La evolución de un departamento poderoso
El esplendor de Santa Cruz, entre carretones, taperas y agricultura
Al comienzo del siglo XX ya se empezaron a construir mercados como: El Mercado Viejo o Central ( ya desaparecido), el Mercado Nuevo ( que existe todavía), Los Pozos, Siete Calles, La Ramada y el Centro de Ventas al Por Mayor o Mercado Abasto



La vida del Santa Cruz de Antaño transcurrió en una apacible calma en la que se formó un pueblo pujante, lleno de inquietudes y esperanzas que con el tiempo se vienen cumpliendo lentamente, pero con cimientos firmes y sólidos.
Los historiadores señalan con certeza que la conformación de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se hizo construyendo caseríos o barrios alrededor de las iglesias católicas.
Ya para el año 1888, según el plano de la ciudad elaborado por Konig y Lazcano, se pueden identificar claramente dónde estaban ubicados estos sitios y en la actualidad permanecen en esos mismos lugares.
Desde la construcción de aquellos edificios y hasta la fecha se los denomina a estos barrios como: Barrio de la Capilla, de la Merced, de San Roque, de San Andrés, de San Francisco, etc.
Santa Cruz de la Sierra desde siempre fue uno de los productores de artículos más importantes para la canasta familiar en Bolivia, el pueblo abastecía de la producción de granos como maíz, arroz, azúcar, quesos y otros productos.
Cuando la población creció y esta producción junto a la frutícola, de hortalizas, legumbres, y otros productos, también creció la comercialización que se realizaba en los patios y veredas de los tambos que se formaron casi en toda la ciudad como: El Tambo Cosmini, el Tambo Hondo, el Tambo Calama, el Tambo Encaramao y otros cuyos nombres huyen de la memoria del pueblo.
Al comienzo del siglo XX ya se empezaron a construir mercados como: El Mercado Viejo o Central ( ya desaparecido), el Mercado Nuevo ( que existe todavía), Los Pozos, Siete Calles, La Ramada y el Centro de Ventas al Por Mayor o Mercado Abasto.
Los recuerdos de las calles
Los recuerdos de las calles se resumen a taperas tradicionales en los costados, carretones y tramos polvorientos. Una que guarda más recuerdos es la Suarez de Figueroa que se encuentra en el centro de Santa Cruz, habían muy pocos vehículos, normalmente se utilizaban los carretones tirados por bueyes.
Otra de las calles es la Arenales, llamada anteriormente como Río Telchi, ya que cada vez que llovía era intransitable porque se llenaba de agua y parecía un río, ahí los pequeños jugaban en el agua detenida, el nombre viene de la farmacia de la familia Telchi, misma que estaba ubicada en esa cuadra.
Pero en el recuerdo también está la calle Ayacucho. Ésta desde siempre fue una de las calles más transitadas, se la recuerda cubierta de tierra y las taperas con sus hermosos horcones, algunos hasta tallados a mano
A esta descripción se suma la calle Colón, una de las fotografías de antaño la muestra llena de carretones, pero también con la presencia de los llamados willys, vehículos 4 x 4 que en 1960 estaban reemplazando a los carretones. Solo la gente pudiente podía adquirir.
Otro hermoso recuerdo lo guarda la plaza 24 de Septiembre, donde anteriormente se realizaban los cabildos y retretas. La gente salía a pasear, contaba un antiguo cruceño Néstor Castro Villaroel, que antes la gente que utilizaba zapatos podía pasear por arriba de la plaza y la gente que no tenía zapatos paseaba por debajo de la plaza.
Parque el Arenal
Respecto al parque Arenal cuentan que la laguna fue un estanque natural, recolector de aguas pluviales, situado entonces en los límites de la ciudad.
Era un lugar de recreo donde los niños acudían a nadar y pescar y las mujeres a lavar ropa. Allí también saciaban su sed los sedientos bueyes, caballos y mulas que aprovisionaban la ciudad desde las provincias vecinas.
En 1958 comenzaron los trabajos para convertir a El Arenal en una de las primeras áreas de esparcimiento de Santa Cruz, con su espejo de agua, su isla y sus jardines.
La esencia de antaño en el “Siete calles”
Más allá de ser una zona comercial, el mercado de las Siete Calles forma parte de la identidad cruceña.
Su historia se remonta a finales del siglo XIX. Originalmente la zona contaba con siete arterias, hasta que un vecino cerró un callejón para que su terreno no quede dividido en dos. Cuando las autoridades hicieron las verificaciones correspondientes creyeron que la popular zona solo contaba con seis calles.
Ya para los años 50, según registros históricos, empezaron a llegar a este particular distrito los primeros comerciantes desde Cochabamba y Vallegrande.
Aquellas personas comenzaron a vender sus productos en las arterias de tierra, en improvisadas chapapas (puestos precarios). Con el pasar de los años, las tierras fueron cubiertas por losetas y se construyeron puesto de material de construcción en donde actualmente trabajan.
El historiador Virgilio Suárez, señaló que la zona más que centro comercial es parte de la memoria colectiva de la ciudad. "Es exactamente el lugar más alto de Santa Cruz y a la vez la más bajo, que permitía bajar hasta las aguas de Pero Vélez, afluente del río Piraí. En este marco, se fue configurando uno los primeros centros comerciales populares de la ciudad de Santa Cruz", explicó.
La evolución de la arquitectura
Como dimensión material de la cultura cruceña, la arquitectura del oriente boliviano expresa en sus espacios el carácter y la personalidad de los cruceños, sus limitaciones y posibilidades, sus sueños y aspiraciones, así como permite reconocer su mestizaje, su arraigo y sus vínculos con el mundo. A las tres tipologías desarrolladas durante los dos siglos y medio coloniales, los habitantes de Santa Cruz fueron adicionando una serie de tipologías arquitectónicas, con coincidencia sincrónica con los intercambios culturales y comerciales que fueron sucediéndose en la región después de 1825.
La primera expresión de la arquitectura cruceña debió ocurrir en Santa Cruz de la Sierra la Vieja, cuando un constructor, de quien posiblemente jamás sabremos su nombre u origen, realizó una adaptación genial de la cabaña rural española, creando la cabaña rural mestiza del oriente, que hoy llamamos pahuichi cruceño, constituido por una estructura maderera y cobertura vegetal a dos aguas.
Algunos ejemplos de esta tipología contaban con dos plantas, caracterizándoles el balcón en voladizo en el nivel superior. Los muros portantes son de adobe, y apoyan las vigas en saledizo donde se construye el balcón que comunica las habitaciones superiores entre sí. La tipología maderera de vivienda con corredores exteriores de madera, corresponde a una sociedad ya con varias décadas de actividad en la producción agrícola y ganadera, y que se interesa en la construcción de un entorno más elaborado.
Desde los años '50, los sectores populares comienzan a familiarizarse con la tecnología moderna del hormigón armado, mientras aprenden el "nuevo orden" espacial que implica el chalet y las soluciones del edificio comercial moderno en altura. Paulatinamente, los sectores populares abandonan las técnicas y materiales tradicionales y asumen como propios los modernos.
Apuntes sobre
la temática
Calle Suárez de Figueroa
La Suarez de Figueroa se encuentra en el centro de Santa Cruz, en ella habían muy pocos vehículos, normalmente se utilizaban los carretones tirados por bueyes.
Calle Arenales
La calle Arenales, llamada anteriormente como Río Telchi, cada vez que llovía era intransitable porque se llenaba de agua y parecía un río, ahí los pequeños jugaban en el agua detenida
Parque Arenal
Era un lugar de recreo donde los niños acudían a nadar y pescar y las mujeres a lavar ropa. Allí también saciaban su sed los sedientos bueyes, caballos y mulas que aprovisionaban la ciudad desde las provincias vecinas.