La ejecución en el proceso de administración

EJECUTAR es hacer que el personal actúe y haga lo que la planificación y organización establecen para el logro del objetivo que se persigue. Ejecutar es ponerle ritmo, sostenerlo y si es necesario acelerarlo para el efectivo y eficiente logro de las metas, objetivos y fines del plan. Ejecutar es dar la dirección, el acompañamiento y apoyo necesario y oportuno para asegurar que todos disfruten del éxito. Ejecutar es construir, cuidar y optimizar las relaciones humanas; Ejecutar es poner en funcionamiento los canales de comunicación establecidos según la organización y hacer que fluya, sin interferencias alguna, cuanto se debe informar, instruir, hacer saber, comprender y aplicar lo que debe hacer cada quien para que funcione cada órgano y consiguientemente toda la institución para el logro de los fines, objetivos y metas que se haya trazado. Ejecutar es orientar, aconsejar, motivar, estimular, incentivar, corregir, sancionar si es necesario y hacer que los manuales, las disposiciones y la disciplina se cumpla. Ejecutar es motivar, estimular, incentivar, corregir, sancionar y hacer que los manuales, las disposiciones y la disciplina se cumpla.

La ejecución, vista de manera lineal, es la tercera fase del proceso de administración o sea de la Administración Como Proceso toda vez que, como lo venimos exponiendo en las anteriores lecturas, la primera es la planificación, la segunda la organización, la tercera es la ejecución y la cuarta y última es el control-evaluación, lectura que será publicada en la próxima semana.

La ejecución es la dirección o indicación de la orientación o destino al que se encamina un plan, proyecto o emprendimiento y por tanto, es la primera autoridad de una institución, quien debe gozar de autoridad moral (capacidad, saber, liderazgo) y autoridad legal (documento de designación) sobresalientes que le den el respaldo necesario   para conducir un grupo humano/institución. El director (jefe) de la institución debe ser el maquinista que conduce a la máquina y no la máquina en sí; debe ser el que maneja el caterpillar y no el caterpillar.   En el caso de la educación en los diferentes niveles (local, distrital, departamental, nacional) y dentro de ellos, también, en los diferentes órganos o estamentos, según organigrama o carta gráfica institucional.

En educación, por ser la máquina formadora de seres humanos, qué bueno sería que los directores de los diferentes niveles sean líderes y apliquen en sí y con el ejemplo en todos los estamentos de la institución que administra, el Liderazgo Moral que propone Eloy Annelo, mismo que contiene seis elementos en su marco conceptual:

1. La creencia en la nobleza esencial del ser humano.

2. El liderazgo orientado hacia el servicio.

3. El propósito del liderazgo: la transformación personal y social.

4. La responsabilidad moral fundamental de investigar y aplicar la verdad.

5. La trascendencia.   

6. El desarrollo de capacidades.   

En la ejecución como proceso administrativo de una institución sobre todo educativa, resultaría muy importante-brillante introducir la aplicación del paradigma de vida del cuidado ya que “En la actualidad, como norma de vida o paradigma se aplica el modelo ganar - perder o paradigma de la acumulación de poder y de éxito que, entre otros asuntos, ha generado problemas como el cambio climático, debido a la producción y al consumo exagerado, derivados de las acciones de los humanos…El paradigma del cuidado o paradigma ético, “asume la doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados, sabe cuidar, se constituye en aprendizaje fundamental dentro de los desafíos de supervivencia de la especie, porque el cuidado no es una opción: los seres humanos aprendemos a cuidar o perecemos”.(Bernardo Toro). El paradigma de vida ganar – perder está mostrando una grave crisis con la terrible situación de pobreza, de corrupción, de injusticia social, de violencia y cada vez mayor violencia y descomposición social que se vive.

Con la aplicación del liderazgo moral y el modelo del cuidado en nuestra manera de vivir como sociedad, se cualificaría grandemente la formación/educación y la vida del ser humano.

El director o jefe de una institución en la administración de una institución, para llevar la procesión en paz y armonía vitalizan te, con mucho entusiasmo y voluntad hacia el arribo a la meta final de un plan, debe ejercer autoridad (facultad de mandar con métodos legales y razonables a personas que están subordinadas) y no recurrir al autoritarismo (uso abusivo de la autoridad legal) que somete, acalla y genera oposición, antipatía y resignación de los subalternos.

¿De qué valdría un gran y perfecto plan y una excelente organización, si a la hora de actuar haciendo lo debido, falta la autoridad competente y cabal para concretar en hechos lo soñado?


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