Almas buenas

Andando por la vida hay misterios,

momentos de deleite por la magia,

momentos de tristeza por la muerte.

Encuentros profundos que no explicas

pero más fuertes por la incertidumbre

de no preverlos.

 

Andaba en el camino a una cita,

al encuentro de un nuevo conocido

cuya sensibilidad se ha despertado

por el texto de mi alma en una hoja.

Pero antes de llegar a mi objetivo,

el destino me detuvo implacable

¡con un golpe que sacudió mi cabeza!.

 

Entre sangre me inundaban los problemas

y la vida me invitaba a un retiro

para ponerle rumbo a las ideas.

Entendiendo que si permanezco vivo

es para saber que hay almas buenas

que sin preguntar qué rumbo tienes,

cuando te pierdes, muestran el camino.

Y si ven lo duro que has caído

estiran la mano para levantarte

desde el suelo sucio, ensangrentado,

carcomido y lleno de vidrios.

 

Almas buenas, ¡corazones infinitos!,

son motivos para permanecer vivos.


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