Analistas advierten laxa regulación del mercado de inversiones
SAFIs “exportan” ahorro mientras empresas buscan financiamiento
Los Fondos de Inversión de los bancos colocan recursos en el extranjero o en grandes transnacionales mientras en Bolivia no se encuentra liquidez. La SAFI del BNB presta incluso dinero al Estado de Chile
Parece un “fallo sistémico” pero no lo es. Es, simplemente, la plena vigencia de una economía capitalista navegando en el modelo que el propio presidente Luis Arce Catacora lo denomina “modelo económico social, comunitario productivo”. Una paradoja mayúscula: mientras las organizaciones empresariales bolivianas, que agrupan a empresarios bolivianos en diversas áreas, y también autoridades gubernamentales, buscan fórmulas para atraer capitales externos y financiar sus actividades golpeadas por la crisis financiera mundial y la pandemia, las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFIs), que operan reguladas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), prestan parte del ahorro interno en divisas que administran a países y empresas de capitales extranjeros. Incluso en el extranjero.
Las SAFIs captan dinero ahorrado por los bolivianos de forma individual, pero también dinero administrado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y prestan esos recursos a empresas y bancos para generar “rendimientos” financieros, que son variables porque puede ganar o perder dinero, según cómo hayan hecho las “inversiones” o préstamos.
Si bien sus reportes diarios, que por norma deben publicar, no incluyen los nombres de los ahorristas porque se protege su identidad, sí incluyen la composición de la cartera de préstamos; es decir, a quiénes y cuánto dinero prestan de los dineros de propiedad de los ahorristas o inversionistas.
¿Dónde va la plata?
Así, el Fondo Portafolio de la SAFI propiedad del Banco Nacional de Bolivia (BNB), que tiene captados más de 134 millones de dólares, presta esos dineros al Bank of Montreal, a Transierra, a Toyosa S.A., e incluso a la República de Chile. Son beneficiarios también Morgan Stanley Investment Global Brands, Franklin US Opportunities Fund Class A y Amundi Funds Pioneer US Equity Fundamental Growth a USD CAP. Todos ellos se llevan más de 12 millones de dólares solo de ese Fondo.
Transierra es una empresa en la que participa como accionista la española Repsol S.A., en tanto que Amundi Funds tiene como principales accionistas a bancos y fondos de inversión de Francia. Toyosa S.A., empresa dedicada a importación de vehículos, se vio obligada a refinanciar varias veces deudas por decenas de millones de dólares dentro del país.
A la República de Chile le envió más de 717 mil dólares, lo que, en buenas cuentas, constituye una paradójica práctica de financiar al Estado chileno con recursos de los bolivianos.
BISA Safi también financia mediante sus fondos Ultra y Premier a Tienda Amiga ER S.A., una empresa cruceña dedicada a la importación y venta de productos diversos para el hogar. Credit Agricole S.A. es otra empresa extranjera beneficiada por Premier de Bisa Safi.
La SAFI vinculada al Banco de Crédito de Bolivia (BCP), de capitales peruanos, también distribuye a través de sus Fondos Superior, Previsor, Beneficio, Crecer, Horizonte, varios millones de dólares a favor de Barclays Bank PLC, BNP Paribas Arbitrage ISsuance, Credit Agricole Corporate, Royal Bank of Canada London Branch, UBS AG London, SACI Falabella, Petróleos Mexicanos (Pemex) y a su misma firma madre, Banco de Crédito del Perú. También suma millones a favor de Nibol, Prolega (Argentina), Tigo (Telecel de Millicom), Soboce (Perú) o Itacamba, en el que participan capitales brasileños.
¿Descuido o premeditación?
Las SAFIs ejercen sus tareas comerciales al amparo de la reglamentación de la Ley del Mercado de Valores y las regulaciones de la ASFI. Esta última, a su vez, cumple las políticas dictadas desde el Ministerio de Economía y Finanzas, cartera ocupada en el pasado por el actual presidente Luis Arce Catacora.
Así, mientras sectores de la oposición fundan sus peticiones en medidas para atraer capitales extranjeros en inversiones productivas, resulta que las actualmente existentes en Bolivia, como Procesadora de Oleaginosas (Prolega S.A.), de capitales argentinos, es financiada con el ahorro interno boliviano vía SAFIs. Lo mismo ocurre con la Compañía Boliviana de Energía Eléctrica S.A. (COBEE), cuya única accionista es Inkia Holdings (Cobee) Limited, una compañía offshore asentada en Bermuda.
Sociedad Boliviana de Cemento S.A. (SOBOCE), de capitales peruanos (Yura), es otra “mimada” de BISA Safi, lo mismo que la transnacional TELECEL S.A., cuyos propietarios Millicom International tienen sedes en Curazao, Suecia y Luxemburgo. Toda una generosidad de los bolivianos para las empresas extranjeras asentadas aquí.
La “incestuosa” relación de SAFIs con la banca
Analistas consultados al respecto, advirtieron que este “modelo” de mercado vigente ha sido posible gracias “a una normativa laxa, poco profesional, que no ha puesto la más mínima condición a las operaciones de los actores del mercado de valores, como las Bolsas de Valores, Agentes de Bolsas y Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (Safi). No solo que el ahorro interno financia fundamentalmente empresas de servicios y comercio y casi nada de producción, sino que, además, hay una “intolerable” promiscuidad entre banca y mercado de valores. Son los bancos los propietarios de Agencias de Bolsa y SAFIs y especulan con el dinero proveniente del ahorro interno”, advirtió uno de ellos, pidiendo reserva de identidad.
La otra parte de las “inversiones” o préstamos del dinero que administran las SAFIs va, simplemente, a la banca. Es una relación que los expertos consultados han calificado de “incestuosa”, dado que se distribuyen recursos a la banca de manera cruzada.
Por ejemplo, Bisa SAFI presta al Banco Económico, al Mercantil Santa Cruz, al Banco Solidario, al banco FIE y al Banco de Desarrollo Productivo vía su fondo Élite.
La SAFI del BNB le envía dinero al Banco Económico, al banco BISA, al BNB Leasing (su propia empresa vinculada) y a su propio banco, el Banco Nacional de Bolivia, entre otros.
Es invariable la conducta de las otras SAFIs, como la vinculada al BCP, de capitales peruanos: presta a los bancos BISA, Económico, Ganadero, Mercantil SCZ, Solidario y Unión.
¿Qué uso le dan esos bancos a ese dinero? ¿Prestan a la gente, al sector productivo o de servicios?
No siempre, afirman los analistas. En el año 2020, en plena crisis económica derivada de la pandemia, la banca boliviana envió centenas de millones de dólares en divisas al exterior del país. Los detalles los conoceremos en otra entrega.
El ahorro boliviano, a la banca transnacional
BNB, hasta en Chile
El Fondo Portafolio de la SAFI propiedad del Banco Nacional de Bolivia (BNB), que tiene captados más de 134 millones de dólares, presta esos dineros al Bank of Montreal, a Transierra, a Toyosa S.A., e incluso a la República de Chile. Son beneficiarios también Morgan Stanley Investment Global Brands, Franklin US Opportunities Fund Class A y Amundi Funds Pioneer US Equity Fundamental Growth a USD CAP
Bisa, en Francia
BISA Safi también financia mediante sus fondos Ultra y Premier a Tienda Amiga ER S.A., una empresa cruceña dedicada a la importación y venta de productos diversos para el hogar. Credit Agricole S.A. es otra banca y aseguradora extranjera beneficiada por Premier de Bisa Safi.
BCP, la banca transnacional
La SAFI vinculada al Banco de Crédito de Bolivia (BCP), de capitales peruanos, también distribuye a través de sus Fondos Superior, Previsor, Beneficio, Crecer, Horizonte, varios millones de dólares a favor de Barclays Bank PLC, BNP Paribas Arbitrage ISsuance, Credit Agricole Corporate, Royal Bank of Canada London Branch, UBS AG London, SACI Falabella, Petróleos Mexicanos (Pemex) y a su misma firma madre, Banco de Crédito del Perú