Mariposas

En tu aposento tienes,

En urna frágil,

Clavadas mariposas,

Que, si brillante

Rayo de sol las toca,

Parecen nácares

O pedazos de cielo,

Cielos de tarde,

O brillos opalinos

De alas suaves;

Y allí están las azules

Hijas del aire,

Fijas ya para siempre

Las alas ágiles,

Las alas, peregrinas

De ignotos valles,

Que como los deseos

De tu alma amante

A la aurora parecen

Resucitarse,

Cuando de tus ventanas

Las hojas abres

Y da el sol en tus ojos

Y en los cristales!

 

Si en tus recuerdos ves algún día

Entre la niebla de lo pasado

Surgir la triste memoria mía

Medio borrada ya por los años,

Piensa que fuiste siempre mi anhelo

Y si el recuerdo de amor tan santo

Mueve tu pecho, nubla tu cielo,

Llena de lágrimas tus ojos garzos;

¡Ah, no me busques aquí en la tierra

Donde he vivido, donde he luchado,

Sino en el reino de los sepulcros

Donde se encuentran paz y descanso!


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