Coherencia política y la Entrada de Comadres 2022

Una de las mayores contradicciones en la historia de la humanidad es ¿Quién? y ¿Cómo? se detenta los recursos naturales y la tierra, pues en un principio no eran más que un bien colectivo que debía servir a toda la sociedad en términos de igualdad, al pasar el tiempo los mismos se transforman en bienes de carácter privado que sirven para la acumulación de algunas pocas personas.

Para que este tránsito ocurra, se deberá generar un doble sentido: primero, que se genere la ficción de la propiedad sobre un bien o un recurso y la capacidad de poderlo heredar para la perpetuidad de la apropiación del mismo, segundo, se deberá generar el consenso necesario para que el pueblo acepte esta realidad a través de la reproducción de las relaciones de producción por parte del aparato político, mediante la ideología.

Esta ficción hoy por hoy se encuentra acentuada a través del modo de producción dominante que es el capitalista, sin embargo, tanto en el mundo como en Tarija, el asedio por seguir despojando al soberano su patrimonio público es parte de la disputa (en Tarija recientemente a partir de las alianzas público privadas y la entrega del campo ferial de San Jacinto a terceros). El sistema entra en crisis constantes de acumulación, distribución equitativa o sobre acumulación del excedente, sin embargo, si a esto se le agrega un modelo como es el autonomista siendo el caso de Tarija, que no funciona o genera un norte de construcción de hegemonía política inclusiva de acuerdo al modelo de estado, el resultado es el colapso completo.

La receta para salir de las crisis en el mundo y en Tarija, es trasladar estas crisis hacia otros sectores de la sociedad, a los obreros, madres solteras, discapacitados, niños, o hacia la cultura, con el fin de mantener el crecimiento constante de la tasa de ganancia de un grupo privilegiado de personas, en el caso de la cultura no es posible pensar que una fiesta que es patrimonial como es la entrada de comadres, sea cancelada por un simple funcionario edil, pero que la alcaldía apruebe o sea permisiva como ocurrió en año nuevo con los organizadores de fiestas y boliches de la plaza principal, no tiene justificativo, este hecho solo puede servirnos para develar la intencionalidad de hacer de la tradicional fiesta de comadres no más que una mercancía de consumo hedonista que se traduce en fiestas y que terminara sin diferenciarse de alguna de las fiestas con strippers que abundan por todo el país.

La justificación para poder realizar este atropello, es la vendida de humo del cuidado sanitario. En las fiestas es un secreto a voces que no se respeta ni el aforo limitado de los ambientes, ni el distanciamiento social ni otras medidas de bioseguridad, por otro lado, en una hipotética Entrada de Comadres, al ser organizado por la Alcaldía, se pudiese controlar de mejor manera esta actividad a razón del Covid - 19, pero no será así y probablemente Tarija enfrente después de carnaval una nuevo aumento de casos positivos que requerirán atención médica que no la pagarán los organizadores de fiestas o los funcionarios ediles con sus salarios, sino que la pagaremos todos a través de la sanidad pública; pero sobre estos sin sentidos está prohibido hablar.

El presente artículo no pretende defender la cultura tradicionalista de Tarija o satanizar a los organizadores de fiestas, sino poder ayudar a exponer las enormes contradicciones con las que se opera desde la administración publica en Tarija, que no asume responsabilidad alguna por sus errores y prefiere actuar con una fastuosa doble moral y perversidad, dando permisos privilegiados para salir de la crisis a unos y castigando a los otros, en fin, así funciona Tarija.1


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