Historias de vida
Carlos Guzmán, el Caballero de Fuego que venció al Covid
Tras su recuperación, se siente más comprometido para seguir con su voluntariado como bombero



Hace un par de semanas el grupo Caballeros de Fuego dio a conocer que su comandante, Carlos Guzmán, dio positivo a Covid-19, inmediatamente se inició una masiva campaña a la que se sumaron personas e instituciones con el fin de colaborar para su recuperación, esto como un agradecimiento a sus más de 20 años de voluntariado y labor social.
Una vida dedicada a ayudar al prójimo
Carlos Guzmán nació en 1964 en Tarija, ahora se define como hijo neto de esta tierra, pues de aquí también es toda su familia y él solamente se apartó de su hogar durante los años que se fue a La Paz para realizar sus estudios como técnico superior en mecánica. Al volver se enraizó aún más que antes.
De sus 56 años, 20 los dedicó al voluntariado, específicamente a la lucha contra los incendios. “Yo me he iniciado como voluntario en la Policía Nacional cuando hubo por primera vez un llamamiento. Posteriormente, ya por el 2004 o 2007 más o menos fui invitado para la conformación del Grupo Brasschaat, allí terminé como comandante”, relata.
Luego, hace siete años junto a su familia decidió formar un nuevo grupo de bomberos voluntarios, así nacieron los Caballeros de Fuego, que de a poco fueron creciendo al punto de tener unos 180 miembros activos divididos en tres compañías, en Cercado, Villa Montes y Bermejo.
“Decidimos formar un grupo más civil sin autoridades políticas ni gubernamentales, eso nos ha permitido tener el éxito que tenemos. Ya tenemos tres compañías con instituciones activas y autonómicas, cada una toma sus decisiones”, explica.
Actualmente de todo el país convocan a los Caballeros de Fuego para que puedan asistir a diferentes operativos de combate contra incendios, especialmente forestales. Para alcanzar este nivel de experticia fue muy importante la formación de todos sus miembros, empezando por Carlos Guzmán, que se capacitó en una de las escuelas de bomberos más importantes de Bélgica, capacitación que ahora se pasa a los nuevos voluntarios.
Carlos Guzmán tiene 56 años, 20 de ellos los dedicó al voluntariado como bombero en la Policía, el Grupo Brasschaat y Caballeros de Fuego
Para el ingreso de nuevos voluntarios se realiza un llamamiento una vez al año, donde se selecciona a un máximo de diez personas, por lo que se elige a los mejores perfiles para que se los pueda formar en primeros auxilios, sofocación de incendios y rescate. Guzmán dice que lo más importante es encontrar gente con esencia de voluntario.
“Para mí es algo sorprendente tener tantos voluntarios y es muy importante ver que de alguna manera tienen la esencia de servicio; no es gente que de pronto usa un poco de su tiempo sino es gente que sirve todo el tiempo. Todo el tiempo estamos de servicio o guardia para acudir lo antes posible, ése es nuestro compromiso”, explica.
Dar sin pedir nada a cambio
Carlos Guzmán al hablar de los Caballeros de Fuego señala que la campaña que se realizó en pasadas semanas fue algo excepcional, pues por lo general el lineamiento del grupo es solventarse con aportes propios, tanto de los voluntarios como de los presidentes de la institución, Luis Llanos y Fabricio Arzabe, además de su persona.
Si bien instituciones como la Gobernación el año pasado les dotó de algunos equipos, es con sus propios recursos y un esfuerzo conjunto que logran hacer mantenimiento de sus vehículos, compra de combustible y gastos cuando viajan a cumplir con sus tareas.
Una familia de voluntarios
Carlos Guzmán tiene una esposa y tres hijos que también forman parte de los Caballeros de Fuego, al hablar sobre todos ellos se llena de orgullo, sobre todo cuando cuenta cómo comparten el espíritu de solidaridad para ayudar al prójimo.
“Tengo dos varones, Abraham y Pauly, también tengo una hija reconocida que vive conmigo que se llama Mariana Valdez y que la he criado desde los ocho años. Ella por ejemplo es buzo certificada internacionalmente, en realidad los tres son buzos rescatistas con licencia internacional”, destaca.
Covid-19: lucha, agradecimiento y compromiso
Al ver la reacción de su entorno cercano y sobre todo el apoyo que recibió de una gran parte de la sociedad tarijeña cuando se confirmó su diagnóstico de coronavirus, Carlos Guzmán dice que se siente sorprendido y agradecido por todas las muestras de afecto durante estas semanas.
“No alcanzo a entender el cariño que he logrado tener de cada uno de ustedes y he quedado completamente sorprendido con toda la ciudadanía por tanto amor, tanto afecto. Ya estoy muy bien en una recuperación relativamente rápida porque con el apoyo de la gente he tenido todos los mejores medicamentos”, comenta emocionado.
Cuenta que sigue asombrado por la cantidad de mensajes que recibió y los comentarios que vio en redes sociales en las que la población se sumaba para brindarle ayuda, reconociendo su labor voluntaria. Sin embargo, asegura que una labor más importante que la suya es la del personal médico.
“En muchos de los videos y comentarios he escuchado decir que soy un héroe, yo quiero decirles a todos que en verdad soy una palabra minúscula al lado de los verdaderos héroes, ellos son todo el personal médico que atiende el Covid”, dice a tiempo de agradecerles.
Tras haberse recuperado, ahora Carlos Guzmán dice sentirse más comprometido que antes para continuar con su voluntariado y asegura que mientras le sea posible él y los Caballeros de Fuego estarán ahí para responder al llamado del prójimo.
Caballeros de Fuego
Amor por el prójimo
Desde el nacimiento de este grupo hace siete años hasta la fecha ya suman 180 los voluntarios activos, que se capacitaron y que acuden sin pensar dos veces cada vez que se requiere su ayuda para el rescate de una persona o la sofocación de un incendio.
De Tarija para Bolivia
Constantemente el equipo de voluntarios que conforman los Caballeros de Fuego recibe capacitación con estándares internacionales, lo que les ha valido el respeto del resto del país, donde reconocen la capacidad de los bomberos tarijeños.
Entrenamiento y esfuerzo
Quien quiera convertirse en un Caballero de Fuego, además de calidad humana, debe tener presente que debe prepararse en cosas como primeros auxilios, manejo y extinción de incendios, evacuación de personas; durante al menos seis meses de entrenamiento.