Educación potencializadora

Educar es desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona (estudiante) de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece. Desarrolla la formación física, intelectual, moral  - ética y social a la vez que guía la manifestación del sentimiento, del pensamiento, de la actitud y de la participación del ser humano en sociedad.

Potencializar la educación del estudiante sería multiplicar por sí mismo (base) tantas veces como se proponga (exponente) su capacidad de construir y memorizar conocimientos; es decir aumentar la capacidad y competencias del sujeto y objeto educativo (estudiante) de elevar la calidad y dimensión de su aprendizaje de los contenidos temáticos de una clase, de una asignatura o de una carrera. Poner a plenitud los cinco sentidos, como se dice.

Por tanto, educción potencializadora sería un proceso de desarrollo potencialmente significativo, que lo regular (lo tradicional), de sus facultades mentales, morales y afectivas del estudiante. Para ello se requiere utilizar del modo más óptimo el proceso de como aprende el cerebro; dotarles a los estudiantes para su proceso de aprendizaje los mayores y mejores medios materiales y tecnológicos, las necesarias y suficientes estrategias de aprendizaje, un ambiente de excelencia física, social/emocional y docentes psiconeuropedagogos con privilegiados conocimientos profesionales.

La educación potencializadora considera al educando una mina a descubrir qué y cuantos minerales o joyas contiene en su interior; por lo que, la primera tarea del maestro es hacer que cada estudiante se descubra a sí mismo, se sepa quién es, que puede, que quiere y qué desea ser más adelante. En otras palabras, en la educación potencializadora cada estudiante es una antorcha a encender y en la escuela, el maestro debe facilitarles/ayudarles a lograr su encendido  al máximo esplendor; para que cada estudiante ilumine su camino a recorrer en la construcción de sus propios conocimientos y de su propio futuro.

En educación potencializadora no es que no se memoriza lo que se aprende, sino que la memorización es lógica, es el producto de actividades teórico prácticas, del análisis sistémico y sistemático, de descubrir y redescubrir cuánto se requiere saber; saber el porqué de algo, por qué y para qué saber. La escuela o educación potencializadora es un proceso interactivo, vitalmente participativo, constructivo y de desarrollo permanente de todas las potencialidades del educando.

Ahora bien, la educación se instala en el hogar, la escuela, el barrio, la ciudad, el país, etc. en un ambiente material, social y humano como la familia, el grupo de estudiantes de un curso o grado, el alumnado del establecimiento educativo, la sociedad; también se instala en el tiempo, en los momentos históricos, en los momentos políticos, en la tecnología y la vida misma; por lo que, la educación no sólo es tarea del maestro o de la escuela. La educación es tarea de todos y básicamente se sostiene en tres pilares: el estudiante, el maestro y los padres de familia, como quien dice: confiamos a los maestros la tarea de educar a nuestros hijos, pero no es sólo su responsabilidad, los padres deben involucrarse muy activa y comprometidamente, acompañarles, ayudarles a hacer sus tareas, aprender con ellos mismo y hacer del proceso educativo un camino de construcción permanente hasta el logro de las metas, objetivos y fines propuestos, para que los estudiantes tengan su profesión/trabajo y puedan desempeñarse en la vida, con éxito.

Estas son las razones por las que no sólo nos debe preocupar la educación dentro del aula de clases presenciales o virtuales, sino como coadyuvan, como acompañan los otros estamentos como la escuela, la familia, la comunidad en sus diferentes dimensiones, en aspectos como la planificación, la organización, la ejecución y el control-evaluación del proceso educativo.

Por eso es que para desarrollar una educación potencializadora se debe elaborar también un plan de educación potencializadora para el establecimiento educativo, un plan de trabajo también potencializador para el aula, involucrando a la familia, un plan de trabajo para ser ejecutado en la escuela y su entorno y en consecuencia se debe realizar también una evaluación potencializadora. (de tal siembre, tal cosecha).

Es grande la tarea que tenemos los bolivianos y que si o si la debemos hacer; cuanto antes mejor, para lograr ponernos en el lugar que nos corresponde por toda la riqueza material, cultural, intelectual y social (36 nacionalidades) que conformadas en sinergia potenciarían nuestra realidad, situación y condiciones de vida digna.

Aprovechemos los aires que surcan según las palabras del mandatario de nuestro país, recientemente dados a conocer en la posesión del nuevo ministro de educación, el 19 de noviembre 2021, en sentido que la educación “tendrá un giro de 180 grados”. 


Más del autor