La inclusión en valores en el sistema educativo

La educación inclusiva es aquella, que ofrece a todos los estudiantes las oportunidades educativas y las ayudas, curriculares, personales y materiales, necesarias para su progreso escolar y personal. La inclusión no puede reducirse a una simple cuestión curricular, organizativa o metodológica; la inclusión es más que todo eso, es una manera distinta de entender la educación y, si se quiere, la vida misma y la sociedad; se trata más bien de una filosofía, basada en valores.

En las calles, observamos personas que usan sillas de ruedas para trasladarse, que hacen señas para comunicarse, otros que usan bastones para saber por dónde ir, o que "tienen" síndrome de Down, asimismo estas personas quedan invisibilizadas para nosotros, por ello es probable que se instante en el cual vemos y no vemos a la vez, se relacione con la buena educación en alores, ya que pueden necesitar de nuestra ayuda como maestros pero también como personas nuestra indiferencia genera exclusión y segregación de la persona con discapacidad.

Con el presente artículo se pretende impulsar un proceso de reflexión sobre la problemática de la exclusión de estudiantes con discapacidad en el aula como fuera de la misma, con el fin de identificar las causas y las formas de discriminación que prevalecen en las relaciones sociales, con especial énfasis en las Unidades Educativas, para concientizar y a la vez disminuir la discriminación de niños, niñas y adolescentes con discapacidad. Paradigma de la educación inclusiva se perfila hoy como el camino hacia donde deben dirigir esfuerzos para que busquen ofrecer una educación integral y de calidad a todos los estudiantes, independientemente de sus características personales y de los apoyos que puedan necesitar para desarrollar al máximo su potencial personal.

Este tema es muy discutido cuando se trata de incluir a estudiantes con algún tipo de discapacidad, sin embargo, la inclusión es mucho más que eso. Atiende a las necesidades educativas de cada alumno, teniendo en cuenta su condición social, intercultural y de salud, etc. Una escuela inclusiva es aquella, que ofrece a todos sus alumnos las oportunidades educativas y las ayudas (curriculares, personales, materiales) necesarias para su progreso académico y personal. La inclusión no puede reducirse a una simple cuestión curricular, organizativa o metodológica; la inclusión es más que todo eso, es una manera distinta de entender la educación y, si se quiere, la vida misma y la sociedad; se trata más bien de una filosofía, de valores y como maestros debemos fortalecer esos valores en todos los estudiantes para la inclusividad dentro y fuera del aula, como se afirma; La persona es un ser único, irrepetible, dado de interioridad autoconciencia y libertad, y destinado a la comunión; es decir, es un sujeto que existe corporalmente con otros en el mundo, para realizarse con ellos en la historia, personal y comunitariamente, responsablemente libremente frente a los valores, frente a las demás personas. (Jerphagnon, 1969).

Asimismo, uno de los valores es el respeto, que permite al educando reconocer, aceptar y apreciar las cualidades que tienen otras personas, así como sus derechos, por ello el respeto es entender que más allá de 'mis derechos' y 'mis libertades', también existen los derechos y las libertades del prójimo. Este valor resulta esencial para tener una buena convivencia y comunicación con las demás personas.

De este modo, el éxito de la implementación de los procesos de inclusión en las Unidades educativas tiene mucho que ver con la apropiación de ciertos valores por parte de todos los miembros de la comunidad educativa, de los demás miembros de la sociedad, de las otras instituciones y demás agentes que estén involucrados en mejorar la calidad educativa.

Por ello educar en la diversidad significa ejercer los principios de igualdad y equidad a los que todo ser humano tiene derecho, lo que conlleva como maestros a desarrollar estrategias de enseñanza-aprendizaje que personalicen la enseñanza en un marco y dinámica de trabajo para todos y fortalecer la participación de los estudiantes y la reducción de su exclusión, en la cultura, los currículos y las comunidades de las Unidades Educativas.

Por ello educar en la diversidad significa ejercer los principios de igualdad y equidad a los que todo ser humano tiene derecho, lo que conlleva a desarrollar unas estrategias de enseñanza-aprendizaje que personalicen la enseñanza en un marco y dinámica de trabajo para todos.

Finalizando la educación inclusiva implica un currículo comprensivo, único y diverso, no cargado académicamente, sino que permita a todos los estudiantes construir mecanismos y estrategias para familiarizarse con el conocimiento y que éste (el conocimiento adquirido) les sirva para resolver problemas de la vida cotidiana.


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