El q’epi y las vidas de las mujeres comerciantes

En Bolivia los mercados y las ferias han sido espacios femeninos. Desde el periodo colonial (en los tiempos de la antigua Charcas) las mujeres fueron visibles en los mercados como comerciantes. Su rol en la economía colonial ha sido subrayado por historiadoras como Jane Mangan. En este siglo XXI, estas mujeres son igualmente personajes centrales en nuestra economía local y nacional. Ellas suelen laborar en el comercio informal. Como ha sido indicado por los expertos, casi el 80 % de nuestra economía es informal. Si pasamos por los mercados a tempranas horas de la mañana podemos observar a estas mujeres ya en sus puestos de venta. En el caso potosino estas mujeres pueden ser vistas en el Mercado Central, Vicuñas, Uyuni, Campesino, entre otros. Pero también hay las que tienen sus puestos en la calle, en los lugares más transitados de la ciudad. En el centro histórico, por ejemplo.

Un aspecto común en todas ellas es su uso del q'epi. Como sabemos, el q'epi es una tela de colores (un awayo) atada a la espalda y que funciona como una mochila. El q’epi no pasa desapercibido ya que con éste las mujeres comerciantes llevan a sus wawas. También se le emplea para transportar mercaderías y ropa. Algunas comerciantes llevan así grandes bultos a sus espaldas. Es muy utilizado por las mujeres de clases populares siendo uno de sus atuendos principales. Si observamos detenidamente podemos darnos cuenta que el q'epi nos dice mucho de estas mujeres. Allí se encuentran sus recuerdos: el lugar en donde crecieron y que dejaron para mejorar sus vidas. También sus ilusiones y sueños. El deseo de no repetir la vida con carencias materiales que padecieron sus madres y abuelas. También en el q’epi reposa el sueño que sus hijas se eduquen y accedan a estudios universitarios. Por ello, una vez que estas mujeres se instalan en ciudades como la Villa Imperial, empiezan a trabajar en puestos callejeros. Ellas desean contar con una tienda y un puesto de venta en un mercado o una feria. En sus q’epis, por tanto, hay historias y sueños. Hay recuerdos de momentos gratos e ingratos. Hay historias de éxito, pero también lágrimas de un divorcio, una ausencia, una infidelidad. Los q’epis son registros detallados de vida. Las mujeres comerciantes lo cuidan muy bien; esta pieza les suele acompañar muchos años de su vida.

Ciudades como la Villa Imperial dependen del enorme esfuerzo de estas mujeres. Ellas son agentes cruciales de nuestra economía y vida local. Su trabajo es titánico, de muchas horas y con sus hijos a cuestas. Por su importancia en nuestra historia y en la lucha por la reivindicación de las mujeres es importante conmemorar su lucha. Especialmente el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer trabajadora. Este 8 de marzo es también el día del q’epi. Una tela que almacena recuerdos y luchas. Estas mujeres llevan a sus espaldas la economía y la sociedad boliviana. El q’epi, en suma, simboliza sus luchas, sus esperanzas y sus sueños. También éste es un día de reflexión y de exigencias. En particular demandas al Estado boliviano para que sea democrático y participativo. El rol del Estado es construir decididamente una sociedad más justa, inclusiva y con equidad de género.

 

*es politóloga, docente universitaria y fundadora de Mujer de Plata


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