Enfrentando la actual triple crisis planetaria, ¿qué consecuencias está atravesando Bolivia?
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nos encontramos frente a una triple crisis planetaria, causada por: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación ambiental que está forjando un futuro incierto para nuestro planeta y sus habitantes.
A mediados de 1970, la comunidad científica usó abiertamente por primera vez el término “calentamiento global”. Para 1988 se evidenció el año más caluroso en la historia de la tierra, por lo que se empezó a vincularlo con algo llamado “efecto invernadero”.
A partir de ahí, los riesgos a los que estamos expuestos a causa del deterioro de nuestro planeta han ido en aumento.
Bolivia, con su rica biodiversidad y variados ecosistemas, no es inmune a esta triple crisis planetaria, atravesando considerables cambios y pérdidas en su ecosistema.
La crisis climática
El cambio climático, resultado de décadas de emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la industria, es la cara más visible de esta triple crisis que atraviesa en mundo; las temperaturas globales están aumentando a un ritmo alarmante, desencadenando eventos climáticos extremos como huracanes más intensos, olas de calor mortales y sequías prolongadas.
En 2023 Bolivia experimentó su peor sequía en 65 años, afectando severamente la producción agrícola y el suministro de agua en varias regiones.
Por otro lado, el glaciar Tuni, fuente crucial de agua para La Paz y El Alto, perdió más del 50% de su masa entre 2022 y 2024.
Los incendios forestales que atravesó Bolivia en 2022 afectaron más de 3.4 millones de hectáreas, principalmente en Santa Cruz.
La crisis de biodiversidad, una pérdida silenciosa de especies
Al mismo tiempo, el mundo enfrenta una gran pérdida de biodiversidad por la destrucción de hábitats naturales, la contaminación y la explotación de recursos naturales. Miles de especies desaparecen al año, muchas antes de que ni siquiera sean descubiertas por la ciencia.
La deforestación en la Amazonía boliviana alcanzó 230,000 hectáreas en 2022, aunque mostró una ligera disminución en 2023.
Entre 2022 y 2023 se reportó un aumento del 20% en la caza furtiva de jaguares, principalmente para el tráfico ilegal.
En 2023, se descubrieron 15 nuevas especies en el Parque Nacional Madidi, resaltando la importancia de su conservación.
La Crisis de Contaminación y Degradación Ambiental
La está crisis de contaminación y degradación ambiental se añade como un desafío más, que afecta tanto a los ambientes naturales como a las áreas urbanas. En 2022, La Paz implementó restricciones vehiculares para combatir la contaminación del aire, logrando una reducción del 15% en emisiones para 2023.
Un estudio del mismo año reveló niveles alarmantes de mercurio en ríos de la Amazonía boliviana, vinculados a la minería ilegal.
También, en 2024, se inició un programa de reciclaje a gran escala en Santa Cruz, con el objetivo de reducir los residuos plásticos en un 30% para 2025.
Con cada día que posponemos de tomar medias audaces, el costo humano y ambiental aumenta en nuestro país.
Una concienciación pública y la educación son clave para movilizar a nuestra sociedad a un cambio de actitud y hábitos más respetuosos con el medio ambiente. Como ciudadanos bolivianos tenemos la responsabilidad colectiva de preservar y proteger nuestra rica biodiversidad, desde la Amazonía hasta los Andes, para las generaciones futuras.