El aprendizaje autónomo y las inteligencias múltiples

El aprendizaje tiene diversas formas en que los humanos están acostumbrados, podemos distinguir diversos modelos y procesos. Entre estos, el aprendizaje autónomo es uno que se ha cultivado en los últimos tiempos, ya que gracias a la enseñanza virtual el estudiante se ha hecho responsable de su aprendizaje con más responsabilidad que antes.

El concepto de aprendizaje autónomo se define como el nivel de participación del estudiante en su propio proceso de enseñanza y aprendizaje, el estudiante es parte de un proceso que dirige él mismo y que avanza de manera independiente a la instrucción pedagógica de terceros actores.

Es este el proceso clave para incluir las inteligencias múltiples, dónde será el mismo estudiante quien establecerá sus objetivos, procedimientos, recursos, evaluación y momentos de aprendizaje. Desde las habilidades que desarrolla mejor el individuo para tener un rol activo frente a las necesidades actuales de formación.

La teoría de las inteligencias múltiples es planteada en los años ochenta por el psicólogo estadounidense Howard Gardner. En el campo de la educación esta teoría revolucionó al plantear una diversidad de capacidades humanas para aprender.

El uso de la teoría de las inteligencias múltiples en el aprendizaje autónomo se basa en que, al asumir esta diversidad de inteligencias, se utilizan también estrategias personalizadas para el proceso de enseñanza y aprendizaje, según el o los tipos de inteligencia que predominen en el estudiante y que le sea más fácil trabajar para su aprendizaje. De ellas conocemos: Lingüístico-verbal, lógico-matemático, visual-espacial, musical-auditiva, corporal-kinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista.

El estudiante puede y debe aportar sus conocimientos y experiencias previas de sus propias habilidades, a partir de lo cual se pretende revitalizar el aprendizaje y darle significado.

El primer paso es identificar a través de pruebas y observación las inteligencias que en el estudiante son predominantes, porque ya sabemos que en la mayoría de los seres humanos se trabaja habitualmente a un buen nivel una o dos inteligencias.

Una vez identificadas las inteligencias de la preferencia del estudiante se debe empezar a ejercitar de forma práctica, es decir: aprender haciendo. Para ello, se recomienda buscar actividades que potencien la inteligencia a trabajar y que estas actividades estén relacionadas con el tema de avance que el estudiante desea aprender. De esta manera trabajará un aprendizaje asociado entre la teoría y las situaciones reales de su contexto.

Pongamos el ejemplo de que el estudiante tiene la inteligencia de naturalista de manera predominante, y en clases, podemos decir ahora clases virtuales, el profesor de biología les pide hacer un herbario; para este estudiante le es más fácil que a los demás al momento de realizar la tarea. Sin embargo, qué pasa si a este mismo estudiante el profesor de educación le pide correr 3 kilómetros alrededor del patio de su casa y que el estudiante envíe el video al profesor. Si al estudiante no le gusta participar de actividades corporales puede recurrir al aprendizaje autónomo, donde es él quien guía su propio aprendizaje y sale a correr por la plaza o lugares con mucha vegetación, o también puede correr en su propio patio pero con su perro, que al cabo, las mascotas también son parte de la naturaleza, de seguro el estudiante disfrutará compartir esa actividad con su mascota. Entonces tenemos un estudiante que desarrolla y disfruta su inteligencia al realizar tareas que antes no le gustaban, pero al estar relacionadas con sus actividades favoritas las hace con mucho más empeño.

De esta manera, tanto los educadores como los educandos desarrollan herramientas que les permitna llegar de manera más efectiva a los objetivos planteados.

El estudiante aprovechará que su aprendizaje es prácticamente su responsabilidad, y los nuevos conocimientos ya estarán basados en los previos con más firmeza, pues él los relacionó con las actividades que disfruta cada día.

Para que el aprendizaje autónomo logre ser un aprendizaje significativo es una buena estrategia usar el puente de las inteligencias múltiples, y al ser responsabilidad del estudiante es mucho más valorado por él, y así podrá siempre mejorar su aprendizaje y su propia educación cuando se refiere a satisfacer sus gustos al aprender.

Sandra Carballo es profesora


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