Tarija de antaño
Tarija: El gran teatro “General Bernardo Trigo” y su desaparición
Tras la desaparición del teatro “General Bernardo Trigo” mucha fue la nostalgia en el pago, hubo quienes se arrepintieron por no haberlo rescatado a tiempo y hubo muchos otros que lo comenzaron a extrañar cada vez más en esas noches de aburrida tranquilidad



Mucho se habla del gran teatro “General Bernardo Trigo” y en muchos libros que relatan la historia popular del pago, las añoranzas sobre esta construcción han hecho hueco. Se dice que era una de los edificios más majestuosos de los años 30, su infraestructura era muy característica de esa época y sus grandes salones sirvieron para el entretenimiento del pueblo, pero sobre todo para el impulso del arte en la Tarija de antaño.
Cuando sucumbió dejó un gran vació que hasta el día de hoy no se ha podido llenar. El escritor Agustín Morales Durán plasma en su libro “Estampas de Tarija” lo siguiente: “Sí había algo de lo que nos podíamos enorgullecer era del hermoso edificio del Teatro que se levantaba majestuoso con dos enormes plantas exteriores y cuatro interiores”.
Cuenta que la infraestructura ocupaba cerca de medio manzano de la esquina Campero-Ingavi; tenía una entrada sobre en la Campero. Según los registros fue una construcción de grandes dimensiones, estilo romano con tres amplios portales que se abrían luego de una breve escalinata, poseía ventanales en el frontis y en la parte lateral.
Pero también hay otros registros que indican que puntualmente el teatro se encontraba en la parte del manzano que actualmente ocupa el bloque del Colegio Nacional San Luis y fue diseñado por los arquitectos Camponovo. Según publica José Antonio Montellanos Topisto el teatro no logró tener butacas lo cual hacía que sus espectadores tuvieran que ver las funciones parados.
Cuenta también que sufrió un incendio antes de 1920, lo cual hizo que sólo quedaran ruinas con paredes bajas, cuyo espacio interior mereció posteriormente el nombre de "El Canchón".
En el mismo manzano se encontraba “La Casa de Las Palmeras” que era una casa con arcos que poseía un patio al medio que fue de propiedad del destacado paleontólogo Luis Echazú, también estaba el cine 15 de Abril, que compartía el manzano junto al Colegio Nacional San Luis.
Pero el escritor Morales tiene más detalles de su interior, así indica que el teatro poseía una gran antesala llamada foyer o hall, antes de ingresar a la platea o a las localidades más altas donde se accedía por escaleras a ambos lados.
Pasada la desaparición del teatro, nunca llegó a levantarse en Tarija una obra igual, pues el estilo y las proporciones fueron de una época pasada.
Sumado a ello, indica que tenía palcos, anfiteatro, galería y gallinero, luego, al interior estaba su amplia boca de escena y espaciosos camarines, cubiertos por un artístico telón plegable que llevaba una pintura de la batalla de la Tablada, éste era a todo color y tenía los personajes, cañones y detalles de la histórica capilla de San Juan, “los guerreros se destacaban con todos los detalles en forma bien precisa e impresionante”, destaca.
Más aún, nunca se supo quién sería el autor de la linda pintura, pero los registros dan cuenta que siempre se la extrañaba, sobre todo cuando el recordado teatro desapareció, y ¿cómo sucedió esto?
El derrumbe del teatro
De acuerdo a lo que documenta Morales, fue por obra del descuido, pues se derrumbó en tiempo de guerra, “incluso sirvió de cuartel, no por acción de bombardeo sino desgastado por filtraciones en una pared lateral que daba hacia el colegio Nacional San Luis”, detalla.
Una noche de esas se vino abajo aquella pared, arrastrando una parte mínima del edificio, “tenía remedio reparándolo a tiempo, pero nadie lo hizo y por el descuido se fue cayendo poco a poco a pedazos, dejando ahí en su lugar solo escombros”, escribe Morales.
Los tiempos sin teatro
Tras la desaparición del teatro “General Bernardo Trigo” mucha fue la nostalgia en el pago, hubo quienes se arrepintieron por no haberlo rescatado a tiempo y hubo muchos otros que lo comenzaron a extrañar cada vez más en esas noches de aburrida tranquilidad.
Lo que a muchos angustiaba era el recuerdo de que en ese viejo coliseo habían pasado momentos de dicha, disfrutando actuaciones artísticas, con cómicos y dramaturgos que llegaban, aunque no muy a menudo pero llegaban.
Pasada la desaparición del teatro, nunca llegó a levantarse en Tarija una obra igual, pues el estilo y las proporciones fueron de una época pasada.
Otros tipos de entretenimiento
Partidos de pelota
Una sana distracción que apasionaba años antes, y que era practicada en los patios de las casas, en las tranquilas calles y esquinas, en los atrios de las iglesias, en las playas de los ríos y en cuanto terreno baldío había era el juego de pelota o fútbol, que reunía a amigos en reñidas contiendas con la clásica pelota de trapo.
Los circos
Pero a Tarija también le emocionaba la llegada de los circos, éstos distraían a la gente con sus payasos, acróbatas y demás artistas. Las carpas se levantaban en alguno de los tambos o en las pampas viejas.
Las riñas de gallos
Damián Valdez de 70 años cuenta que años antes los coliseos para las riñas de gallos se armaban por el barrio de la Pampa. Recuerda que entre los más entusiastas, por no decir fanáticos, estaban los señores Néstor y Samuel Arce, el Dr. Adolfo Trigo Achá, Rumaldo Guerrero e infinidad de galleros que eran muy conocidos.