En Bolivia se registraron 61 feminicidios
Violencia y feminicidios: cuando las heridas hablan del tormento
Margot solo tenía 25 años cuando su esposo le dio una patada en aquel vientre que había cuidado tanto, pues llevaba en él a Mateo. Más aún, los cinco meses de embarazo no fueron impedimento para su agresor.



Gabriela tiene 32 años y ha denunciado “cientos de veces” a su esposo por violencia familiar, sin embargo, la justicia nada ha hecho. Por lo que su familia tuvo que tomar cartas en el asunto, una tía se la llevó a otro departamento con su pequeño niño de un año y se hizo cargo de ella, esto quizás porque esa tía perdió a una hija a manos de un hombre.
Pero no en todos los casos las soluciones aparecen e incluso no sabemos a ciencia cierta si Gabriela estará finalmente libre de su agresor. También está Eunice quien por tres años ha recibido los golpes de su esposo, dejándole graves secuelas, una de ellas se traduce en una cicatriz que surca caprichosamente la parte derecha de su cara.
“Mi herida habla por mí”, dice cuando le consultamos sobre las agresiones de las que ha sido víctima. Revela que cada vez que se mira en el espejo es inevitable derramar lágrimas y aunque su agresor falleció en un accidente, “las heridas nunca sanan”, asegura al tiempo que se toca el pecho.
Pero como ésta hay muchas más historias. Margot solo tenía 25 años cuando su esposo le dio una patada en aquel vientre que había cuidado tanto, pues llevaba en él a Mateo. Más aún, los cinco meses de embarazo no fueron impedimento para su agresor.
“Perdí a mi bebé, hoy tengo tres hijos, pero al primero jamás lo olvido”, cuenta. Hoy se ha separado de su esposo y vive con sus tres hijos en un cuarto de alquiler.
Camila es otra víctima de violencia que ha vivido para contarla, un día de esos su esposo agarró un cuchillo y le hizo un corte en el brazo, “gracias a Dios” como ella dice su madre llegó justo ese momento a visitarla y su esposo escapó. Y aunque pusieron una denuncia ésta nunca progresó.
Hoy su cicatriz es testimonio de todo lo que ha vivido, sin embargo ha decidido cubrirla con un tatuaje para tratar de olvidar, al menos un poco el tormento vivido. “Es complicado olvidar semejante cosa, pero lo intento. No quiero que mis hijos sepan lo mucho que he sufrido, me he divorciado y mi pareja se ha ido del país”, cuenta.
Éstas son algunas historias que dan cuenta del sufrimiento que viven miles de mujeres y el riesgo que corren a manos de sus agresores. Lo triste es que muchas no sobreviven a esta violencia.
En Bolivia los feminicidios suman. Es lamentable informar que el Ministerio Público registró 61 feminicidios entre enero y el 11 de julio de este año. La mayor incidencia se encuentra en el departamento de La Paz y las víctimas están en el grupo etario de 21 a 30 años. En el mismo periodo se reportaron19 infanticidios en todo el país.
“Un estudio de investigación de todos los casos de feminicidio señala que la mayor prevalencia de grupo etario en casos de feminicidio se da de 21 a 30 años de edad. La mayor causa de mecanismo de muerte son lesiones por arma blanca, arma de fuego y asfixias, seguida de otras”, informó la directora del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), Nayra Padilla,
Los datos oficiales del Ministerio Público dan cuenta que, de los 61 casos de feminicidio, en el departamento de La Paz se registraron 20 casos, Cochabamba 10, Santa Cruz 10, Oruro 6, Potosí 5, Chuquisaca 4, Beni 3, Tarija 2 y Pando 1.
Los dos casos que enlutaron a Tarija
El primer caso en Tarija fue el de Balvina Flores, cuyo cadáver fue encontrado tras 79 días de búsqueda en el barrio 2 de Mayo. La mujer desapareció el pasado 14 de febrero cuando fue a visitar a sus hijas a la casa de su ex concubino.
El segundo caso se registró el 22 de junio en horas de la noche cuando vecinos de la comunidad de Aguayrenda encontraron a Andrea de 55 años muerta, tenía el cuerpo semidesnudo y presentaba evidentes signos de violencia. Tras el levantamiento legal del cadáver, se le practicó el examen forense en el hospital Rubén Zelaya en la que se demostró que la causa de la muerte fue un traumatismo cráneo encefálico con fracturas múltiples.
El calvario tras la pandemia y una propuesta
Mientras el mundo lucha contra la pandemia de Covid-19, una pandemia de feminicidios y violencia de género acaba con la vida de mujeres y niñas en todas partes, advierten los expertos en derechos humanos y urgen a tomar medidas inmediatas para poner fin a estas atrocidades.
Según indican, muchos de estos feminicidios podrían evitarse. Para ello, llaman a todos los Estados y actores sociales relevantes a tomar medidas inmediatas por medio del establecimiento de órganos nacionales multidisciplinarios de prevención o de vigilancia como los observatorios de feminicidios.
La relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres Dubravka Šimonovic explica que estos órganos deberían tener el mandato de recopilar datos comparables y desglosados sobre feminicidios o asesinatos de mujeres por motivos de género; realizar un análisis de los casos de feminicidio para determinar deficiencias y recomendar medidas para la prevención de dichos casos.
Esto aseguraría que las víctimas de feminicidio no sean olvidadas. Los observatorios por los que aboga Šimonovic deberán clasificar los datos colectados por categorías que especifiquen la relación de la víctima con el perpetrador y que detallen la edad; discapacidad, si la hubiera; identidad de género; estatus migratorio o de desplazamiento, cuando existan; origen étnico; y comunidad indígena o religiosa, en los casos pertinentes.
Šimonovic mencionó que desde 2015, numerosos Estados han establecido guardias u observatorios de feminicidios y que en un número cada vez mayor de países han sido las instituciones independientes de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, grupos de mujeres o instituciones académicas las que han establecido dichos observatorios.
La relatora especial recordó que, en línea con las conclusiones de la reunión Beijing+25, la oficina regional para Europa de la ONU, apoyó la iniciativa de los observatorios de feminicidios y recomendó el establecimiento de órganos nacionales multidisciplinarios para evitar esos crímenes y todos los asesinatos motivados por razones de género.
Normas e intentos en Bolivia
En Bolivia se tiene la Ley 348 que tiene por objeto establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores, con el fin de garantizar a las mujeres una vida digna y el ejercicio pleno de sus derechos para Vivir Bien.
Más aún, esta norma no ha sido del todo efectiva sobre todo por la gran burocracia existente en el país y algunos vacíos relacionados a la protección de la víctima.
Sumado a ello también se han creado botones de pánico, como en el caso de Tarija, el objetivo era reducir los casos de feminicidio. Esta aplicación permitía a la Policía conocer la ubicación exacta de la posible víctima por georreferenciación, lo que posibilitaría prestar auxilio de forma oportuna. Más aún tampoco logró su objetivo.
Sin duda en el camino de luchar contra la violencia a la mujer hay mucho por recorrer y el reto es enorme.
¿Dónde denunciar? Y ¿qué derechos tengo?
Todo hecho de violencia contra las mujeres podrá ser denunciado por la mujer o cualquier otra persona que conozca el delito, en los siguientes servicios:
• Policía Boliviana.
• Ministerio Público.
• Servicios Legales Integrales Municipales.
• Defensorías de la Niñez y Adolescencia, cuando la persona agredida sea menor de 18 años de edad.
• Servicios Integrados de Justicia Plurinacional.
• Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima.
• Autoridades indígena originario campesinas, cuando corresponda.
Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
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Cuando denuncias tienes derecho a:
• Ser atendida de forma gratuita, con calidad, respeto y dignidad, sin revictimización. Contar con información durante todo el proceso.
• Obtener atención inmediata en cualquier centro de salud y solicitar certificado médico, que demuestre los daños en el cuerpo.
• Contar con medidas inmediatas de protección para evitar que el agresor se te acerque o te amenace.
• Si es necesario, contar con traductor/a para presentar tu denuncia y seguir el proceso en tu idioma.
Tres sombras sobre la mujer
Mujeres y pobreza
La pobreza hace que las mujeres sean más vulnerables a la discriminación, tanto por su género como por su situación económica. Brindar capacitación a las mujeres de bajos ingresos, así como ofrecer préstamos, puede empoderarlas para tomar el control de su futuro.
Mujeres y salud
El acceso a servicios de salud adecuados, desde la salud sexual hasta la salud mental y la nutrición, sigue siendo un desafío importante para muchas mujeres. Poner fin a prácticas nocivas como la mutilación genital femenina también entra dentro de esta área de preocupación.
Violencia contra la mujer
La violencia contra la mujer sigue siendo un problema universal, aunque es más grave en algunos países. Después de la Conferencia de Beijing de 1995, dos tercios de todos los países involucrados implementaron leyes para reducir la violencia doméstica.