Apuntes sobre la hegemonía de Montes

El ajuste estructural es la nueva cotidianidad en Tarija, hecho que vengo escribiendo en muchos de los artículos que publique, esto se debe al total abandono de la disputa del sentido común en el departamento, pues hoy, esta disputa por los sentidos la comanda una cuasi inexistente oposición como refleja el articulo denominado “Montes hegemónico” publicado en el suplemento la Mano del Moto el día 06 de marzo de 2022.

Entender la construcción hegemónica de Oscar Montes, que es la hegemonía de la elite implica no solo una mirada coyuntural, sino una mirada integral con 2 momentos: uno primigenio, preminentemente violento, donde aquel que no estaba a favor de la ideología dominante debía ser acallado, golpeado o exiliado, en aquel tiempo no existía algún tipo de contrapeso económico, polito o legal y un segundo momento, el actual, que se despliega de forma solapada pero intensa mediante la religión, la escuela, la familia, la información que emite la prensa, redes sociales y expresiones culturales.

Para que pueda avanzar el modelado del sentido común y la imposición ideológica, primero anularan del debate la idea del “otro” y sus ideas que encarna, como menciona Franco Sampietro en su libro los deseos imaginarios del tarijeñismo, sobre la anulación del debate por ejemplo de la lucha de clases. Pues la misma será la que le de sustento a las reivindicaciones históricas de los trabajadores y la que permitirá no solamente desplegar medios de presión o persuasión para satisfacer sus necesidades, sino también deberán asociarse y elegir dirigentes para mediar sus demandas.

Estos intermediarios serán los que se encuentren con el poder y que, en su lento proceso de organización y radicalización como clase para sí, convivirán con la ideología pseudo aristocrática como es la de Tarija, que aguarda para los trabajadores el absurdo horizonte de la reproducción de una forma de vida que es ya insostenible por la reducción de los ingresos del gas y el aumento de la población de la ciudad.

Entonces, los obreros privados de su ideología terminarán pensando como el patrón y queriendo ser como este, así sus organizaciones estarán más dispuestas a transar y en lo objetivo siendo destruidas pues van sin saberlo en contra de sus propios intereses.

Así la intermediación entre los sindicatos y el poder en el departamento simplemente sirve para ganar elecciones con demagogia pura y dura, como ejemplo queda ver al SEDECA y su otrora poderoso sindicato, el cual hoy no puede hacer nada para evitar su descarte de la historia del desarrollo, ya que por mayor capacidad de presión que tenga el discurso del ajuste es sentido común.

En otro aspecto más coyuntural, apreciamos que el poder hegemónico de Montes logra tal contundencia por 5 años de errores y colapso del modelo autonomista y ante un MAS que obtuvo con Ruiz el mejor desempeño electoral de la historia del partido en tanto elecciones regionales, así Montes se vuelve el eje para abrir el momento de restauración de la elite, en tanto, esta restauración significa recobrar el control de los recursos que se distribuyó en las provincias, cerrar el PROSOL,  SEDECA, etc. a través del recrudecimiento del “ajuste”, y la sobre acumulación de un grupo de personas (las mismas de siempre).

También es un momento de aleccionamiento de los sectores populares que decidieron optar por el MAS en la pasada elección, a partir del despliegue de las violencias, es decir estos deben recordar quien manda y quien obedece, esta ideología dominante que se indigna por certámenes de belleza donde paso que la ropa tarijeña no es la tradicional y no por temas centrales, es la que nos deja viviendo aun en la oscuridad.


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