OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Y OBJETIVOS DE DESEMPEÑO

“Cuando se piensa en planificar una clase, demasiado a menudo se pasa directamente a considerar el contenido, el ¿Qué? de lo que se va a enseñar. Pero no se da la debida consideración al ¿Por qué enseñarlo? Los objetivos de desempeño, definen lo que los alumnos deben ser capaces de hacer después de terminar el estudio de determinado tema. Los objetivos de aprendizaje señalan lo que los alumnos necesitan aprender durante las clases, para que al final sean capaces de cumplir con los objetivos de desempeño” (Estrategias educativas para el aprendizaje activo. Juanita Hernández, Katya Schrom, Diane Berest, Cindy Hanks, Ana María Montaño. Universidad Nur Imprenta Sirena 1998).

Esto implica, primero pensar en ¿Para que enseñar? y seguidamente, ¿Cómo enseñar?, definiendo los objetivos de aprendizaje para determinar cómo aprender (métodos, medios, formas, estrategias, etc.).

Al aplicar la educación remota (tradicional) en la que prima la memorización de conceptos, normas, reglas, fórmulas, etc.; no hace falta seguir el proceso antes señalado y claro, se considera ahorro de tiempo, material, trabajo y esmero, a costas de un aprendizaje potencializado más efectivo, más real y duradero. En consecuencia, la decisión de generar una educación potencializadora no está en la voluntad y decisión del enseñador llamado comúnmente profesor.

Acá descansa el meollo de la situación para diferenciarse como educación tradicional o como educación potencializadora; es decir que memorizar saberes ajenos o potenciar la capacidad de aprendizaje propio del estudiante; desarrollar cerebros, descubrir talentos, promover la creatividad o simplemente ejercitar la memoria, mantener el statu quo y no ser innovativo.

Si en el ejercicio docente se formulan objetivos de aprendizaje y objetivos de desempeño, la formación (educación) de los recursos humanos lograría una mayor dimensión, misma que, redundaría en mejores condiciones de salud, mejores condiciones económicas, mejor desarrollo y mejores condiciones de vida en general (más progreso).

Ahora bien, si además en todo proceso de aprendizaje – enseñanza (proceso educativo), se aplica el ciclo de aprendizaje de David Kolb: Experiencia, reflexión, conceptualización y aplicación; potenciaremos aún más la posibilidad de un mayor rendimiento en términos de competencias logradas por los estudiantes, en los diferentes temas y asignaturas del pensum académico.

Todo aprendizaje arranca en una percepción; es decir, por haber percibido con los sentidos (vista, oídos, olfato, tacto y gusto) individualmente o en asociación entre unos con otros; configuran una experiencia, misma que luego cobra la necesidad de realizar una reflexión, de la que necesariamente saldrá una conceptualización que finalmente permitirá su correspondiente aplicación como algo descubierto, como saber propio.

Al respeto les narro una experiencia: En alguna de las tantas oportunidades que busque para demostrar concretamente como se desarrollan estos procesos, en un grupo de estudiantes del último curso de formación docente; cuando me tocó evaluar ¿qué opinan respecto a la clase ejecutada y en la que ellos fueron partícipes activos?; todos coincidieron que los resultados  de lo que aprendieron eran muy buenos, pero que necesitan preparar mucho material, gastar en material, requerían más tiempo, necesitaban entrenarse y esforzarse; lo que era mucho para lo tan poco que ganarán cuando maestros. Mire profe, dijo uno de ellos, nosotros este mismo tema lo enseñamos en media hora con el apoyo de una tiza, el pizarrón y la labia y ya ganamos lo que nos corresponde; entonces ¿para qué más esfuerzo? El taller lo desarrollábamos conjuntamente con una profesora sueca, quien coligió: “ahí tienes a los que durante treinta años seguirán cometiendo el mismo crimen en la educación”. 

Lo narrado anteriormente, hacen 20 años y es imposible resignarse y aceptar. Felizmente en la actualidad, creo que con la modernidad, esta situación no se estaría dando ahora; más aún con la aplicación de la nueva Ley de Educación, hoy con un paradigma multimodal (presencial, virtual y semipresencial) y con varios medios tecnológicos; con buena calidad de autoridades, con alta talla de excelencia en la administración, en los diferentes niveles y estamentos educativos que seguramente  se maneja y aplica con mucha solvencia y propiedad, tanto los objetivos de aprendizaje como los objetivos de desempeño y, ni qué decir de la aplicación del ciclo de aprendizaje. ¡Vamos profes, hasta la victoria final!. Esta lectura la elaboro dirigida a los padres de familia y estudiantes, como apoyo a los trabajadores con el conocimiento, ante la añoranza de los padres de familia respecto a los maestros de antes.


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