sacar el euro.
Según estimaciones de Financial Times, la posible moneda latinoamericana, representaría el 5 % del PIB mundial. Actualmente, la moneda común más fuerte es el euro, con casi 14 % del PIB global.
El relanzamiento de la Celac
El anuncio de la moneda común antecedió la cumbre de la Celac y, aunque no era contenido en sí mismo, acabó tomando preponderancia. La cumbre concluyó con una declaración de 100 puntos para “promover la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de los pueblos” de la región.
El documento, consensuado entre los 33 gobiernos, reiteró posiciones asumidas en numerosos foros internacionales, como que la región es una “zona de paz”, defiende sus recursos naturales y estratégicos, y promueve la integración a la vez que reconoce “la diversidad política, económica, social y cultural de los pueblos”.
La cumbre permitió el relanzamiento de la Celac, creada en 2010 en México, al reincorporarse Brasil con su nuevo mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, después de que en 2020 el expresidente derechista Jair Bolsonaro (2019-2022) separase de la entidad a la mayor economía de la región.
Bolivia, apoyo a la Celac y tibio con el Mercosur
Aunque el presidente Luis Arce no se refirió específicamente a la iniciativa del Sur, en su participación apostó fuerte por la Celac como camino de apertura hacia el mundo multipolar de la mano de los Brics. Por otro lado, después de una década a la espera de las decisiones en el Mercosur, tampoco mostró ningún entusiasmo especial con un foro superado por las circunstancias.
“La Celac debe ser el espacio y la herramienta para la construcción de un nuevo tipo de integración emancipadora, multidimensional y no subordinada, entre nuestros estados y pueblos”, dijo el jefe de Estado.
Además, planteó que la Celac debe permitir una apertura con el bloque del BRICS para que “América Latina y el Caribe deban ser parte activa de la construcción de un mundo multipolar”.
“La Celac debe servir para empezar a abrir una relación con los países que conforman el BRICS, también en condiciones favorables, para participar e incidir en esa nueva economía-mundo que se está configurando a partir del cambio del eje de la economía mundial del atlántico al Asia Pacífico”.
El BRICS es un bloque económico-comercial conformado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y al que se ha incorporado recientemente, Argentina.