Inseguridad escolar

             En las últimas semanas se incrementaron los intentos y consumación de raptos a estudiantes en cercanías a las unidades educativas fiscales, privadas y de convenio del territorio nacional, ante la carencia de políticas de seguridad ciudadana promovidas por la Policía Boliviana a través, de los Comandos Departamentales en coordinación con las gobernaciones y municipios.

Al respecto, el artículo 299, parágrafo II, numeral 13, de la Constitución Política del Estado, establece textualmente que, la seguridad ciudadana se constituye en una competencia concurrente, debiendo ser ejercidas por el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas; vale decir, gobernaciones y municipios.

Por consiguiente, el artículo 124, parágrafo II, de la Resolución Ministerial Nº 001/2022 “Normas Generales para la Gestión Educativa” dispone que; las direcciones de unidades educativas fiscales y de convenio, deberán gestionar de manera obligatoria la instalación de cámaras de seguridad ante los Gobiernos Autónomos Municipales en cumplimiento de la Ley N° 264 “Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana”, con el objetivo de precautelar la integridad física de los estudiantes y actores educativos. Referida disposición tiene carácter obligatorio para instituciones de educación privada.

En lo concerniente al grado de responsabilidad de la seguridad de estudiantes por parte de los directores y maestros, los artículos 23 y 25 del Reglamento (2001) de administración y funcionamiento para unidades educativas de los niveles; inicial, primaria y secundaria, refiere que; deben controlar la entrada y salida en horarios establecidos; además, velar por el amparo durante las horas (periodos) pedagógicas, incluso en los descansos y/o recreos.

Consecuentemente, desde el momento que los estudiantes salen de la unidad educativa, la seguridad es de plena responsabilidad de las madres, padres y/o tutores. Empero, debido a las actividades labores y cantidad de hijos, referidos actores educativos soslayan ese deber.

En ese contexto, es inminente la vulnerabilidad de la mayoría de los estudiantes en exteriores de las unidades educativas, lo cual obligó a algunas madres, padres y/o tutores organizar brigadas escolares, con el objetivo de precautelar la seguridad de sus hijos, durante el ingreso y salida, principalmente.

Sin embargo, no basta con brigadas escolares, capacitaciones y ferias de seguridad ciudadana, la inseguridad a la cual están expuestas los estudiantes del nivel inicial, primaria y secundaria, se constituye en problemática, debilidad y amenaza constante que debe ser atendida por el nivel central, departamental y municipal, pero principalmente por la Policía Boliviana. 


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