Está bien
Porque contemplo aún albas radiosas
Y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
En que tiembla el lucero de Belén,
Y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
Gracias, ¡está bien!
Porque en las tardes, con sutil desmayo,
Piadosamente besa el sol mi sien,
Y aun la transfigura con su rayo:
Gracias, ¡está bien!
Porque en las noches una voz me nombra
(¡voz de quien yo me sél), y hay un edén
Escondido en los pliegues de mi sombra:
Gracias, ¡está bienI
Porque hasta el mal en mí don es del cielo,
Pues que, al minarme va, con rudo celo,
Desmoronando mi prisión también;
Porque se acerca ya mi primer vuelo:
Gracias, ¡está bien!