Bienestar Emocional: El desafío para los maestros en tiempos modernos

Este es un tema que debe ser comprendido en el ámbito educativo, pues es una pieza clave en el proceso pedagógico actual. Las circunstancias cambiantes, como la pandemia por el Covid-19, la postpandemia y la llegada de la cuarta era industrial, han generado una evolución en los métodos educativos, sumergiéndonos en el vasto mundo de la tecnología, que avanza a pasos agigantados. Aunque muchos se adaptaron gradualmente, fue una transición importante para continuar con nuestras actividades diarias.

La salud socioemocional es un aspecto vital que debe ser desarrollado, porque nos ayuda a expresar nuestras emociones y adaptarnos a los cambios y situaciones estresantes. Esta capacidad fomenta la resiliencia y nos permite encontrar soluciones ante la frustración.

Durante la pandemia, la educación se vio interrumpida temporalmente, y las clases se trasladaron a plataformas y herramientas digitales. Aunque la mayoría no estaba familiarizada con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los niños y jóvenes las comprendieron rápidamente debido a su mayor experiencia con estas herramientas. Por otro lado, a los maestros les costó más adaptarse, pero con el tiempo se capacitaron y actualizaron sus métodos de enseñanza.

En la actualidad, tanto estudiantes como maestros están familiarizados con las herramientas tecnológicas, lo que hace que la educación sea más dinámica e innovadora. Sin embargo, es necesario que los maestros sigan actualizándose constantemente para mantenerse al día con las nuevas tecnologías y motivar a los estudiantes.

Con la llegada de la era tecnológica, considerada como la cuarta revolución industrial, la sociedad ha experimentado un cambio significativo debido a los avances tecnológicos. La población joven está especialmente inmersa en este mundo, debido a que son los principales usuarios de la tecnología.

Este cambio ha obligado a los maestros a adaptarse y aprender sobre nuevas tecnologías, no optante, el enfoque excesivo en la tecnología ha descuidado su salud socioemocional, lo que ha llevado a un aumento del estrés y la frustración y la mayoría de los maestros cayeron en el síndrome de Burnout, provocado por el estrés y el agotamiento laboral, lo que les dificulta gestionar sus emociones y los afecta profundamente. A pesar de sus esfuerzos por prepararse y cumplir con su labor, muchos se enfrentan a una constante inseguridad, cuestionando si están llegando realmente a sus estudiantes.

Superar las tensiones y exigencias no es solo una cuestión técnica, sino que también requiere un ejercicio mental y emocional. Es decir, en su día a día, el docente necesita demostrar resiliencia frente a la presión constante que enfrenta, para mantener la calma y desarrollar la autoconfianza suficiente para liderar su propia vida y de esta manera, la de sus estudiantes.

Cuando un docente tiene la habilidad de gestionar sus emociones, no solo se beneficia personalmente, sino que también impacta positivamente en la calidad de la educación que brinda en el aula. Un docente capaz de superar los desafíos que enfrenta está mejor preparado para guiar a sus estudiantes y ayudarlos a superar sus propias dificultades. Por este motivo, es fundamental que los maestros cuiden su salud socioemocional y se adapten a las dificultades o situaciones que puedan surgir.

El cuidado y bienestar de cada persona no se limita únicamente a lo externo, es decir, a lo físico; si bien es importante participar en actividades deportivas o recreativas, también es fundamental cuidar el bienestar emocional; esto implica analizar nuestros pensamientos y emociones, entender cómo enfrentar situaciones difíciles y cómo estas afectan nuestro estado de ánimo. Mejorar la rutina diaria de esta manera contribuye a un cuidado integral, lo cual ayuda al maestro a desenvolverse de manera más efectiva en su entorno laboral, al superar diversas adversidades.

En conclusión, los cambios recientes han presentado desafíos para la educación y, especialmente, para los maestros. La adaptación rápida a nuevas tecnologías y la presión constante han causado un desgaste emocional significativo. Es crucial que los maestros desarrollen resiliencia y gestionen sus emociones para poder cumplir con su labor de manera efectiva y garantizar un proceso de enseñanza-aprendizaje significativo para los estudiantes.

Es crucial que los maestros desarrollen habilidades de resiliencia y adaptabilidad para enfrentar las diversas circunstancias que puedan surgir, manejando así sus emociones y avanzando con determinación ante los desafíos. Esto les permitirá desempeñar su labor de manera más efectiva y evitar el desgaste físico y emocional. Además, es fundamental que valoren sus propios esfuerzos y reconozcan su importancia en el proceso educativo.


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