Subdesarrollo, Felicidad e Inteligencia Artificial

Debo confesar que cuando llegué a Tarija hace ya muchos años me resistí a leer Subdesarrollo y Felicidad que era un libro de esos que no admiten grises y se prestan a la contienda, por un lado legión de simpatizantes y por otro lado, legión de críticos.

Yo posiblemente por la cuestión generacional me instalé en el prejuicio, eran tiempos de mucha polarización y Subdesarrollo y Felicidad se había convertido en una especie de biblia del conservadurismo chapaco y se citaba con demasiada frecuencia para denostar la migración o las iniciativas productivas más ambiciosas sobre industrialización y demás, y esto suele pasar cuando los libros se sacan de contexto y se utilizan para lo que no fueron.

Al final, cuando leí la obra, enseguida me di cuenta que es la fuente de muchas ideas, anécdotas y preocupaciones que recorren Tarija y se comparten en familia, en parrilladas y en otros festejos y que tiene que ver básicamente con el valor que le damos a las cosas.

Subdesarrollo y Felicidad es la obra más reproducida en Tarija y eso es por algo. Es un libro de otra época que describe a través de muchas escenas de tono costumbrista y con muchísimo humor lo que pasaba en Tarija hace cien años, con todo lo bueno y con todo lo malo y por eso para el periodismo es una joya, porque además casi todos los temas que preocupaban entonces, preocupan ahora, pero su vigencia reside, sobre todo, en que aborda un tema que es uno de los grandes debates de la humanidad, que es el de contraponer el desarrollo y la felicidad.

Bluske lo expresa a su manera, con una sátira mordaz en ocasiones delirante y algunas bromas que no pasarían el filtro actual, pero no deja de ser lo mismo sobre lo que reflexionaron los clásicos, los hombres del renacimiento y lo mismo sobre lo que se asienta la filosofía del Vivir Bien de Boaventura, Dussel o el propio Choquehuanca.

El debate está más vigente que nunca porque todo el mundo científico ha convulsionado con la acelerada popularización del uso de la Inteligencia Artificial que ha servido para delinear nuevos mundos distópicos como los que también imaginaba Bluske.

Es evidente que la incorporación de la inteligencia artificial a la vida diaria es un asunto del desarrollo, pero no está tan claro si ese será el camino que nos lleve a la felicidad después de empujarnos al desempleo primero y a la confusión global que vaticinan los expertos después, que puede ser que vivir en la ignorancia y sin trabajar sea la felicidad, pero en fin, veremos cómo se desarrolla todo porque al final todas las generaciones han acabado incorporando y domando los avances científicos y tecnológicos que de entrada fueron rechazados. Nuestra labor como periodistas es registrar todo esto y no hacer adivinación así que veremos.

La cuestión de fondo en esto del camino de la felicidad es entender qué es lo que realmente nos hace felices como seres humanos y cómo podemos alcanzarla de manera duradera y significativa. Bluske tiene su receta, que pasa por valorar y apreciar lo cercano, y de eso va Subdesarrollo y Felicidad que les animo a releer al calor de los acontecimientos nacionales y mundiales actuales, los avances tecnológicos, la polarización política y demás.

Probablemente la máquina de la inteligencia viene a dejarnos a todos sin trabajo, pero nunca podrá reemplazar las formas hedonistas de alcanzar la felicidad a través del placer y de esto en Tarija se sabe bastante, Leer es uno de esos placeres y mientras nos queden fuerzas aquí en El País iremos completando esta Biblioteca con otras joyas de la literatura departamental que sí podremos leer y disfrutar más allá de lo que diga la máquina.

Gracias y a leer.

 


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