Un diario comprometido con Tarija
El País cumple 31 años con nuevos desafíos
Tras el impacto de la pandemia y la crisis política, el periodismo vuelve a una dinámica de normalidad con muchos hábitos modificados y muchas estructuras superadas. La apuesta por la digitalización es permanente sin menospreciar al papel, cuyos lectores son los más leales



En cualquier crisis surgen oportunidades, y la pandémica no es para menos, aunque la dimensión de la misma, que en Bolivia se ha entremezclado con la crisis política, ha sido de las que dejan tambaleando a cualquiera. En el diario El País, como tantas otras empresas y como en tantas familias, hemos tenido que hacer esfuerzos para adecuarnos a los tiempos, para acelerar la digitalización en el trabajo diario y para priorizar los contenidos salvaguardando la salud. Hoy cumplimos 31 años aferrados a nuestros valores de siempre, que al final es lo que importa.
“Si algo nos ha enseñado la pandemia es a romper la barrera del espacio/tiempo para organizarnos, a adquirir nuevas competencias para rastrear la noticia, complementarla y compartirla con plenas garantías de calidad y también a deshacernos de ciertos vicios muy arraigados en las redacciones tradicionales, sobre todo con el tema de horarios, etc.” Señala Jesús Cantín, director de este diario y quien advierte que la forma de hacer el diario de papel ya no será igual después de la pandemia. “La información iba demasiado rápido y en un flujo continuo. La web se ha adaptado sin problemas a este ritmo y el papel ha tenido que aprender a olvidarse de la coyuntura y apostar más por el periodismo reflexivo y de profundización, que ciertamente es más útil”.
La pandemia llegó a Bolivia en medio de una enorme crisis política y con unas elecciones en ciernes que se fueron atrasando paulatinamente. Nadie puede decir cuánto influyó eso en la resolución de la crisis, pero lo cierto es que la gestión de la pandemia y todas sus restricciones afectaron a la libertad de prensa y al trabajo periodístico en general.
“Nosotros decidimos seguir saliendo en papel de lunes a viernes aunque la circulación estaba restringida por varios motivos. Una de las principales, que los canillitas debían garantizar sus ingresos, pero también porque no es verdad que todo el mundo tenga un teléfono inteligente en la mano y que se pueda informar por ahí. Muchas veces es peor. En esas es que el periódico siguió saliendo con normalidad” recuerda Natalia Seas, jefa de redacción del diario, quien recuerda que hubo dificultades porque las fuentes “se escondían”.
“La pandemia les permitió quitarse de en medio, evitar la exposición pública y solo lanzar mensajes enlatados con lo que exactamente querían decir, lo que en ese momento de mucha tensión política era un despropósito” recuerda Cantín.
Aunque todavía hay cierto sentimiento claustrofóbico postpandémico, la nueva normalidad se ha impuesto en el departamento y en el país, la población es consciente de los riesgos y también de las alternativas y el hecho de seguir adelante va sanando la sociedad.
El papel y el digital
“Todos hemos sido un poco más conscientes de lo que hacemos, y todos hemos tomado decisiones de fondo en la pandemia. No solo para sobrevivir” señala Seas.
En el diario El País, una de las últimas apuestas ha sido la de cambiar la calidad del papel, pasando de un papel importado de 43 gramos a uno nacional reciclado de 60 servido por la empresa estatal. “Nuestros lectores de papel han mostrado lealtad con nosotros y mejorar el producto es también una deferencia para ellos además de lo que a nivel económico supone apostar por el producto nacional, que es una de nuestras banderas editoriales. Lo que tenemos claro es que el papel, de momento, no va a desaparecer, no es tanto como se cree, leer sigue siendo un placer y no es lo mismo disfrutarlo impreso que en la pantalla del celular” señala Seas.
En paralelo y con la normalidad de los tiempos, El País se sigue desarrollando en todo su ecosistema digital, tanto en las plataformas estáticas como en las redes sociales, donde seguimos siendo los líderes del departamento en la materia.
“Estamos desarrollando una aplicación con Google News Initiative que apostó por el proyecto que presentamos y que pronto dará resultados. Se trata de que la aplicación sea el nuevo punto de encuentro entre el diario y sus lectores, un espacio más personalizado para cada uno y desde donde se pueda también interpelar al diario. Es una apuesta muy interesante que va más allá de la propia monetización del contenido” señala Cantín quien recuerda que El País ha sido uno de los medios pioneros en Bolivia en lanzar su paquete de suscripción muy asequible que da acceso a ciertos contenidos premium como las newsletter, además de la edición pdf y el acceso ilimitado a todo el contenido de la web, incluyendo su archivo histórico.
El País, un diario con compromiso cívico
El País fue fundado por Jaime Borda Campero y Fernando del Carpio Borda. La presentación del número cero se efectuó el 13 de junio, cumpleaños del padre de Jaime Borda (Antonio Borda Reyes), cuyas actividades cívicas, sociales e industriales contribuyeron al crecimiento de Tarija.
El día del lanzamiento el salón de honor del Comité Cívico presenció un lleno completo de distinguidas autoridades. Sin embargo, apenas dos meses después de la primera edición, los problemas no tardaron en llegar. Así, Del Carpio transfirió sus acciones a Gastón Vaca Guzmán (+) y a René Caso Borda. El nuevo equipo lideró el emprendimiento durante algo más de tres lustros, hasta que El País llegó a manos de René Caso Borda y Javier Escobar Salguero, quienes lideraron además la fusión con el diario El Nacional.
La historia de El País lo sitúa como uno de los 13 matutinos de Bolivia con más trayectoria en todo el país; tiempo que ha transcurrido acompañado de constantes avances, tanto técnicos como profesionales, que hasta lucen premios nacionales de periodismo.
En las páginas de El País se ha leído la historia contemporánea de Tarija y de Bolivia con lenguaje propio, desde las andanzas de Jaime Paz Zamora hasta el último legado de Víctor Paz Estensoro; desde la masacre de Pananti, las manifestaciones por la descentralización hasta las luchas por la autonomía; desde las penurias de la ex Codetar hasta el alumbramiento del IDH o la caída de Evo Morales.
En estas páginas se escribieron los grandes hitos, celebraciones, conmociones y tragedias de un cambio de siglo trascendental en Tarija, Bolivia y el mundo, un siglo que ya se consolida con lo digital y en el que sin duda quedan todavía muchas historias por contar.
Las apuestas de El País
Más digitalización
Desde hace años, el diario El País abordó su digitalización siendo pionero en diferentes estrategias, como la de fidelización a través de la suscripción. Seguir siendo lideres en la web y en las redes es el principal objetivo, además de desarrollar nuevas herramientas, como la aplicación, que facilite la lectura.
Más presencia territorial
El compromiso del diario El País con Tarija y Bolivia es pilar central de nuestro periodismo. Después de dos años de pandemia, el desafío es volver a conectar con el territorio, encontrar los lugares y los debates para volver a integrarnos. Nuevos productos y nuevas formas de comunicarnos con los lectores están a la espera.
Más debate social
El debate social y político en el país lleva años atascado, sin debates de fondo que motiven los cambios estructurales que la sociedad boliviana y tarijeña necesitan. Los problemas de las familias y los jóvenes en pleno 2022 son diferentes a las del 2000 y nuestra misión es también precipitar esos debates que nos definan como sociedad.