Urge optar un nuevo paradigma educativo

Nuestro país está viviendo un momento difícil tanto en lo económico, como en lo social y político, que se expresan en la falta de divisas, falta de carburantes, falta de producción y de productos que satisfaga las necesidades de la población boliviana; los servicios públicos de salud y educción no son suficientes y de la calidad requerida; la corrupción, los paros, huelgas, bloqueos, agresiones y crímenes están a la orden del día, sólo, por nombrar algunos, que, alteran nuestra convivencia pacífica y vida civilizada.

Si los recursos humanos son quienes promueven/producen las condiciones que la sociedad en su conjunto precisa para el buen vivir, es necesario cambiar el contenido y forma de la formación humana, de hacer educación, superando la tradicional manera de ejecutarla, consistente, básicamente, en la palabra, la tiza y el pizarrón (lengua, tiza y pizarrón ltp). En el mundo, desde el siglo XVIII se creó y aplica en muchos países este modelo educativo; pero, muchos otros fueron creando nuevos paradigmas como: La Escuela Activa, Educación Potencializa dora, Escuela Nueva, Educación Moderna, Educación Transformadora, etc. etc. y son los países que se encuentran en el top mundial de calidad educativa y a su vez en economía, desarrollo y vida digna.

Si con los modelos o proyectos/leyes de educación que hemos tenido en Bolivia a lo largo de su existencia, los resultados que tenemos son los que hoy vivimos, con el nivel educativo que tenemos; es hora de pensar vehementemente en un nuevo paradigma como El Modelo Transformador que tiene propuesto la AGENDA DE FUTURO del departamento de Tarija 2023.  Este modelo educativo fue asumido en los años 90 por la UNESCO, organismo mundial que, durante 75 años ha venido trabajando para construir un mundo más justo, inclusivo, sostenible y saludable mediante la educación.

En la educación tradicional el aprendizaje se centra en la capacidad y dominio del profesor para transmitir sus conocimientos, mientras que, en los modelos educativos innovadores se motiva, promueven/incitan al estudiante a liderar la construcción de sus propios conocimientos con la facilitación, orientación y apoyo del profesor.

La enseñanza tradicional se centra en trasvasar conocimientos del cerebro del docente al cerebro del dicente, con el apoyo de la palabra, la pizarra/tiza, la lectura de textos y el dictado, con lo que se abarca los diferentes contenidos/programas respecto a ciencias exactas, ciencias sociales, ciencias naturales, humanidades, etc. que el estudiante debe memorizar y repetir como saber propio. En este sistema tradicional, el estudiante, en la práctica, es una vasija a llenar; cuando más bien debería ser considerado una antorcha a encender; saber es repetir de memoria cuanto se transmite con el apoyo de: libros, enciclopedias o los mismos cuadernos; cuando, debería ser lo que mediante la investigación, la plática, la simulación, el ejercicio práctico, el debate, el descubrimiento y la comprobación, que, el estudiante construya como conocimiento propio y aplique la memorización lógica y no, la memorización mecánica, que hoy se exige para los exámenes.

La Educación Potencializa dora, en cambio, busca desarrollar las facultades intelectuales, morales, afectivas y habilidades de manejo tecnológico apropiado del estudiante, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia social; es formar física, intelectual, moral/ética y socialmente, a la vez que, guiar la manifestación del sentimiento, del pensamiento y de la actitud del ser humano en sociedad. Busca el desarrollo integral de la persona. En la educación transformadora el estudiante es una mina con riquezas a descubrirse por él mismo y, al saberse quien es, defina que quiere, que puede y desea ser en adelante por propia convicción y voluntad.

La Educación Potencializa guardaría relación con el siguiente concepto: “La calidad educativa se refiere cada vez menos a la memorización de hechos y datos, y más a la adquisición de destrezas de orden superior-la capacidad de analizar y sintetizar, resolver problemas, tomar decisiones, manejar información, comunicarse y negociar, etc. y de comportamientos requeridos en el mundo externo-tolerancia a la diversidad, capacidad de trabajar en equipo, adaptabilidad, etc. (Delannoy, F, Reformas de gestión educacional en los años 90, 1998, pág. 2-3).

Ahora bien, si “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo” (Mandela) lo que está ampliamente demostrado sabiendo además que: “La educación es el arma intelectual del Estado”, es plenamente necesario cambiar esta vieja y tradicional forma de hacer educación, aplicando la vastísima experiencia lograda en casi dos siglos de vida republicana y teniendo como referentes los éxitos que vienen logrando países del mundo como: Singapur, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Hong Kong (China), Irlanda, Japón, Corea, Letonia, Macao (China, Reino Unido, etc. etc.

Ahora que está fijada la fecha para realizar el Congreso Nacional de la Educción en nuestro país, 11 al 15 de noviembre de 2024, es el momento propicio para que gobernantes y gobernados y, sobre todo quienes estamos directamente involucrados en educación, demostremos nuestro interés y capacidad para elaborar ponencias que mejor vengan al caso y trabajemos por contar con una educación de calidad y única para todos y para toda la vida, sea del campo o de la ciudad y sin estratos;  una educación igual o mejor a cualquier país del mundo, como el camino para superar nuestra pobre situación general. No volvamos a desperdiciar esta nueva oportunidad con criterios egoístas y sectarios; hagámoslo por Bolivia y por tod@s l@s bolivian@s.


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