El regalo que esperan los estudiantes en su día

Para potencializar el aprendizaje o sea para que el estudiante logre un aprendizaje significativo, es necesario que tenga abiertas todas las puertas de  entrada del saber. Esas puertas son los sentidos del ser humano: oído, vista, olfato, tacto y gusto; hoy más otros inclusive.

Un aprendizaje es significativo por cuánto le sirve al estudiante en su diario vivir, por cuanto efectivamente - consistentemente son logrados.

Acá estriba la importancia de realizar un proceso de aprendizaje activo participativo; es decir que durante el proceso de aprender se escuche, se huela - olfatee, se vea y se saboree durante todo proceso llamado educación.

Pero además, se llama aprendizaje potencializador al proceso de utilizar los conocimientos previos del estudiante para construir/sumarle un nuevo aprendizaje un nuevo conocimiento, un nuevo saber.

En la época que vivimos en Pedagogía, se preferencia la acción de aprendizaje más que la acción de enseñar; toda vez que el profesor debe ser el motivador, facilitador, orientador, impulsor, activador, evaluador del aprendiza o del conocimiento en construcción o construido autónomamente por el estudiante.

El profesor debe aplicar la mayéutica Socrática, misma que sigue la  analogía del parto de una mujer. La mujer embarazada, cuando va dar a luz su bebé requiere la atención de una matrona/partera que debe preparar/trabajar el parto, para lo que realiza actividades previas hasta que se dan las condiciones para el alumbramiento, punto culmine cuando el bebé sale del vientre; lo recibe y le da la atención necesaria para darlo por nacido. Es lo mismo que debe hacer el constructor del conocimiento (profesor), crear condiciones para que nazca el nuevo saber, el conocimiento propio del estudiante.

Siguiendo esta analogía es como en la educación/formación humana contemporánea, el acto educativo es un acto de extraer potencialidades en vez de llenar cerebros. El estudiante debe aprender a preguntar, preguntar y preguntarse continuamente  hasta encontrar las respuestas pertinentes, hasta encontrar la verdad que es ciencia demostrable palmariamente.

Por eso al estudiante debe considerarse una antorcha a encender y no una vasija a llenar; pues, si a la antorcha la encendemos, alumbrará constantemente como lo dijo Pedro Domingo Murillo “La tea que dejo encendida nadie la apagará”

En su pirámide de aprendizaje Gody Blair señala cuanto recuerdan los estudiantes al día siguiente de haber tomado conocimiento de algo: “Lo que escucha el 5%, lo que lee 10%, lo que observa en audiovisuales 20%, lo que demuestre 30%, lo que argumente 50%, lo que practica 75% y lo que enseña a otro 90%”.

Por lo tanto, al desarrollar clases recurriendo a estas diferentes alternativas se proporciona estímulos a los diferentes sentidos del ser humano y simultáneamente se estaría aplicando diferentes inteligencias del estudiante.

¡Qué significativo es para potencializar el aprendizaje, activar las inteligencias múltiples mediante el uso de metodologías activo participativas que hagan que en los estudiantes afloren sus potencialidades individuales; desarrollen sus fortalezas, pisen firme, aprovechen al máximo lo que tienen y dejen de buscar lo que no tienen o se tiene poco!.

Las inteligencias del ser humano, según Gardner son 9: Lógico matemática, jinetico corporal, lingüística, intrapersonal, interpersonal, emocional, espacial, musical  y visual.

Con todo lo descripto no cabe duda que lo que se aprende haciendo no se olvida jamás; por eso, para potencializar el aprendizaje el axioma educativo debe ser “que el estudiante aprenda a aprender, aprenda a hacer y aprenda a ser artífice de su propia personalidad”. Así los educandos podrán proyectarse a la era del conocimiento científico y de este a la era del concepto.

Para actuar dentro del marco de una educación/formación humana integral, potencializadora y significativa, es necesario e importante desarrollar tanto las habilidades duras (ciencias) como las competencias blandas (valores).

Lamentablemente en nuestra realidad hablar de educación potencializadora y significativa es mucho querer, debido a que no están dadas las condiciones (aulas, mobiliario, salarios, horarios, asignación de docentes, medios tecnológicos, internet  estable, y sobre todo voluntad política, etc.); pero para no farsearnos entre nosotros mismo, algo tendremos que hacer, más todavía con la estadía aún del COVD-19. Se dice que la educación es tarea y derecho de todos; pues entonces es ahora que todos, gobernantes y gobernados pongamos a prueba lo que decimos que somos y seamos demostrando lo buenos que somos, sobre todo con lo más importante, como por lo menos se dice que es la educación.

Seguramente, este debió ser el regalo que esperaron y esperan en su día los alrededor de 3 millones de estudiantes bolivianos. ¿Algún día será?


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