Administración de la Educación

El ser humano desde su origen tuvo necesidad de planificar, organizar, ejecutar y controlar/evaluar cada una de las acciones y tareas a realizar para velar por su subsistencia y desarrollo integral. Es decir que, para llegar hasta donde estamos en la actualidad y como vivimos, requirió de la Administración, como la llamaron sus padres: Taylor (1856-1915) y Fayol (1841-1925) y, es que los esfuerzos humanos siempre requirieron y requerirán contar con buenas personas/personal (con buenas relaciones humanas), muebles, materiales, herramientas y dinero, para hacer producir la tierra, para crear industrias, para comercializar sus productos y para consumir bienes y servicios; para lo que, tuvo que recurrir a una diversidad de disciplinas/saberes que, en suma le permitan mantenerse al frente de tantas condiciones cambiantes en la vida y proporcionar creatividad y previsión.

La Administración, como la expone Reyes (2002), “tiene las siguientes características: Universalidad, especificidad, unidad temporal y unidad jerárquica que se centran en la capacidad que tiene esta ciencia para la coordinación de recursos, disciplinas, personas, etapas y fases, con el fin de “lograr eficiencia” (menos costo, menor tiempo, máxima calidad y más beneficio). La Administración Educativa como tal, no es una ciencia, es la aplicación de la Ciencia de la Administración,

La Administración tiene la función de medir, interpretar y comunicar los efectos de los actos y hechos cuantificables con repercusión económica, relativos al pasado, presente y futuro de todo tipo de entes para facilitar la toma de decisiones y el control. (https://www.economicas.unsa.edu.ar › orgadmin › funda). La administración es un proceso de acciones a realizar y realizadas para lograr determinados objetivos, o sea, para resolver problemas y satisfacer necesidades.

Se considera que la educación es un derecho y una obligación del ser humano y en su funcionamiento es una empresa muy compleja, cuyas fases son la planificación, la organización, la dirección y control de sus diversos componentes como la Planificación, Currículo (Planes de estudio), Estadística, Manejo de Conflictos, Ingeniería Humana, Contabilidad Básica, Comunicación y Evaluación de los diferentes aspectos y de los resultados académicos en diferentes niveles de la administración (director de centros educativos, direcciones distritales, direcciones departamentales, y hasta el Ministerio de Educación). Teórica y legalmente se considera que la educación es la macro herramienta para el buen vivir de la humanidad y si esto es así, ésta debería ser la empresa mejor organizada, de mejor funcionamiento y de mejores resultados que cualquier otra.

Bajo este argumento, en razonable juicio, los señores directores de una institución educativa (conductores del barco), deben tener formación en ADMINISTRACION EDUCATIVA para manejarse al amparo de esta ciencia y no hacerlo por simple empirismo; pero, además, todo el personal de la institución debería tener una capacitación básica para coadyuvar al buen funcionamiento, al logro de los objetivos institucionales y a la satisfacción de las expectativas de los diferentes actores del sistema educativo y de la población en general que, en buenas cuentas serán beneficiados, por extensión, de los logros de una buena calidad educativa. Si todos saben bien la canción, el director con su barita mágica dirigirá plena y brillantemente la sinfonía, con los éxitos que se espera.

Con todo respeto a las señoras autoridades educativas y docentes que accedan a esta lectura, no pretendo enseñar Administración, sino me siento aún en la obligación de intentar servir a mi patria, aportando con mi modesto conocimiento y experiencia en la materia, coadyuvando al esfuerzo que todos debemos hacer por mejorar la calidad educativa. Mi respaldo es haber estudiado, precisamente, Administración Educativa en la Universidad del Valle de Colombia y haber trabajo en el sistema educativo 17 años (80-97) en diferentes cargos y niveles, hasta Director General de Educación Rural (D.G.E.R.) y, haber instituido la Educación A Distancia en El I.S.E.R., para lo que escribí un texto para los cursos de Administración Educativa de cientos de profesores a nivel nacional, en el ISER.

La siguiente anécdota graficaría la imagen que se tiene de los pobres/malos directores que no siempre son designados por su capacidad profesional, sino más que todo, por favor político partidario y que en tal caso no son sino simples esbirros de la verticalidad autoritaria de turno en el gobierno (mandamases): Cuando era D.G.E.R. un profesor en la escuela de Palos Blancos (La Paz) continuamente se faltaba a su trabajo y no cumplía con sus deberes y obligaciones, por lo que, se lo tuvo que suspender; pero se le dio una última oportunidad de reincorporarse; lamentablemente por reincidencia se lo procesó y hasta despidió del cargo. ¡Me fue tal la sorpresa cuando un día llega a mi oficina a pedirme!: “Mire jefe, yo reconozco que como profesor no puedo; pero, como director seguro que lo haría mejor, por eso vengo a solicitarle que me más bien me dé el cargo de director”. 

La moraleja de la anterior anécdota nos indica que el cargo de director de unidad educativa no debe ser improvisado y cada quien debe ganárselo por méritos y ponderable capacidad profesional y, sin favoritismo alguno. Un director debe, orientar, asesorar y estimular a su personal; para lo que, debe capacitarse constantemente y dedicarse a tiempo completo al ejercicio de su cargo, para no ser como se lo considera en la anécdota: “Alguien que no hace prácticamente nada”.


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