La educación a distancia en el nivel secundario una reflexión desde la práctica docente
El aprendizaje en línea se convirtió en un medio esencial para mantener la continuidad educativa, especialmente durante la lucha de Bolivia contra la crisis del COVID19; un bálsamo contra impedimentos territoriales, económicos y sociales, aunque con obstáculos que requieren cuidadosa preparación y estrategia pedagógica Su éxito depende no solo de recursos tecnológicos, sino de la dedicación de todos y mantener la calidad de la educación. Como profesora de Educación Secundaria Comunitaria Productiva, considero crucial analizar sus potencialidades y desafíos, además de su influencia en el desarrollo integral de los alumnos.
El aprendizaje remoto, a pesar de ser un poderoso instrumento para igualar oportunidades, necesita una estructura organizada que se adapte a los estudiantes y sus realidades. El éxito en una plataforma LMS depende de un plan estratégico claro, la capacidad de adaptar contenidos a diversas necesidades y el uso eficiente de recursos tecnológicos y pedagógicos. Para resultados educativos efectivos y duraderos, la participación activa de educadores, padres y madres de familias es esencial.
He observado que el aprendizaje a distancia puede reducir brechas académicas, pero presenta dificultades durante su implementación, las diferentes tecnologías y de conexión a internet generó grandes retos para alumnos en áreas rurales. La participación se vio afectada por el acceso limitado a tecnología o conexiones inestables. Esto evidenció la necesidad de materiales complementarios, como manuales que acompañen la educación virtual.
A pesar de estas limitaciones, algunos alumnos desarrollaron autonomía e independencia en su aprendizaje, un aspecto positivo. Para el fortalecimiento de saberes y conocimientos la aplicación de, videos y sistemas interactivos permitieron a muchos explorar los diferentes materiales, ampliando su comprensión y el fortaleciendo su manejo de la tecnología, una habilidad crucial.
Como educador me vi desafiada a replantear mi rol, pasando de ser una fuente directa de información a convertirme en una facilitadora y guía del aprendizaje. Diseñar estrategias didácticas adecuadas para un entorno a distancia implicó explorar nuevas herramientas tecnológicas, como aplicaciones de videoconferencia plataformas e-learning y software de tutoría. La falta de interacción personal, sin embargo, resaltó la necesidad de fomentar el compañerismo y la motivación interna de las y los estudiantes.
Es crucial integrar diferentes recursos tecnológicos para lograr la eficiencia sin comprometer la calidad. Los desafíos surgen de la ausencia física, pero las actividades grupales en línea facilitaron el diálogo y la ayuda mutua, mejorando el aprendizaje colectivo. La interacción asincrónica, aunque flexible, dificulta la observación y evaluación, requiriendo mayor creatividad en las actividades y evaluaciones.
Además, como destaca Ramas, Arauz (2015), “la enseñanza/educación a distancia es un método de impartir conocimientos, habilidades y actitudes de modo racionalizado mediante la aplicación de la división del trabajo, de principios organizativos y el uso extensivo de medios tecnológicos, lo que hace posible instruir a un gran número de estudiantes a igual tiempo y donde se quiera que ellos vivan”. Este enfoque organizativo y tecnológico es esencial para entender el impacto que esta modalidad puede tener en el desarrollo académico de los estudiantes.
Conclusión
El aprendizaje remoto en la educación superior demostró ser una solución viable y necesaria en situaciones extraordinarias, pero también evidenció la desigualdad en el sistema educativo boliviano. Para su verdadera eficacia, es fundamental fortalecer y capacitar a los educadores en el uso de herramientas digitales y diseñar metodologías didácticas que respondan a las necesidades específicas de los estudiantes. Igualmente, es crucial que las políticas educativas incluyan estrategias para reducir la brecha tecnológica.
Como educador, creo que el aprendizaje en línea no debe ser un sustituto de la enseñanza presencial, sino un complemento que amplíe las posibilidades educativas, fomente la inclusión y eleve la calidad de la formación a nivel nacional.