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Sigamos avanzando

Luego de haber concluido una gestión 2022 con avances en temas económicos como la haber alcanzado la inflación más baja de América del Sur, crecimiento económico de 4,1% al primer semestre, reducción de la tasa de desempleo, dinamismo en depósitos y créditos del sistema financiero, menor tasa de desempleo; aún debemos seguir avanzando en la industrialización con sustitución de importaciones, mantener la tendencia a reducir el déficit fiscal, mantener la estabilidad de precios y continuar con la reducción de la pobreza.

Como sabemos la estabilidad de precios es una característica de la gestión del actual gobierno, toda vez que una inflación alta perjudica principalmente a la población más vulnerable. Si revisamos noticias de otros países sobre inflación, encontraremos que Francia experimentó protestas contra la subida de precios, que en Reino Unido hay personas que están comiendo alimentos para mascotas y calentando su comida con velas, que en Alemania 7 millones de trabajadores se encuentran en luchas contractuales por los efectos de mayores precios, que las familias en Italia se ven afectadas por los altos precios.

En el caso de nuestro país, la inflación al mes de noviembre fue 3%, la más baja de América del Sur y una de las más bajas del mundo. Mantener el nivel de precios estable con seguridad implicó muchas acciones por parte del gobierno, desde la subvención a los hidrocarburos hasta establecer límites a las exportaciones de alimentos bajo la premisa de primero abastecer el mercado interno. Gracias a esta estabilidad muchas familias pueden mantener casi el mismo presupuesto para el gasto de transporte, alimentos, vestimenta y otros.

La actividad económica mantuvo un dinamismo importante registrando un crecimiento del PIB al segundo trimestre 4,1%. Se registraron variaciones positivas en casi todos los sectores con crecimientos que van desde 10,4% en el sector transporte y almacenamiento, hasta 2,3% en el sector minero. El único sector que registró una tasa de variación negativa fue hidrocarburos. En comparación con otros países de la región, el crecimiento del PIB registrado por Bolivia fue superior al de Perú (3,5%), Ecuador (2,7%), Brasil (2,5%) y Paraguay (-2,2%).

En relación con las finanzas públicas, el déficit fiscal alcanzó a 1,4% del PIB al mes de agosto de 2022, cuando en 2021 en el mismo periodo alcanzaba un déficit de 2,9% del PIB. En este 2023, con probablemente el déficit fiscal será menor al del año pasado, en línea con lo que manifestó la autoridad económica de reducir esta variable gradualmente.

Respecto al desempleo, al 3er trimestre de 2022, el desempleo urbano de Bolivia alcanzó 4,2%, el más bajo de América del Sur, menor al registrado en similar periodo de 2021 (6,3%), e incluso menor a gestiones previas a la pandemia. Al mes de octubre de 2022, el número de personas ocupadas fue a 4,4 millones de personas, que representa un crecimiento de 40,4% respecto al nivel registrado en mayo de 2020 y 3% con relación al número de personas ocupadas en octubre de 2021.

La reducción de la tasa de desempleo es signo de que la economía nacional está creciendo, está reactivándose, que hay movimiento económico, y eso está permitiendo generar más fuentes de empleo. Es decir, para que se creen nuevas fuentes de trabajo tienen que crearse o expandirse las empresas, los negocios de venta y compra, en el sector formal e informal. En cualquier caso, implica que existe mayor movimiento económico. En 2022, la economía fue capaz de absorber mayor mano de obra que la que ocupó en 2021.

En síntesis, la economía tuvo un año interesante porque a pesar de enfrentar un contexto externo complejo y conflictos sociales, se mantuvo estabilidad de precios, los sectores económicos continuaron reactivándose con tasas de crecimiento positivas, excepto hidrocarburos, los hogares y empresas contaron con más recursos que se refleja en mayores depósitos del público en el sistema financiero, 6% mayor al de noviembre de 2021, se crearon nuevos fuente de empleo que permitió bajar la tasa de desempleo, continuó la reducción del déficit fiscal, entre otros.

No obstante, debemos seguir avanzando este 2023, durante el cual el contexto externo será desfavorable de acuerdo con previsiones de organismos internacionales. En este marco, es importante continuar trabajando por la industrialización con sustitución de importaciones para reducir la salida de divisas y generar nuevas fuentes de empleo. Mantener la tendencia decreciente del déficit fiscal, priorizando la educación, salud y la inversión pública. Mantener la estabilidad de precios que ha dado certidumbre a los agentes económicos y estabilidad al poder adquisitivo de los hogares, y continuar con la reducción de la pobreza moderada y extrema.  

 


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