Te fuiste
Ayer te fuiste con tu
corona de flores
Luchadora, risueña y sin penas
Tus pequeños ojos se llenaron de brillo y tus pies amontonaron las
fuerzas extraviadas
en el camino
Creí que jamás llegaría este día, pero
debías marcharte…
El rosáceo campo de amancayas
se abrió a tu paso y de inmediato
una cortina de
aves te siguió
en la marcha
Te vi tan lejana
y pequeña…
Cada vez más invisible, Cada vez
menos mía…
Te fuiste… pero olvidaste
llevarte tantas cosas…
Olvidaste por ejemplo:
Tu fuerte abrazo en mi cuerpo
El sonido de tu voz en mi memoria
Las tantas ilusiones que alimentamos un día
Tu rostro como pancarta en mi pecho
Me dejaste tus sonrisas dispersas
Unos cuantos silencios incómodos
Un beso profundo
en mi mejilla
Una oración por
ti y por mí
Olvidaste tantas cosas…
Pero sobre todo olvidaste
no dejarme nunca
Es cierto…
Ayer te fuiste y terminó
la partida
Pero Dios sabe…
Dios sabe que jugamos
fuerte y que jamás nos rendimos