¿Educar? ¡sí!, ¿alienar? ¡nooo!

Educar es desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece; es proporcionar conocimientos o habilidades a una persona para darle una determinada formación. Es el proceso donde la persona adquiere competencias para desempeñarse eficientemente en alguna disciplina o tarea humana, para lograr su sustento y vivir dignamente.

Por el contrario, alienar es hacer perder la razón o el sentido de algo, es causar o provocar la perdida de la identidad cultural o de la personalidad de un individuo; esto es lo que se hizo con el etnocidio cultural ocurrido como consecuencia de la colonización que fue objeto Bolivia con la dominación española. En la actualidad se advierte una especie de amenaza de neo - colonización por algunas culturas predominantes en nuestro país; donde deberíamos ser libres y auténticas las 36 nacionalidades originarias existentes, más el castellano como lengua común, con derecho a su propio desarrollo y lejos de cualquier aculturación.

Adoctrinar es instruir a la persona para que exaspere sus características y condiciones culturales, económicas y de vida; agranden su infortunio para ganar partida y privilegio para sí misma. Es enseñar una determinada creencia o doctrina política o religiosa, con la intención de ganar partidarios para una supuesta redención a costas de la libertad personal.

Indoctrinar a alguien es ponerlo al servicio ajeno, prescindiendo del valor de sí mismo. Con estos procedimientos, las personas terminan confundidas entre adoctrinamiento e indoctrina miento, por cuanto dejan de servirse a sí mismo y solo sirven a intereses de esbirros que sumen cada vez más en la pobreza y dependencia a las clases desposeídas, mientras ellos se dan la gran vida.

Luego de este marco conceptual, intentaré responder al título de esta lectura respecto a lo que debe ser la educación, si el propósito fundamental es liberar al ser humano como fin supremo de nuestra construcción social vía educación.

Es en este sentido que debo extrapolar el concepto educación como el desarrollo de las facultades intelectuales, morales y afectivas a partir de su cultura y de su realidad. Acá es donde estriba la importancia de la educación intercultural bilingüe; es decir, aprender a leer y escribir primero en su lengua materna y luego en castellano como legua eje de la bolivianidad. (modelo de transición). Este modelo tiene significativa importancia psicoafectiva y neurológica para el desarrollo de la capacidad intelectiva. Antes, hasta los años 70, con la imposición cultural y la sustitución de su lengua materna se vencía el 1er curso de la escuela primaria en dos o tres años de escuela; ahora con la libertad y derecho al uso de su lengua originaria, solo en un año, como debía ser; con esta medida, además, se evita al estudiante el terrible daño psicoafectivo e intelectivo.

En Tarija, desde los años 90 se aprende a leer y escribir en wennhayek- castellano, tápiate-castellano y guaraní-castellano. Cada una de estas lenguas originarias tienen su escuela y sus maestros también originarios (las tomatas y churumatas se extinguieron).

Entonces, la educación como instrumento de liberación del pensamiento, del sentimiento y de la actitud y acción del ser humano, debe enfocar su trabajo fundamental a liberar de la ignorancia de saber leer y escribir primero en su propio idioma (por recomendación tecnocientífica) y luego en el lenguaje común (castellano).

Pasado el periodo de alfabetización (saber leer y escribir), la formación integral de la personalidad de cada individuo debe ser integral: ciencia, técnica, arte, tecnología y rasgos culturales (en especial competencias duras y habilidades blandas /valores/). Esta educación integral debe esforzarse en desarrollar su cultura en particular y en conjunción la diversidad cultural de Bolivia, como estandarte de la bolivianidad.

Cuanto bien se haría al respetarse mutuamente las diferentes lenguas/culturas (36 en total) de nuestra patria y sentirnos orgullosos de ser esta diversidad, crear unidad y producir sinergia como un motor altamente impulsor/generador de nuestro ansiado desarrollo y progreso económico.


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